Sanidad cede y cambia los desfibriladores del SAMU
Pese a que la Conselleria de Sanidad ha defendido que los actuales desfibriladores que equipa el SAMU de la Comunidad Valenciana "se encuentran por debajo del peso recomendado para la protección de la mayoría de sus trabajadores" va a proceder a cambiarlos antes de fin de año, según ha podido confirmar Esdiario de fuentes sanitarias.
La decisión se produce tras las denuncias presentadas por médicos de esta unidad ante Sanidad en la que alertaba del excesivo peso de los monitores, en torno a 14 kilos, lo que habría provocado bajas entre el personal médico por sufrir lesiones en hombros y brazos, hecho que ha desmentido la propia conselleria. Sin embargo, pese a tener informes favorables del área de Riesgos Laborales, la decisión parece estar tomada después de buscar varias alternativas tras abrir los preceptivos informes.
"Estos desfibriladores son de gran calidad, pero no son lo suficientemente ligeros para trasladarlos hasta las viviendas por su excesivo peso", afirma un médico de este servicio. Además, indica que el problema es: "si tenemos que subir a un cuarto o un quinto piso sin ascensor, debido a su gran peso, hay veces que los médicos suben sin el monitor, teniendo que bajar con gran celeridad al enfermo hasta la ambulancia para asistirle adecuadamente. Esos minutos son clave en cualquier urgencia", afirma el facultativo. Incluso, según su versión, "hay algunas unidades que cargan los monitores en carritos de la compra".
Bránulas baratas
Pero los desfibriladores no son la única queja de los médicos. Los recortes que se vienen realizando en el área sanitaria ha provocado casos muy curiosos. Un ejemplo son las bránulas con las que se coge una vía al paciente. Se cambiaron por unas más económicas, pero la mayoría de enfermeros se quejaron por ser mucho peores, lo que dificultaba poner rapidamente la medicación al enfermo. Pese a las quejas del personal, se siguieron colocando las más baratas, lo que llevó a médicos y enfermeros a tirar de picaresca. "Algunos cuando llegábamos a un hospital y veíamos la bránulas buenas, las "sustraíamos" para nuestros pacientes. Es patético, pero así funciona todo. Ahora, sólo se utilizan bránulas de calidad. Al menos algo hemos ganado", aseguran estos facultativos.