Joan Baldoví y Juanfran Pérez Llorca se hacen amigos en Les Corts
PPCV y Compromís hacían frente común por la financiación autonómica, mientras que el PSPV de Diana Morant asume el papel de lo que dicta Pedro Sánchez
Raro es encontrar quien no recuerde el dialogo final de la película “Casablanca” dirigida en 1946 por Michael Courtiz. Cuando Rick Blaine le espeta al Capitán Renault viendo salir ambos el avión rumbo a Lisboa en el que vuela Víctor Laszlo, “intuyo que esto puede ser el inicio de una buena amistad”. Viene esa escena a la memoria como interrogante al acuerdo alcanzado entre Compromís y el PPCV el viernes a la noche en Les Corts. Me refiero a la “trampa” que le puso Joan Baldoví a Juanfran Pérez Llorca en forma de resolución sobre la financiación que el Consell debe reivindicar frente al gobierno de Pedro Sánchez. Esperando Compromís que votara en contra, resultó en un voto a favor del PPCV. ¿La actitud de Compromís es meramente accidental, o madurará plantándose ante los intereses de Sumar que perjudiquen a La Comunitat?; ¿será el inicio de una buena amistad, como la de Rick y el capitán Renault, o más bien no? E ahí la cuestión.
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, sacó de la web una enmienda transaccional a una PNL pactada el pasado mes de mayo entre su coalición y PPCV, calcó su contenido y la registró como una propuesta de resolución. Pretendía forzar al grupo liderado por el síndic popular, Juanfran Pérez Llorca, esperando su voto en contra, para exigir una explicación por su cambio de postura. ¿Por qué la apoyaron entonces y ahora, a pesar de ser el mismo texto? Pero fue a por lana y salió trasquilado.
La propuesta de resolución presentada por Compromís constaba de cuatro puntos. El primero, instaba al Gobierno de España a habilitar "inmediatamente el fondo de nivelación transitorio, que inicialmente se cifra en una media de 1.782 millones anuales para el periodo 2024-2027 para compensar la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana, mientras se acometa la reforma del sistema de financiación autonómico, reforma que será tratada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para evitar que se generen desigualdad entre los ciudadanos".
Otro dos afirman, uno que “el fondo de nivelación se implante ya en el presente ejercicio, llevando a cabo las modificaciones normativas y presupuestarias necesarias; la reforma del sistema vigente desde 2009 y caducado desde 2014"; y otro, “reconocer los déficits de financiación acumulados desde que se llevó a término las transferencias de competencias a la Comunitat Valenciana, conocidos como deuda histórica, así como también la definición y establecimiento de un mecanismo de compensación de estos déficits".
La deuda existe, nadie la niega, y hay que buscarle una solución, pero lo urgente y prioritario es, a la par, la financiación de sus intereses y la liquidez de la caja del Consell hasta la revisión del modelo de la LOFCA
Con su propuesta, Joan Baldoví esperaba un voto en contra, o que Juanfran Pérez Llorca tratara de introducir algún matiz en el texto que esperaba rechazar. Y es que aún no se ha enterado que Carlos Mazón se plantó ante Génova haciéndoles cambiar, ya va hablar con Pedro Sánchez con autoridad propia. Vamos, que era una propuesta falta de “inteligencia”. Su empecinamiento, el de Joan Baldoví, al igual que la de Diana Morant y su portavoz en Les Corts, José Muñoz, en defender a toda costa que la conversación entre Carlos Mazón y Pedro Sánchez debe ceñirse a la “quita” de la deuda autonómica acumulada, solo tiene razón de ser como justificación de los acuerdos PSC-ERC para hacer a Salvador Illa presidente de Cataluña. Y por ahí no van los intereses de la Comunitat. Más, bien al contrario.
En la invitación, a la que acudirá el presidente Carlos Mazón para hablar de todos lo que debe el gobierno de Pedro Sánchez a la Comunitat, en el que el “tema estrella” de la infrafinanciación es prioritario, el anfitrión no ha dicho en que consiste ni de qué trata esa “quita”. La deuda existe, nadie la niega, y hay que buscarle una solución, pero lo urgente y prioritario es, a la par, la financiación de sus intereses y la liquidez de la caja del Consell hasta la revisión del modelo de la LOFCA. Y como en toda posición deudora critica, renegociar la “restructuración” de la deuda. Tema respecto al cual deben hablar todos los presidentes autonómicos donde toca.
El síndic Joan Baldoví no podía creerlo el viernes. El síndic Juanfran Pérez Llorca afirmaba, momentos antes de entrar a votar: “Entendemos que ellos tampoco tendrán ningún problema en apoyar nuestra iniciativa en materia de financiación autonómica". El texto del PPCV al que se refería el portavoz popular, presentado a la par del de Joan Baldoví, reclamaba “la puesta en marcha inmediata de un fondo de nivelación y una "reestructuración" de la deuda”. Se trata de negociar la restructuración en torno al 80% de la deuda, el mismo porcentaje que la comisión de expertos de Les Corts calcula que representa la deuda que acumula la Generalitat derivada de la infrafinanciación. Una cantidad que permitiría al Consell ir al mercado para financiarse. Lo mismo que pretende Joan Baldoví.
La cuestión política es, si ese frente común es “flor de un día”, o Joan Baldoví entenderá que en este momento solo hay dos partidos que defienden los intereses de la Comunitat frente al gobierno de Pedro Sánchez
Simultáneamente, los votos de Compromís y del PPCV validaron ambas propuestas. Con el probable ataque de celos de Diana Morant y su “portavoz” en Les Corts, si bien el síndic Baldoví salvaba los muebles con Pedro Sánchez en su coalición Sumar. Pero lo más importante es que PPCV y Compromís hacían frente común por la financiación autonómica. La cuestión política es, si ese frente común es “flor de un día”, o Joan Baldoví entenderá que en este momento solo hay dos partidos que defienden los intereses de la Comunitat frente al gobierno de Pedro Sánchez: PPCV y Compromís. La sucursal del PSOE en la Comunitat hace tiempo que los olvidó; de Vox, lo más seguro es que no pueda fijar la Comunitat en el mapa.
El primero, liberal-conservador; el segundo, nacionalista de izquierdas. Pero ambos comprometidos en la defensa de los intereses de la Comunitat, siempre y cuando Joan Baldoví no se deje engatusar por Pedro Sánchez. Hay que recordarle que Carlos Mazón le plantó cara a Génova y su propuesta del “fondo transitorio de nivelación” obtuvo el respaldo de Núñez Feijoo, mientras que, Diana Morant, y sus compañeros, no quieren saber nada de él, cuando a Ximo Puig le gustaba pero a Pedro Sánchez no. Solo falta por saber si Joan Baldoví se plantará en Sumar, a su subordinación a los gustos y deseos de Pedro Sánchez.