El derribo del edificio El Progreso vuelve a poner en evidencia al tripartito
El PP califica de nueva "chapuza" del tripartito la paralización del derribo del edificio el Progreso,cuando había concedido el propio Ayuntamiento licencia para demoler el inmueble.
El portavoz adjunto del grupo municipal popular, Vicente Granero, ha visitado este lunes la zona de la Plaza de la Constitución de Elche para comprobar el estado en el que se encuentra el edificio El Progreso. Granero ha denunciado “el caos que ha organizado el tripartito de nuevo en la ciudad. Es una vergüenza lo que está ocurriendo en nuestro municipio y que a día de hoy tengamos una artería principal de la ciudad cortada al tráfico desde hace días”.
El portavoz adjunto del PP ha añadido “que están creando un caos no sólo en el tráfico sino en otros muchos ámbitos como comercios, transporte público y escolar, acceso a aparcamientos privados, etc. Los vecinos de la zona y comerciantes no saben lo que está pasando y así nos lo han trasladado. En este momento nos encontramos que a pie de obra no hay nadie de la empresa, no hay Policía Local y por ello denunciamos que esta situación está perjudicando de una manera muy grave a los ilicitanos”.
Vicente Granero culpa de la situación del "caos" a la guerra abierta entre el PSOE y Compromís y compara el "conflicto" con el del Mercado Central y el Hotel de los Arenales
Granero habla con vecinos afectados por el corte de la calle.
Vicente Granero ha incidido “en que todo el mundo sabe que esta situación está desatada por una guerra abierta entre PSOE y Compromís ya que ha habido una paralización desde la Conselleria de Cultura cuando había una licencia de demolición concedida por el Consistorio ilicitano. Y esta decisión que se toma en el último momento, a última hora y sin explicaciones creando un grave problema. Todo esto se asemeja a otras cuestiones a las que ya nos tienen acostumbrados como es el hotel de Arenales del Sol o el Mercado Central. Por ello exigimos que solucionen esto de forma inmediata, tiene que haber una solución rápida y que todo vuelva a la normalidad. No puede consentirse que esté todo afectado por culpa del equipo de gobierno esperando que tome alguna decisión”.
Equipo de gobierno
Por otro lado, el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, ha asegurado que desde el Ayuntamiento se han vuelto a poner en contacto con la Conselleria de Cultura para pedir “máxima celeridad” en la solución al problema que se ha generado en torno al edificio de Nuevo Riegos El Progreso.
El edil de Urbanismo exige a la Conselleria de Cultura una solución urgente para desbloquear una situación que provoca graves problemas de tráfico y afecta al comercio
“Hoy nos hemos puesto en contacto con la directora general de Cultura y le hemos pedido máxima celeridad y urgencia en la resolución que la conselleria estime conveniente adoptar, en base a las competencias que ejerce, respecto al edificio de Riegos El Progreso”, ha indicado Sánchez, quien ha añadido que “esperamos que sea urgente porque estamos lógicamente preocupados por el corte de una calle de intenso tráfico y con muchos comercios. De hecho, así se lo trasladamos el pasado viernes a los técnicos de la conselleria que vinieron a ver en qué estado se encontraban los trabajos de demolición”.
Defensa del patrimonio
Varios colectivos cívicos y sociales defensores del patrimonio local, han presionado para que se frenara la demolición de un edificio singular, según su versión. Uno de los aspectos en los que han incidido las partes contrarias a este derribo es en que en el Catálogo de Edificios Protegibles de 1998, aprobado junto al PGOU de dicho año, el documento atribuía a la finca, reconociéndola como un ‘todo’ -la sala de venta, las oficinas y el patio interior-, una protección estructural, mientras que en la ficha técnica del inmueble, la fachada más antigua, la que da a la Plaza de la Constitución, quedaba fuera.
El edil de Urbanismo apunta que esa protección estructural se refiere específicamente a la fachada que da a la calle Empedrat, donde se encuentran las actuales oficinas de la empresa, por lo que la otra queda fuera del catálogo vigente. En lugar de este edificio se levantará un bloque de oficinas, aunque aún está por ver el resultado final que tienen pensado los propietarios del inmueble.