El Mercado Central cierra sus puertas para realizarse nuevas catas
Los placeros que aún quedaban en el Mercado Central han empezado a recoger sus enseres ante el cierre inminente del recinto.
La media docena de placeros que aún estaban en el Mercado Central de Elche “han arrojado” la toalla y han iniciado este lunes el abandono de las instalaciones una vez que la Dirección General de Cultura de la Generalitat Valenciana haya dado luz verde a las terceras catas, que se iniciarán en cuando esté desalojado totalmente. Así se acaba, de momento, la historia de un inmueble que ha centrado la política local desde la pasada legislatura y que ha provocado fricciones entre los socios de gobierno que conforman el tripartito (PSOE, Compromís y Partido de Elche).
El edil de Mercados, Carlos Sánchez se ha puesto a disposición de los placeros para ayudarles a recoger sus pertenencias e incluso les ha ofrecido otros puestos en otros mercados de la ciudad. El concejal ha insistido en que los comerciantes sabían perfectamente que este día iba a llegar y que así se lo comunicaron en julio, una vez que el Ayuntamiento, con el rechazo de Compromís, retomó un asunto que quema en las manos a este gobierno.
El edil Carlos Sánchez ha afirmado que los comerciantes sabían desde julio lo que iba a suceder
El proyecto del nuevo Mercado Central fue una iniciativa del anterior equipo de gobierno encabezado por la popular Mercedes Alonso. La iniciativa, que provocó parabienes y rechazo en algunos sectores, sobre todo en los placeros afectados, contaba con todos los permisos legales. Sin embargo, los diferentes criterios y las promesas electorales de los nacionalistas de Mireia Mollà han rechazado una obra que en otras circunstancias estaría casi finalizada.
En este tortuoso camino se han cruzado acusaciones de todo tipo y se ha cuestionado el proyecto por varias razones, aunque donde se hace más hincapié ahora es en la creación de un aparcamiento subterráneo de más de 300 plazas en pleno casco histórico. De ahí la importancia de las catas. En las ya realizadas, de momento, no parece que se haya encontrado algo significativo.
Parte trasera del Mercado Central de Elche.
Otro factor determinante es que la empresa que realiza este proyecto, Aparcisa, puede acudir a los juzgados de no realizarse la obra, y en el Ayuntamiento que dirige el socialista Carlos González saben que solicitaría una indemnización muy alta (unos 4 millones) al haber cumplido todos los requisitos legales que se le solicitaron en su momento, más la inversión ya realizada. Pero es un tema que va más allá de los datos económicos.
La recisión del contrato con Aparcisa podría obligar al Ayuntamiento a indemnizar a la empresa con 4 millones
Los empresarios y ciudadanos que apuestan por un nuevo Mercado Central consideran que sería un gran impulso para el resto de comercios que rodean el inmueble. De hecho, el centro se muere, tal y como han destacado asociaciones de comerciantes y plataformas ciudadanas como Elche Piensa. Sin embargo, hay otros colectivos totalmente en contra, como Salvem el Mercat, que afirman que es una barbaridad y “un negocio” para algunos, hacer un “mamotreto en pleno centro histórico ilicitano”. Incluso se ha llegado a decir que estas nuevas instalaciones pueden afectar a las representaciones del Misteri.
Escepticismo en el PP
Pese a que los pasos apuntan a que cada vez está más cerca una resolución de este conflicto, desde el PP se considera que las obras no van a empezar en esta legislatura. “Ya se encargará Compromís de poner todas las trabas posibles”. Fuentes del PP consideran que seguro que “se van a tirar 18 meses con las catas porque al tripartito no le interesa que vea la luz el proyecto”.
En su momento Vicente Granero, portavoz adjunto del PP, dijo que “Compromís estará con el PSOE mientras esté paralizado el proyecto del Mercado Central”. Incluso llegó a criticar que el tripartito se gastara dinero de los ilicitanos en acondicionar la planta de un edificio que todos saben que se iba a derribar.
Así las cosas, es público y notorio el enfrentamiento de Mireia Mollà con sus socios de gobierno por este asunto. En principio, no participaba en las juntas de gobierno que abordaban el tema, pero ahora rechaza el proyecto de forma taxativa.