La izquierda organiza grupos para acosar a Mazón: "El objetivo es vender que no puede pisar la calle"

“El objetivo es que Carlos Mazón no pueda volver a pisar la calle en su vida”, esta contundente frase la pronunciaba una conocida periodista de izquierdas, de las más agresivas contra Carlos Mazón desde que ganó las elecciones, en un programa de La Sexta cuando le preguntaban por la gestión de la Generalitat en la DANA. Se le escapaba abiertamente en un arrebato de cólera lo que realmente es la estrategia que ha preparado la izquierda en Valencia: recibir al presidente de la Generalitat Valenciana en cada visita que haga con insultos para transmitir esa percepción.

Aprovechando que los ánimos están caldeados -sólo hay que ver los disturbios de Paiporta o como se destrozó el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia en la manifestación- la izquierda no quiere desaprovechar la oportunidad de hacer un acoso y derribo a Carlos Mazón en sus apariciones públicas. Algo que por cierto les funcionó muy bien en la etapa final de Francisco Camps y con la presidencia de Alberto Fabra, que acosaban nada más pisar la calle.

En Torrent la izquierda hizo un ensayo. Carlos Mazón acudía para presentar la puesta en marcha de los autobuses lanzadera con Valencia para paliar la falta de servicio del metro. Allí un grupo de personas le esperaba y le lanzó ritos como “dimisión”, “asesino” o “Picassent -la cárcel- te espera”. El presidente incluso se paró a hablar con alguno de ellos para escucharles pese a los ataques. 

Sin embargo, no fue algo fortuito, entre los organizadores estaba el ex secretario general de Juventudes Socialistas en Torrent, Fernando Samper, ahora en Podemos, o el asesor de Compromís en el Ayuntamiento de Torrent. Ambos por cierto fueron visto hablando de la acción realizada.

Esto además fue amplificado y difundido por À Punt, que lleva unas semanas con una línea de ataque constante a Carlos Mazón ante los rumores de que haya un cambio en la dirección de la cadena, aún en manos de las personas que dejó el gobierno de Ximo Puig. Esto no es uno, sino que desde la izquierda se espera que sea el principio de muchos para desgastar al presidente.