El pleno de Benidorm recrudece el histórico enfrentamiento entre Amor y el PP
Cada vez que el Ayuntamiento de Benidorm celebra una sesión plenaria emerge la animadversión manifiesta y mutua entre la liberal Gema Amor y sus antiguos compañeros del Partido Popular.
Una vez más, un pleno más y de nuevo se han visto reflejadas las diferencias personales entre el gobierno del PP y la concejal liberal Gema Amor. Diferencias absolutamente irreconciliables y que vienen de mucho tiempo atrás, de cuando la propia Amor era un cargo destacado de los populares. Ya entonces había una evidente falta de sintonía entre el sector que ella encabezaba y el del exalcalde, Manuel Pérez Fenoll, en el que se alineaba el actual primer edil, Toni Pérez.
El pleno podría acabar en los tribunales. La grabación fue solicitada por Amor al concluir la sesión.
Lo cierto es que el espectáculo que ambas partes han ofrecido durante la sesión no ha sido propio de un escenario en el que supuestamente se debaten propuestas para la ciudad. Desde primera hora de la mañana se ha visto que los rifles ya estaban cargados y, como era de suponer, el fuego no se ha hecho esperar. Poco importaba si el sentido del voto era el mismo o no. De hecho tanto populares como liberales han votado a favor, por ejemplo, de la nulidad del convenio suscrito en 2006 entre el Ayuntamiento y la Sociedad proyectos Temáticos para la construcción del Centro Cultural. Una propuesta que, dicho sea de paso, da vía libre para que esas obras se retomen y la infraestructura deje de ser un esqueleto de hormigón y pueda tener utilidad dentro de año y medio.
No, lo importante era disparar. Comenzó Gema Amor indicando que ese centro cultural era “la gran mentira del PP” por la “infinidad de promesas falsas”. Continuó recordando que la primera piedra puesta por Francisco Camps y Pérez Fenoll “es la vergüenza de todos los valencianos sabiendo lo que hay detrás de Camps”. Y así unas cuantas frases más que lograron encender al portavoz popular José Ramón González de Zárate. Este le recordaba que ella fue asesora de la Conselleria de Urbanismo, máxima responsable de la Sociedad Proyectos Temáticos y consellera en varias áreas con mandato del PP de Camps. Incluso en el acto de colocación de la primera piedra del Centro Cultural la propia Amor aparecía en la foto con el entonces presidente de la Generalitat.
Dudas y sospechas eternas
La guerra dialéctica, lejos de detenerse, ha ido in crescendo con el paso de los puntos, en especial con el relativo a la retirada de la condición de agente urbanizador a la mercantil que iba a desarrollar un plan parcial debido a que ésta se encuentra en fase de liquidación.
La liberal ha continuado expresando en voz alta las “dudas eternas” que rodean la gestión urbanística del PP, ha vuelto a sacar a la palestra al empresario Enrique Ortiz y sus “sospechas” de que este sector oculte otros aspectos que se desconocen.
Ni siquiera la pausa para comer ha calmado los ánimos. Todo lo contrario. La traca mayor estaba aún por dispararse. Por si fuera poco, en el intercambio de golpes también el grupo Ciudadanos ha entrado al trapo. Bien porque Amor lo haya provocado, bien porque los concejales de Albert Rivera tampoco sienten simpatía alguna por ella, el caso es que la batalla ha ido sumando adeptos.
Así ha sido hasta que se debatía una moción de la propia Amor sobre la regulación de los retranqueos. Ahí, Amor ha recriminado al alcalde que le interrumpiese mientras estaba en el uso de la palabra “por novena vez hoy”. “Cada vez que habla demuestra cómo es usted y queda retratado como tal” le ha espetado la liberal.
Y Pérez, ya sí, ha estallado para estupor de la mayoría de los presentes. El alcalde no se ha dejado nada en el tintero y, en un tono muy áspero, ha sacado a relucir su inexistente simpatía hacia Amor y su hartazgo ante la situación creada. “Le doy mil lecciones de honradez. Ya está bien de que usted diga lo que quiera de las personas y le cortaré en su turno siempre que diga sandeces o insultos hacia otros. Haga una composición de su vida política porque es usted un espejo en el que nunca me miraré. Yo nunca he robado nada. Ya está bien de sus insinuaciones. Lávese usted la boca para hablar de mi” le ha dicho Pérez.
