El ferrocarril, el verdadero vertebrador del territorio
Alicante necesita la potenciación de las Cercanías ferroviarias. En la actualidad hay dos prioridades: salvar la línea Alicante-Elche y reanudar el servicio entre Alicante y Villena.
La noticia adelantada por el diario Información de que Fomento va a recuperar el servicio de Cercanías entre Alicante y Villena es un acontecimiento de gran trascendencia para el transporte ferroviario de la provincia, y puede contribuir a una mejor vertebración del territorio y a aliviar carreteras como la autovía de Madrid, muy saturada en el tramo entre Alicante y Almansa. Habrá, en principio, diez servicios una vez que se firme el convenio con Renfe, con una frecuencia de 90 minutos. La población beneficiada supera los 500.000 vecinos.
Hay que salvar las Cercanías entre Alicante y Elche; realizar la conexión al aeropuerto; construir el tren de la costa y completar el Corredor Mediterráneo
Es un primer paso, pero de gran calado, para racionalizar el transporte y volver a explotar una línea infrautilizada desde que se inauguró el AVE a Madrid. Ahora sólo faltan tres patas más: salvar las Cercanías entre Alicante y Elche, los trenes paran en el centro de las dos ciudades; la conexión sí o sí entre el Aeropuerto de El Altet con las dos grandes metrópolis alicantinas (son la segunda y tercera ciudad de la Comunidad Valenciana); y el tren de la costa, quizá una obra que aún queda algo lejana pero que no deja de ser una necesidad.
No nombro la terminación del retrasado Corredor del Mediterráneo, porque todo indica que por fin el Gobierno central se ha puesto las pilas para realizar una infraestructura fundamental para España. ¿Cómo es posible más de 20 años de retraso? Las comunidades autónomas que reclaman el Corredor Mediterráneo (Andalucía, Murcia, Valencia y Cataluña) aportan el 50% de la población española, el 45% del PIB, el 47% del tejido productivo, el 46% del empleo, el 51% de la exportación de bienes, el 63% del tráfico de mercancías portuarias... Con esos datos, no hay gobierno que pueda dar la espalda a este proyecto, aunque los más críticos califiquen de parche lo del tercer carril. Mejor tener esto que nada.
Estación de Atocha de Madrid.
La inauguración de la línea de Alta Velocidad entre Alicante y Madrid ha permitido conectar ambas ciudades en poco más de dos horas. Los resultados de explotación son muy positivos –mejor no hablar del tiempo en que se tardará en amortizar la inversión en esta como en el resto de líneas AVE- porque han permitido incrementar los tráficos y modernizar una infraestructura que había quedado obsoleta. Quizás el mayor inconveniente de la puesta en servicio de estas líneas ha sido que localidades importantes de la provincia se han quedado sin servicio ferroviario.
Por eso hay miedo en Elche -tendrá su AVE en el primer semestre de 2018- de perder su Cercanías utilizado cada año por más de cuatro millones de viajeros. Pero tras la decisión del último Consejo de Ministros, las sombras pueden empezar a despejarse. Sería absurdo e iría contra la lógica abrir las Cercanías con Villena, que nunca funcionaron en cuanto a ocupación, y cerrar la línea Alicante-Elche que transcurre junto al aeropuerto y al Polígono Industrial de Torrellano y une la segunda y tercera ciudad de la Comunidad Valenciana. Pero cosas peores se han hecho.
La reanudación del servicio Alicante con Villena dará servicio a una población superior a los 500.000 habitantes
La futura explotación del ramal recuperado va a costar 3.5 millones pero ese dinero es bien empleado si sirve para dar un mejor servicio a la población y retirar tráfico de las carreteras. Ciudades de la importancia de Elda, Petrer y Villena van a salir muy beneficiadas. Hay que tener en cuenta que el apeadero de la Universidad de Alicante genera un potencial de viajeros que antes no había. Precisamente, la supresión del servicio de Renfe vino como consecuencia de la baja ocupación de los trenes en los años 90.
Apeadero de la Universidad de Alicante.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, va a explicar este lunes al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, todos estos detalles. Sería bueno que el responsable del Consell aprovechara la reunión para poner sobre la mesa, aparte del consabido Corredor Mediterráneo, el futuro del tren de la costa y, sobre todo, la remodelación integral de la línea Alicante-Elche.
Y algo fundamental: la Administración debe realizar campañas de concienciación ciudadana para la utilización del transporte público. Pero claro, antes de esas campañas debemos tener alternativas y precios asequibles. Ahora, con la línea Alicante-Villena, se abre un nuevo futuro que beneficia al medioambiente, la seguridad, la movilidad y el bienestar del ciudadano. Por tal motivo, esta vez no volvamos a perder el tren y no cerremos líneas que no funcionan porque los diferentes gobiernos han dejado de invertir en su mejora y modernización.