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El mundial nuclear

Rusia confirmó el pasado 5 de febrero la instalación de misiles con capacidad nuclear en el enclave de Kaliningrado, donde este verano jugará el mundial de fútbol nuestra selección.

El mundial nuclear

Publicado por
Juanjo Crespo*

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La Orden Teutónica nació en el siglo XII cuando caballeros alemanes se enrolaron en la cruzada contra Saladino para recuperar Jerusalén. Décadas después aún seguían guerreando y en el siglo XIII luchaban por cristianizar Prusia Oriental. El rey Otakar II de Bohemia, uno de los grandes apoyos de estos nuevos cruzados, mandó construir la ciudad de Königsberg, desde donde los teutones lanzaron su victorioso ataque final.

Königsberg pasó a ser parte de Prusia y allí nació y vivió el filósofo Immanuel Kant. Tanto vivió allí que se cuenta que jamás salió de su ciudad. Supongo que una de las ventajas de querer profundizar tanto en uno mismo –como Kant- es lo poco que necesitas viajar para encontrarte.

La ciudad del filósofo prusiano dejó de ser alemana tras la II Guerra Mundial y pasó a ser parte del imperio soviético, tomando el nombre de Kaliningrado en honor de uno de los cuatro padres de la Unión Soviética, Mijaíl Kalinin, quien acuñó la famosa frase de que “un comunista es joven hasta la muerte”.

Varios años después, y tras la desmembración de la URSS, esta ciudad quedó incorporada a Rusia, siendo ahora mismo un pequeño enclave entre Polonia y Lituania.

¿Por qué es tan importante hoy en día Kaliningrado? Pues hay varios motivos. El primero, porque es el único puerto ruso en el Mar Báltico que no se congela durante el invierno…, es decir, es el único puerto que Rusia puede usar los 365 días del año en este mar.

Hay otro motivo, y ya lo hemos comentado en algún artículo anterior. La nueva doctrina militar rusa plantea establecer una serie de “burbujas” inexpugnables que impidan a otros ejércitos acceder a ese territorio. La burbuja de Kaliningrado está en medio de varios países OTAN, lo que condiciona terriblemente el uso de fuerzas de la Alianza en esa zona.

Y si todo esto no fuera suficiente, el pasado 5 de febrero el presidente de la Comisión de Defensa del parlamento ruso, Vladimir Shamanov, confirmó el despliegue en Kaliningrado de misiles Iskander, con un alcance de hasta 500 kilómetros (¡toma burbuja!) y la capacidad de poder llevar cargas nucleares.

Los apenas 225 kilómetros cuadrados de la antigua orden teutona acaban de convertirse en un dolor de cabeza “no sólo para el Báltico, sino para media Europa” como acaba de decir Dalia Grybauskaite, Presidenta de Lituania.

Esta presencia permanente de los Iskander en Kaliningrado lo cambia todo. Hasta ahora, el ejército ruso había desplegado plataformas portátiles de estos misiles para sus maniobras (con el consiguiente mosqueo de las repúblicas bálticas y Polonia). Pero claro, una presencia permanente es toda una declaración de intenciones.

Sin duda, el principio de “acción-reacción” provocará que algunos países OTAN soliciten ayuda a EEUU para sentirse más seguros, y ya se habla de que misiles Patriots norteamericanos desplegarán en Estonia como respuesta a los Iskander.

Y en medio de esta escalada de misiles, en unos meses la selección española de fútbol jugará contra Marruecos en el Estadio “Arena Baltika Kaliningrado” en la primera fase del mundial.

Teutones en las cruzadas, un filósofo que no se atreve a salir de su pueblo, un bolchevique que no quiere envejecer, un mar que no se congela, una burbuja que crece, una presidenta con jaqueca, unos misiles que asustan a medio continente… y el último mundial de Piqué.

Se me agolpan demasiadas ideas. Me gustaría dejar de filosofar, but I Kant.

* Experto en Seguridad y Geoestrategia

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