Desplante de Ximo Puig a la vicepresidenta del Gobierno en Alicante
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría anuncia la mejora de los accesos al aeropuerto Alicante-Elche y la construcción de una variante de la N-332 en Benissa.
El Gobierno central parece que ha cambiado de actitud respecto a la Comunidad Valenciana, y en particular, con la provincia de Alicante. Es muy posible que las presiones de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), con los todopoderosos Juan Roig y Vicente Boluda a la cabeza, en su decidida apuesta por la construcción del Corredor del Mediterráneo, con manifestaciones incluidas, hayan sensibilizado a un Ejecutivo que para nada quiere más victimismo en una comunidad autónoma, para eso ya tiene a Cataluña.
Aunque Ximo Puig no dio el nivel deseado al “despreciar” a Soraya Sáenz de Santamaría en su visita a Benissa, donde la vicepresidenta escenificó el inicio de las obras de la variante de la N-332. Eso sí estuvo muy bien arropada por los suyos, con el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, a la cabeza. No sé si como venganza, los platos rotos los pagó el alcalde valencianista de Reiniciem, Abel Cardona, que se quedó con la palabra en la boca, o con la boca abierta, como ustedes deseen. La sombra del ex alcalde “pepero” Juan Bautista Roselló parece aún alargada.
El Consell debería ser más cortés en estos tiempos convulsos cuando la segunda de a bordo del Gobierno de Rajoy viene con 50 millones debajo del brazo. ¿Quién sabe si dentro de poco la Comunidad Valenciana consigue la financiación que sin duda se merece? La vicepresidenta tiene, no hay más que verla, muy buena memoria.
Pero lo realmente importante para la población es que por fin ha dado luz verde para mejorar los hasta hoy tercermundistas accesos al aeropuerto de Alicante-Elche, un aeródromo por el que pasarán este año en torno a los 13 millones de pasajeros. Eso sí, siempre hay un pero, de la línea de ferrocarril entre la capital y Murcia, nada de nada. Me temo que este trazado de tren, que une la segunda y tercera ciudad de la región, tiene sus días contados. Una pena, porque no se aprovecha el potencial de llegar al centro de las dos ciudades y discurrir a escasos metros de la pista de El Altet.
Este proyecto fue aprobado en 2013 pero hasta el próximo agosto no verá la luz. A pesar del retraso de años, es una buena noticia. Se contempla el desdoblamiento de la N-332 y enlace de la N-338 con el recinto de la Institución Ferial Alicantina (IFA). Desde esta conexión se accederá a la feria, la Vía Parque y la N-340, donde se construirán dos glorietas.
La duplicación de la N-338 obliga a desplazar la posición y ampliar el radio de las glorietas y a modificar todos los ramales. «Se trata una infraestructura prioritaria para la cohesión territorial de España y para potenciar las conexiones con la Unión Europea y ahora tenemos que hacer que cuente año a año con los recursos necesarios para llevarla a cabo», espetó Sáenz de Santamaría.
En cuanto a la variante de Benissa un tramo de carretera de doble sentido de 4.680 metros, permitirá que la actual travesía de la N-332 que atraviesa ahora la localidad «pasará a ser historia muy pronto», dijo la vicepresidenta. «La variante mejorará la calidad de vida y la seguridad» de los 11.000 habitantes de esta población de la Marina Alta, quienes sufren actualmente el paso de más de 12.000 vehículos, un millar de ellos de tipo pesado, por su casco urbano.