González de Zárate, el portavoz del gobierno, también ha tenido palabras para Amor y también se ha quedado a gusto. “Es usted la más oportunista de los políticos que conozco, sólo busca los votos, lo demás le da igual todo”.
De Zárate le ha acusado de “cargarse a Juan Ángel Ferrer (un exconcejal socialista titular de Urbanismo durante el mandato de Agustín Navarro hasta el pacto con los liberales) porque quiso solucionar los retranqueos”. Y ha proseguido recriminándole que “es la persona que más engaña al pueblo de Benidorm”. El regidor popular le ha recordado que “tiene dedicación absoluta en el Ayuntamiento y en dos años ha venido seis días. Eso es una dejadez absoluta. Trabaje por la ciudad, que para eso le pagan”. El nivel de asedio ha llegado al punto de parafrasear a Mariano Rajoy cuando hace meses se dirigía a Pablo Iglesias, aunque en esta ocasión De Zárate haya tenido más éxito que su líder al menos a la hora de expresarse. “Cuanto peor para Benidorm, mejor para usted. Esa es Gema Amor”.
Ante la estupefacción general por el tono de la sesión y de las palabras de los dos populares, el portavoz socialista Rubén Martínez sólo ha acertado a decir que “hoy siento vergüenza de pertenecer a esta corporación” y a pedir que “retiren lo que han dicho los tres”.
Rencor, ira y odio
También el no adscrito Leopoldo Bernabeu, otrora inmerso en espectáculos poco edificantes en el Ayuntamiento, ha calificado lo sucedido de “muy lamentable y violento”.
Aunque no todos pensaban lo mismo. En eso ha surgido de nuevo la figura del líder de Ciudadanos, Rafael Gasent, para echar un poco de gasolina y espetarle a la concejal liberal que “penoso, triste y ridículo es creerse la más lista y no saber ni leer”.
Y ha llegado el turno de Gema Amor después de escuchar todo lo que se le había dicho. Siendo fiel a su carácter no se ha amilanado. Ha admitido que “lo de hoy ha sido uno de los días más desagradables que he vivido en política por la virulencia con la que se ha intervenido” y ha advertido que “lo que me ha dicho el alcalde está grabado y me encargaré de que lo escuche todo el mundo”.
En ese punto, Amor ha aprovechado su turno de palabra para dar su particular versión de lo sucedido, pero sin olvidar nuevos dardos contra sus contrincantes. “A mis palabras de lealtad institucional han respondido con insultos, a mis agradecimientos han contestado con acusaciones. Ustedes tienen rencor, ira y odio hacia mi, pero yo no he dicho nada contra usted –el alcalde- salvo que se ríe de la ciudad”.
Ha rebajado el tono al ofrecer “mis disculpas si he ofendido a alguien” y ha dicho haber hecho “autocrítica” por su labor en el tiempo que ocupó el gobierno local “por no haber sabido dar solución al problema de los retranqueos”, pero acto seguido ha vuelto a la carga para acusar al PP de “no tener la más mínima voluntad de hacer nada con esta moción”.
Educación y dignidad
Después, Pérez en un tono más calmado pero con la misma contundencia que antes se ha dirigido a Amor para insistirle que “no me mire a la cara para hablarme de honradez o dignidad” y ha afirmado que “yo sí sé lo que es oponerme a la corrupción en mi partido”. Ha lanzado esa frase justo antes de dirigirse de nuevo a ella para decirle que “usted no se fue del PP, la echaron”. Y concluyó con otra sentencia. “Yo saldré de aquí con la misma dignidad que entré porque a mí nunca se me ha quedado nada pegado a las manos”.
Cerró sus intervenciones Gema Amor hablando de “la educación y el respeto que me enseñaron en casa, algo que usted ha demostrado no tener”.
La sesión plenaria aún ha proseguido un par de horas más, aunque ya sin el fervor anterior y con una audiencia que posiblemente estaba más pendiente del comportamiento de sus políticos que del contenido de las propuestas.