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Banco de Sabadell y CaixaBank: ¿Bienvenido Mister Marshall?

Hay que dar tiempo al tiempo para saber si realmente ese traslado de sedes bancarias catalanas repercutirá de forma directa en la economía de la Comunidad Valenciana.

Sede del Banco Sabadell en Alicante.

Publicado por
J.Prats

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Cuando caminas solo por el desierto y alguien te ofrece un vaso de agua, como es lógico, te la bebes, no hay otra si quieres vivir unas horas más. Pero para salvarte necesitas un aporte continuado y efectivo del líquido elemento, porque si no, tu muerte es segura. Este ejemplo puede servir de símil para lo que está pasando con el anuncio de Banco Sabadell y CaixaBank del traslado de sus sedes sociales a Alicante y Valencia, respectivamente.

Es obvio que para la Comunidad Valenciana es un éxito de imagen que estas dos grandes empresas fijen su mirada en la región, máxime cuando su sistema financiero valenciano ha sido desmantelado tras la desaparición de Bancaixa y la CAM, dos cajas de ahorro que fueron punteras en el conjunto de España.

Lo trascendente sería incorporar el traslado de centros operativos que pueden provocar creación de empleo

Sin embargo, hay demasiadas incógnitas que es de suponer que con el tiempo se desvelarán. El mero hecho de que trasladen su sede social en sí mismo no es nada -alguna ventaja fiscal-, aunque como vivimos en la sociedad de la imagen el gesto es, en teoría, beneficioso. Sin embargo, hay que seguir escarbando por debajo, donde realmente está el tesoro que todos queremos encontrar. Lo trascendente sería incorporar a esta decisión el traslado de centros operativos de las dos entidades. Hablamos de servicios informáticos, de contabilidad, auditoría… y todo un sinfín de actividades que pueden provocar la creación de puestos de trabajo en su zona de influencia. Esa puede ser la clave. Ahí podíamos agitar nuestras banderas saludando al Míster Marshall catalán.

Es verdad que aún es pronto para saber el impacto que va a tener en Alicante y Valencia, pero resultan en cierto modo hasta pueriles las reacciones de algunos de nuestros políticos locales. Si alguien se cree que el presidente del Banco de Sabadell Josep Oliu o el de la Fundación Bancaria la Caixa Isidre Fainé, han elegido este cambio porque los gobiernos de la Generalitat Valenciana o de Alicante han cambiado o mejorado la reputación de la región, están muy equivocados.

CaixaBank es la tercera entidad financiera de España.

La verdad, después de lo acaecido en los últimos años en la región, cambiar la imagen de la Comunidad Valenciana, en su conjunto, no era nada difícil. Corrupción, pérdida del sistema financiero, entre otros múltiples despropósitos, dilapidaron la imagen de la Comunidad. Pero la verdadera elección de las dos ciudades ha sido para defenderse de sus pérdidas millonarias en Bolsa y de la fuga de clientes a otras entidades. El 80% del negocio de ambos bancos está fuera de Cataluña. Sólo hay una ideología que está por encima del resto, que esta sí que es supremacista, la del dinero. Se necesitaba buscar una seguridad jurídica y regulatoria que a día de hoy no ofrece Cataluña por culpa del desafío independentista.

Corrupción, pérdida del sistema financiero, entre otros múltiples despropósitos, dilapidaron la imagen de la Comunidad Valenciana

Llama la atención cómo el vicepresidente del Govern y conceller de Economía, Oriol Junqueras, imploró “clemencia” a las dos grandes entidades catalanas. Su marcha de Cataluña tiene más impacto mediático que la aplicación del 155 de la Constitución. Al menos, eso sí, pudo frenar su huida a Madrid, aunque él sabe que el verdadero centro neurálgico de estas dos entidades ya está o estará en la capital. Si no, ¿por qué el Consejo de Ministros aprobó este viernes un decreto para facilitar la salida de las empresas de Cataluña ante la inseguridad jurídica actual? Blanco y en botella.

Oriol Junqueras imploró “clemencia” a las dos grandes entidades catalanas para que no se marcharán; de nada sirvió

De nada sirve que Junqueras hable de que las sedes sociales se van a los Países Catalanes, no a Madrid. Pura propaganda nacionalista para que los suyos sigan apoyando este suicidio colectivo al que asistimos con la boca bien abierta. Incluso Mónica Oltra salió al paso sentenciado que “yo no opino sobre ectoplasmas”. La definición de esta palabreja es: “sustancia blanca y vaporosa que un médium emite por la boca, en determinadas circunstancias (durante la comunicación con espíritus y otras fuerzas ocultas), y con la que se forman apariencias de seres vivos o de objetos”. Igual llamó médium al vicepresidente catalán. Cuántos enemigos se está granjeando la vicepresidenta valenciana en el Bloc.

Toca esperar a ver cómo acaba la aventura independentista y el impacto que va a tener en la economía real de la Comunidad Valenciana la llegada de CaixaBank y Banco Sabadell. Aunque una cosa es segura: nada volverá a ser como antes.