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Rafa Mir pidió a la víctima de la presunta agresión sexual que no denunciara

La declaración de la víctima a la Guardia Civil recoge que la segunda agresión se habría producido mientras ella esperaba a su padre y que, tras esta, el futbolista y sus amigos echaron a la chica a la calle apenas con un tanga. 

Rafa Mir sale del Juzgado de Llíria en libertad con medidas cautelares tras declarar por una presunta agresión sexualEUROPA PRESS

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El caso Rafa Mir sigue dando de que hablar a medida que se van conociendo detalles de la noche en la que el futbolista habría agredido sexualmente a una joven de 21 años en su domicilio de la urbanización Torre en Conill (Bétera). Al parecer, la agredida, habría contado a la Guardia Civil y a la Policía Nacional que le pregunto en el Hospital la Fe de Valencia, que el jugador la agredió dos veces contra su voluntad introduciéndole varios dedos en la vagina, una vez en la piscina y otra en el baño cuando la víctima ya había llamado a su padre para que fuera a recogerla tras la primera agresión. Tras esto, y cuando Mir y sus amigos echaron de casa a las dos jóvenes, la de 21 años y la de 25, que habría tenido relaciones sexuales consentidas con el delantero del Valencia, el futbolista pidió a la amiga de la agredida que le dijera que no denunciara.

La víctima sostiene, según recoge Las Provincias, en su versión de los hechos que el jugador, tras tener sexo consentido con su amiga, bajo a la parte de la piscina y la lanzó con ropa a ella, tras esto, el jugador, también se metió en el agua y empezó a toquetear a la joven llegando a introducirle los dedos en la vagina. La chica de 21 años insiste en que le pidió a Mir, en repetidas ocasiones, que parara.

Tras esto, la agredida, muy nerviosa, salió de la piscina, se secó con la toalla, y le pidió el móvil a su amiga, ya que el suyo, al parecer, estaría en la discoteca, para llamar a su padre. Mientras esperaba a su padre, la víctima salió a la calle, debido a que le costaba respirar, sin embargo, al darse cuenta de que se había dejado su bolso, volvió a entrar al chalet momento en el que Rafa Mir la vuelve a coger con fuerza del brazo y la introduce en el baño donde se produce la segunda agresión sexual. La joven relata que mientras el jugador le realizaba tocamientos por todo el cuerpo, incluida, nuevamente, la vagina, ella lloraba y su amiga, al otro lado de la puerta, se mostraba incrédula ante la situación: "Me parece fatal lo que estás haciendo, estoy flipando. ¿Cómo puedes estar ahí dentro con él después de que se haya acostado conmigo?", cuenta Las Provincias.

Una vez la joven pudo escapar de Mir, salió del baño y le pidió a su amiga que se fueran de la casa. Ambas jóvenes salen mientras el futbolista y sus amigos las siguen a la calle pidiendo a la agredida que dejará de llorar. Unos minutos después el jugador y sus acompañantes vuelven a entrar al chalet, la amiga de la agredida intenta entrar a recoger sus cosas y es cuando el otro denunciado, Pablo Jara, habría empujado y agredido a la joven, quitándole la toalla que portaba y dejándola semidesnuda en la calle.

Es en ese momento cuando las dos chicas se encuentran con el vecino que llamó a la Policía Local de Bétera y la agredida le pide el teléfono para volver a llamar a su padre, si embargo, este decide llamar a la policía. Mientras está situación se produce, el jugador y sus amigos habrían lanzado la ropa de las dos jóvenes por encima de la puerta del chalet. Tras todo lo sucedido, y según narró la víctima a la Guardia Civil y la Policía Nacional que se encontraba en el Hospital la Fe, lugar donde se detectaron las lesiones, Mir habría llamado a la joven de 25 años para que le pidiera a la de 21 que no denunciara lo ocurrido.

La defensa pide la grabación de las cámaras de la discoteca y se escuda en la declaración dada a la Policía Local

La defensa del futbolista, de momento, se escuda en lo que la joven contó, en un primer momento a los agentes de la Policía Local que llegaron a casa del futbolista. Al parecer, el informe recoge que la joven de 21 años habría dicho que todo lo ocurrido habría sido consentido y que Mir paró cuando ella se lo pidió que parara. Además, Jaime Campaner, abogado del delantero del Valencia, habría pedido la grabación de las cámaras de la discoteca Mya, lugar donde el jugador y las chicas se conocieron, para probar que ambas ya se pelearon allí para ver quién se acostaba con el futbolista.