Saqueando que es gerundio

Primero Bárbara Rey y el Emérito. Ahora Errejón, que yo sepa aún no ha sido detenido, pero cualquier ciudadano normal por menos va “palante”. Pero no, esto lo arreglan con unos cursos a los izquierdistas de este nuestro país llamado España, y lo verdaderamente importante, al cajón del olvido una vez más… Tal vez y digo tal vez, la denuncia viene del entorno de sus socios, porque parece ser que el impío padre Pedro que se reúne con el Papa sin creer y sus “chanchullos” han caído en el olvido…

Las almas en pena van al Pulgatorio, y los “coloraos” van al purgatorio de sus propios partidos. Ya lo hacían en la antigua Unión Soviética, y lo siguen haciendo en la nueva Rusia: al que ya no interesa o molesta le ponen un montón de basura encima y a seguir, muerte social… No quiero decir que Errejón no sea presunto culpable, que para mí lo es, pero viendo desde donde viene la denuncia, también tengo claro el propósito de la misma. Una semana entera han abierto todos los informativos con la dichosa denuncia y han dejado atrás lo más importante que ha sucedido en España desde que comenzó la democracia como tal, y la desvergüenza de los dirigentes políticos de la izquierda.

Y como con toda su cara dura (parece ser que esto ya se sabía en sus partidos lo han tapado) mientras hacen discursos y proclamas del machismo en España, siguen y siguen haciendo su discurso ya anacrónico, porque llevan con el “temita” desde los tiempos de Zapatero, que repito como otras veces, y no me cansaré de repetir que con él comenzó el declive de nuestra nación incluyendo en sus filas a personajes de todo tipo de baja estofa y condición.

Como en los países tercermundistas las comisiones por trámites normales ya se cobran. Y por los especiales, dinero del pueblo a todo trapo. La máquina del dinero no ha parado de trabajar en beneficio de unos cuantos sinvergüenzas. España ya pertenece a esos países sin orden ni concierto. Una pena que una Nación que lo ha sido todo en el mundo esté hoy a la altura del barro social-comunista. O cambia rápido o vamos directos al hoyo de la miseria más misérrima. Sí, en superlativo porque la justicia ya no es del pueblo, es de los malos… Siempre supuestamente.