Sánchez huye en Paiporta y deja al Rey y a Mazón dando la cara

Máxima tensión en Paiporta con la visita de los Reyes, Pedro Sánchez y Carlos Mazón, que casi ha acabado en linchamiento, con lanzamientos de piedras y barro que hasta ha impactado en la Reina Letizia. Los monarcas han aguantado y se han quedado aguantando el chaparrón, intentando tranquilizar a la gente, mientras que el presidente del Gobierno ha huido como un cobarde.

Los Reyes se ha dado de bruces con la desesperación de los vecinos que no han dudado en increpar a Pedro Sánchez al grito de “hijo de puta”. Tras recibir un palazo en la espalda, ha abandonado el lugar dejando a los Reyes y a Carlos Mazón solos.

Se ha lanzado fango, botellas, agua y palos e insultando a las autoridades. El Rey, junto a Carlos Mazón, ha paralizado la visita para dialogar con los vecinos, mientras seguían los gritos de “asesinos" o "muerte al presidente". El coche de Pedro Sánchez ha sido recibido a patadas y ha quedado destrozado con los cristales rotos.  

Uno de los escoltas de la comitiva de los Reyes ha resultado con una herida sangrante en la cabeza como resultado de los objetos lanzados y la tensión vivida a su llegada a Paiporta. Se ha visto con la sangre junto a la reina Letizia. 

Felipe VI y la Reina Letizia han suspendido la visita a Chiva "por acuerdo conjunto de las autoridades estatales, autonómicas y de la Casa Real" tras los incidentes registrados en Paiporta. "Cómo no van a sentirse así. Cómo no van a estar cabreados", ha dicho la Reina Letizia, después de tener que retirarse al coche para limpiarse el barro de la cara , antes de regresar a hablar con vecinos. 

Carlos Mazón, tras la visita a Paiporta: "entiendo la indignación social y por supuesto me quedo a recibirla". El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha valorado la actitud del Rey durante la visita a Paiporta, en la que se ha mantenido en la comitiva mientras eran increpados y se les tiraban objetos. "Ha sido ejemplar», ha escrito en un mensaje en redes sociales, en el que ha afirmado que entiende la indignación y se queda a recibirla. "Es mi obligación política y moral", ha zanjado.