Diana Morant presume por enésima vez de ser universitaria de origen humilde y se convierte en el hazmerreír

Si no lo tienen claro, que sepan que la ministra de Ciencia y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant, es universitaria procedente de una familia humilde, monserga que lleva repitiendo desde el primer día que accedió al ministerio como si el resto de españoles con estudios superiores fueran marqueses. El problema para la socialista es que lo poco gusta y lo mucho cansa, y tras presumir por enésima vez venir de una familia modesta, sólo ha conseguido ser el hazmerreír.

En concreto, Diana Morant indicaba en una entrevista en Infolibre que “soy la primera universitaria de una familia humilde y sencilla. La ciudadanía tiene en mí una garantía de que la universidad pública tiene que seguir siendo ese ascensor social”. Esto lo ha repetido hasta la saciedad desde que llegó al Gobierno de Pedro Sánchez hace tres años, como su gran mérito.

Sin embargo, Diana Morant más que convencer sólo ha quedado en ridículo, pues como le apuntan “eres licenciada de 2007, antes hubo muchas universitarias nacidas en familias humildes ¡Serás arrogante!” o “eres la universitaria 75.674, que hace 50 años que hay universitarias de familias humildes”. Además, le hacen memoria con que ella estuvo 9 años para sacarse la carrera y sólo ha trabajado 3 en la empresa privada frente a los 14 que lleva viviendo de lo público.

Otras personas indican a Diana Morant que "¿antes de usted no había universidades públicas ni becas? siglos de universidades públicas y becas. En usted no tenemos garantía de nada dado que su ascenso social se ha producido ser miembro del PSOE, no por méritos académicos" o "tu ascensor social se llama PSOE". Además, le recuerdan que ella fue a un colegio concertado de monjas, tanto que habla de educación pública, así como que alardee de sí misma: "alábate burro porque nadie te alaba".

La presidenta de las Cortes Valencianas, Llanos Massó, de Vox, contestaba a Diana Morant que “lleva meses repitiendo el mismo discurso. En los años 80, cuando ella nació, miles de jóvenes de origen humilde entraban a la universidad y sí era un verdadero ascensor social. Ahora tras años de una educación en manos de la izquierda, esos universitarios trabajaban por mil euros al mes, muchos de ellos de cajeros en el súper o de repartidores de Telepizza. Su ascensor social ha sido las siglas en las que milita”.