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Las sinecuras de Sánchez

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Mauritania, Mohamed Uld Ghazuani
POOL MONCLOA/ BORJA PUIG DE LA  BELLACASA
(Foto de ARCHIVO)
08/2/2024

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Mauritania, Mohamed Uld Ghazuani en febrero pasado.Borja Puig de la Bellacasa

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Que Zapatero, Sánchez e Illa se reúnan y pasen las vacaciones juntos en la Mareta (evidentemente pagadas por todos nosotros) dice mucho de la estrategia a seguir para lo que le quede de legislatura al Presidente de este nuestro país. Un ex presidente que apoya dictaduras comunistas, un presidente autonómico -con el interés económico que esto conlleva hacia Cataluña en desigualdad con las demás comunidades- y por supuesto Sánchez que se quiere pegar al sillón como Maduro

No hay que ser Nostradamus para saber lo que traman éstos. Lo escribí en el 2009 en uno de mis opúsculos políticos y/o católicos titulado “Fotocopias en el tiempo”, donde hago una retrospectiva al tiempo pretérito y tal vez un futurible de lo que estaba por venir. Y aquí tienes a Sánchez pasándose la Constitución por el Arco del Triunfo con sus estados federales. “España no merece un presidente que no sea decente” espetó al señor Rajoy en uno de los debates televisados, y hoy tenemos al Presidente más indecente que podíamos tener.

Y ahora se nos va a África. ¿Qué se nos ha perdido allí? Pedro Sánchez iniciará la próxima semana una gira por África que incluye los países de Mauritania, Gambia y Senegal, en plena crisis de inmigrantes en la ruta que se dirige a Canarias. Pues eso es lo que se nos ha perdido, entregar dinero del que no nos sobra para engordar a los líderes de esos países, mientras a España siguen llegando y llegando, y nosotros a “poner”. Es donde se siente más cómodo, en países tercermundistas, ya que en los de primer orden no es bien recibido por su actitud prepotente y demagógica. O tal vez sea el modelo que él quiere seguir, porque España está en un punto que se aproxima más a estos países que a los occidentales. Y para colmo de males se lleva al viaje a medios serviles despreciando a medios tradicionales que no le siguen el juego.

España no podía llegar a más, pero a menos tampoco.

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