La incierta vida política de los caídos de Vox
Qué ha pasado con los cargos dimitidos o cesados tras la espantada de los gobiernos autonómicos decidida por Abascal
Sabemos cuántos y quiénes son, pero no lo que van a hacer. Especialmente los tres valencianos. Hace ya tres semanas que el presidente de Vox, Santiago Abascal, afirmaba en una comparecencia publicada que “Vox pasa a la oposición ante los gobiernos que fomentan la inmigración ilegal”. Las consecuencias son conocidas: la dimisión o el cese, según los casos, de sus altos cargos en los ejecutivos autonómicos que gobernaban en coalición con el PP. Dos de los doce altos cargos en cinco comunidades autónomas se quedaron en sus puestos tras la ruptura. Los diez restantes se fueron a sus casas después de un año en que fueran enredados políticamente por el mismo Santiago Abascal. Quienes son, que decisión tomaron y que hicieron, esa es la pregunta. En nuestro caso, que hacen ahora los tres valencianos. El exvicepresidente Barrera y los exconsellers Núñez y Aguirre.
Respecto a los cuatro vicepresidentes de Vox, todos dejaron sus cargos tras la decisión de Santiago Abascal y la Comisión Ejecutiva Nacional (CEN) Estos son: Juan García-Gallardo (Castilla y León), Alejandro Nolasco (Aragón), José Ángel Antelo (Murcia) y Vicente Barrera (Comunidad Valenciana). La nómina oficial de los cuatro altos cargos superaba los 300 mil euros anuales, que pierden; los cuatro solo se quedan con los emolumentos que perciben por ser miembros de la CEN, cantidad desconocida para el resto de los mortales.
De los cuatro, un valenciano. Es Vicente Barrera, licenciado en derecho y empresario, ocupó la vicepresidencia del Consell durante año hasta la espantada de los gobiernos autonómicos decidida por Abascal. Regresa a la vida civil recuperando la gestión de sus empresas familiares y pasando el verano en su finca de Ontinyent. Políticamente sigue en VOX, es miembro de la CEN, aunque dejó muy claro que no compartía la decisión de abandonar el Consell. Se le ha visto en los toros amigablemente con Llanos-Massó, la presidenta de Les Corts, con la que tendrá que entenderse para compartir liderazgo voxista. Pero el ágape del pasado fin de semana con Carlos Mazón y a los actuales consellers en su finca de Ontinyent no fue bien visto en Bambú, la sede madrileña de Vox. Trata de pasar el verano lo mejor posible -conocido es su buen humor- para recuperar en septiembre la actividad en sus negocios privados abandonados hace un año y con un futuro político incierto.
El futuro del exvicepresidente Vicente Barrera
Los ocho consejeros que mantenía Vox en cinco gobiernos autonómicos ingresaban una nómina oficial por alto cargo que alcanzaba los setecientos mil euros. De ellos, seis la han perdido y dos la mantienen. Y lo seis con un futuro profesional incierto, menos los que no tenían una plaza de funcionario a la que reincorporarse. Estos son:
De todos los casos, el inaudito es el valenciano. Al vicepresidente y a los dos consellers no se les dió opción a dimitir como así fue en otras autonomías. Fueron cesados de inmediato al dar a conocer Santiago Abascal la decisión tomada por él y el CEN. La recomendación del cese vino directamente de Kiko Méndez-Monasterio, el plenipotenciario de Santiago Abascal para las negociaciones con las autonomías. Pensaban en Bambú que los tres querrían mantenerse en el Consell. Paranoias de los aparatos de partido: los consideraban excesivamente cercanos al PPCV. Era un gobierno de coalición PPCV-Vox que funcionaba, no había roces políticos de importancia como en otras autonomías, y se estaba ejecutando bien el programa de los “50 puntos” del acuerdo PPCV-Vox. Pero les salió rana a Kiko Méndez-Monasterio y a su enviada a provincias Monserrat Lluís, pues los que no aceptaron la disciplina de “los que más saben y están arriba”, en palabras de la Lluís, se encontraban en Castilla y León, y Extremadura, no en la Comunidad Valenciana. Cosas y casos de la mala inteligencia.
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Y ahora qué
¿Qué hacen y que van a hacer los dos exconsellers valencianos? Doctor en derecho y abogado penalista, Elisa Núñez ha pedido la reincorporación como profesor-doctor en la Universidad Católica de Valencia y reabre su bufete de abogado. No era diputada en Les Corts, pero en un año mostró aptitudes para ser una excelente parlamentaria y buena gestora. Con un futuro político también incierto, se dio de baja en el partido de Santiago Abascal con una carta dirigida a él, en la que le exponía su disconformidad con el abandono de los gobiernos de coalición PP-Vox, que estaban funcionando bien, y no compartir el “giro radical” de Vox después del 9 de junio, al dejar el grupo “Conservadores y Reformistas” liderado por Giorgina Meloni y pasar a formar parte del liderado por Viktor Orbán y Marie LePen “Patriotas de Europa” en el actual Parlamento Europeo.
El exconseller José Luis Aguirre sigue en Vox. Especialmente por asunto de supervivencia personal y profesional. Ingeniero Agrícola, dejó su escaño en Cortes hace un año y cerro su despacho de asesor en temas legales y técnicos relacionados con la agricultura hace dos legislaturas. El cese le ha pillado a contrapié, y lo más seguro es que acabe en unas semanas de Asesor de Vox en el grupo parlamentario “Patriotas de Europa”. Su apuesta por ser un buen técnico en temas agrícolas en el ámbito profesional de la política no le funcionó. Aunque sigue en Vox con un futuro político incierto.
Lo curioso es el futro de los tres jefes de gabinete de los tres altos cargos valencianos. Van a recalar de asesores en el grupo parlamentario de Vox en Les Corts. ESdiario ya dio noticia de ello hace dos semanas. Con una nómina cercana a los 80 mil euros anuales para cada uno de ellos. De los tres, Javier Bazán, el que fuera inicialmente jefe de gabinete de Elisa Núñez y posteriormente secretario autonómico de Víctimas, pasa a ser asesor de la presidenta de Les Corts Llanos-Massó. Un hombre de aparato, de la total confianza de Montserrat Luis y del “presídium” de Bambú, acostumbrado a la intriga, con toda seguridad controlará la acción política del grupo parlamentario acorde con el “nuevo giro” de Vox después del 9 de junio. Sin ese trabajo, tendría que regresar de asesor al grupo parlamentario del Congreso de los Diputados y allí ya no hay plazas disponibles.
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