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Benidorm vuelve a iniciar la regulación de los retranqueos por enésima vez

Benidorm iniciará de nuevo un proceso que lleva décadas estancado por la dificultad de legalizar una infracción urbanística que ya forma parte de la imagen de la ciudad.

Vista de la Avenida del Mediterráneo en Benidorm

Publicado por
Julio Marín

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El Ayuntamiento de Benidorm iniciará una vez más el proceso para regularizar los retranqueos en establecimientos comerciales de la ciudad. Dicho así parece un proceso administrativo más que solo requeriría de los preceptivos informes técnicos y la voluntad política de llevarlo a cabo. Sin embargo, es una de las asignaturas pendientes desde hace décadas que todos los gobiernos prometieron solucionar, pero que ninguno finalmente se puso manos a la obras más allá de las buenas intenciones.

El retranqueo es en sí una infracción urbanística muy extendida en Benidorm, en especial en las grandes avenidas con profusión de establecimientos comerciales o de restauración. Consiste en el cerramiento irregular del negocio, ocupando una parte de la vía pública. Ocurre que lo que en un principio debería haber sido una excepción, al final acabó siendo una norma habitual. De hecho, no es raro encontrar negocios cuyo retranqueo o superficie ocupada es dos o tres veces mayor que el propio local.

Sucede también que en la mayor parte de los casos no se puede actuar contra ellos porque la administración ha ido dejando hacer y la infracción ha prescrito. Mientras tanto, perdura la situación de inseguridad jurídica de los empresarios porque si desean cambiar de actividad en el mismo local deberían retirar el cerramiento para obtener una nueva licencia de apertura.

Un problema que viene desde hace mucho tiempo

El problema viene de antiguo. Ya en los primeros años del siglo, dos sociólogos como José Miguel Iribas y Mario Gaviria insistían en la necesidad de abordar la situación para su regularización. Una petición que también llevan realizando empresarios y comerciantes, quienes siempre han mostrado reticencias a invertir en el negocio debido a la falta de garantías.

Otro caballo de batalla ha sido la regulación estética. Benidorm ha tenido políticos que han querido “uniformar” la imagen de estos espacios, dotándolos de criterios estéticos acordes con la imagen que se quiere de la ciudad. Pero se han topado siempre con lo mismo: la imposibilidad de elaborar una ordenanza que determine las características que ha de tener algo que, por definición, es ilegal.

Y así, todos coincidían en que lo primero era dedicarse a estudiar cómo hallar la figura jurídica que legalice los retranqueos y, con posterioridad, profundizar en la imagen y el diseño de estos espacios. Conviene no olvidar que al tratarse de una ocupación ilegal el Ayuntamiento tampoco se puede beneficiar del cobro de tasas, por lo que una regulación conllevaría ineludiblemente un incremento de ingresos para el Consistorio.

Ha sido ahora cuando el Consejo Asesor de Escena Urbana ha acordado seguir el modelo que se está aplicando a los hoteles que quieren aumentar su edificabilidad. El conocido “premio hotelero”, la modificación puntual número 1 del Plan General, que consiste en que el establecimiento cede al Ayuntamiento suelo para uso dotacional o bien una compensación económica. En el caso de los establecimientos comerciales o de restauración, deberían ceder para el uso público una parte de la superficie ocupada o en su defecto deberían compensar económicamente al Consistorio por dicho espacio.

De momento se ha acordado explorar esta vía, que supondría una nueva modificación puntual del PGOU, la número 22, pero dicha modificación no ha de tramitarse sólo en sede municipal, sino que al ser “estructural” debe contar previamente con el visto bueno de la Conselleria pertinente. “Eso impide fijar una fecha de finalización” señalaba Lourdes Caselles, concejal de Urbanismo. O lo que es lo mismo, la cosa sigue yendo para largo.