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Trama de los puntos violeta

La directora de la Mujer está “orgullosa” de llevarse dinero y no dimite mientras crece el escándalo

La socialista Isabel García y su mujer se han llevado decenas de contratos a dedo de ayuntamientos del PSOE a través de los puntos violeta o incluso talleres de risoterapia. Sumar pide “el cese inmediato” y salen cada vez más contratos del negocio de la pareja

Isabel García, directora de la Mujer

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Sigue creciendo el último escándalo del Gobierno de Pedro Sánchez en torno a la directora general de la Mujer, la socialista Isabel García, que se habría llevado como mínimo 64 contratos de ayuntamientos del PSOE a través de la empresa dirigida por su pareja en conceptos como los puntos violeta. Ante la amenaza de cese, la socialista no dimite y manda un comunicado en el que se muestra “orgullosa” y “con la conciencia tranquila y la certeza de haber hecho las cosas bien”.

Isabel García incluso pide rectificaciones a los medios de comunicación y amenaza con querellas, pero no desmiente nada de lo publicado. Al contrario, lo admite y lo justifica en un comunicado que empieza victimizándose al señalar su condición de mujer y lesbiana. La socialista señala que “la ley me permitía mantener hasta un 10% de las empresas que compartía con mi mujer”. Reconoce que tiene una consultoría de igualdad junto a su mujer pero que ella no es titular de la empresa, sino su pareja -ex asesora del PSOE en el Senado- y que el Instituto de la Mujer no le ha dado contratos a esa empresa.

Pero Isabel García no explica por qué decenas de ayuntamientos gobernados por el PSOE han dado múltiples contratos menores y a dedo a la empresa gestionada por su pareja y si esto no es un claro conflicto de intereses y un tráfico de influencias ya que ella dirigía el área de Igualdad en la Diputación de Valencia y ahora la dirección general de la Mujer y son contratos conseguidos por sus contactos. La pareja habría ganado más de 250.000 euros en contratos que van directamente a la misma casa de la directora socialista.

Desde Sumar, socio del PSOE, han pedido “el cese de inmediato a la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, que nunca debió ser nombrada. La transfobia es injustificable y usar una institución trascendental en la lucha contra las discriminaciones para el enriquecimiento personal, también. Debe ser cesada de inmediato”.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, por ahora no la cesa pese a que van saliendo cada vez más contratos -hasta de talleres de risoterapia- que dejan en evidencia la trama de Isabel García y su pareja para llevarse dinero de ayuntamientos socialistas. "Hay que darle tiempo, hay que permitirle que dé las explicaciones que considere y eso es lo que vamos a hacer, que se explique y que ofrezca todo tipo de información que aclare esta cuestión", ha tirado balones fuera la ministra.