Diana Morant, la gran perdedora de la ruptura PP-Vox: “¿De qué van a hablar ahora?”

¿Quién saldrá más perjudicado de la ruptura del pacto de gobierno en la Comunitat Valenciana? ¿PP o Vox? Sólo el tiempo dirá, pero lo que sí sabemos es que ya hay un gran perdedor: el PSPV-PSOE de Diana Morant. Desde que dejaron el poder hace un año, los socialistas han basado toda su oposición y su estrategia en el “miedo a la ultraderecha” y en poner a Carlos Mazón en el saco de los ultras por gobernar con Vox. Todo lo que hiciera Mazón era ultra, hasta ir a por el pan. Pero eso en el nuevo panorama que se abre con un gobierno del PP en solitario, queda en agua de borrajas, si es que alguna vez tuvo credibilidad ese discurso de tachar todo de “extrema derecha”.

El propio Carlos Mazón, antes de conocerse la ruptura con Vox, señalaba precisamente este aspecto, que al PSPV-PSOE se le cae todo el argumentario. “En un año sólo han hablado de Vox, del LGTBI y de la violencia de géneno”. Efectivamente, sólo hay que ver las intervenciones del síndic socialista en Les Corts, José Muñoz, que se ha preocupado más de Franco que de preguntar a Mazón por la Comunitat Valenciana, con un discurso muy gerracivilista. 

El mismo día de la ruptura del gobierno, en la sesión de control por la mañana, José Muñoz centraba toda su intervención en el franquismo y la propia Diana Morant acudía de público con asociaciones de memoria. Por cierto, sin que nadie les hiciera caso pues todos estaban pendientes de la decisión de Vox. Y porque Franco, aunque el PSPV lo resucite, lleva muerto 50 años y no preocupa a los valencianos.

Con Vox fuera de la Generalitat Valenciana, el PSPV-PSOE se ve obligado a cambiar de discurso. Ya no puede decir que Carlos Mazón es rehén de ultraderecha o que actúa en contra de las mujeres o los LGTBI, si es que alguna vez lo hizo. Hasta ahora, el PSPV de Diana Morant, que es uno de los más serviles a Pedro Sánchez y sigue a pies juntillas las órdenes de Moncloa, no toca temas que puedan molestar a Sánchez pero sean de interés valenciano, como agua o financiación. Sin Vox y sin “miedo a la ultraderecha”, se quedan sin ningún tema de oposición.

Más fácil lo tiene Compromís, que también ha tirado del “miedo ultra” o de acusar de “machista y homófobo” al gobierno de PP y Vox en la Generalitat. Pero al menos Joan Baldoví en las sesiones de control sí ha preguntado a Mazón por asuntos como la financiación autonómica e incluso tendido la mano. Lo que está claro es que en septiembre tanto Compromís como sobre todo el PSPV-PSOE o cambian la oposición o no sabrán ni de qué hablar.