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Franco, el virrey del socialismo alicantino, desafía a Ximo Puig

El PSPV-PSOE no ha sabido digerir la pérdida de la Alcaldía de Alicante. Franco ha vuelto a convertirse en el protagonista de esta película de terror poniendo en un aprieto a Ximo Puig.

Eva Montesinos junto a Ximo Puig en la romería de Santa Faz.

Publicado por
Pepe Encarnación

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Eva Montesinos no sólo ha pagado sus errores, sino también los de sus compañeros de viaje en la loca aventura del grupo municipal socialista. Así lo ha debido entender el todo poderoso ex senador Ángel Franco, que le ha soltado una estocada que prácticamente la liquida del primer plano de la política local. Porque para Franco, Montesinos sí podía ser alcaldesa pero no portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de Alicante. Todo un contrasentido que demuestra hasta qué punto los cuchillos están afilados en una agrupación sin rumbo.

Pero no sólo Eva Montesinos es la damnificada. La decisión repentina de Franco de retirarle la portavocía es un verdadero varapalo para la credibilidad y liderazgo de Ximo Puig, que apostó por ella no sólo como alcaldesa, sino incluso como la próxima candidata en las elecciones municipales de 2019. Hoy mismo, el president ha manifestado que “no me parece bien lo sucedido. Decisiones como estas no tienen que ver con el entorno de estabilidad que necesita el conjunto de la sociedad alicantina". Por ello, ha explicado que el PSPV ha convocado este martes al Comité de Ética y Garantías para estudiar esta situación y llamará "a todas las personas que están afectadas" para "tomar una decisión" porque es una situación que a la Ejecutiva "le sorprende".

Porque si Ximo Puig se quitó de un plumazo, casi de forma ofensiva para el "finado político", la molesta compañía del alcalde Gabriel Echávarri ­-procesado doblemente por el presunto fraccionamiento de contratos en Comercio y el despido de la cuñada de Luis Barcala-, el búmeran ha vuelto y le ha dado dos veces en pleno rostro en un corto intervalo de tiempo. Uno de los golpes recibidos ha sido por la pérdida de la Alcaldía de Alicante, la segunda ciudad de la Comunidad Valenciana; y el otro, la maniobra de Franco quitando de en medio a Montesinos cuando el propio Ximo Puig vino el domingo a animar, ­-o dar el pésame, según se mire- a un partido abatido y en clara descomposición.

El PSPV ha convocado al Comité de Ética y Garantías para estudiar esta situación y llamará a todas las personas que están afectadas para tomar una decisión que a la Ejecutiva "le sorprende"

Y la historia puede ir a peor. Porque en el PSPV-PSOE la ley de Murphy se cumple a rajatabla. Lo que va mal va a peor y el protagonista siempre es el mismo: el ex senador Franco, que maneja los hilos de la agrupación local y desafía y cuestiona el propio poder en el partido de Ximo Puig.

Algo se estará haciendo mal, o rematadamente mal, cuando el PSPV-PSOE se permite el lujo de perder el poder en una ciudad de la importancia de Alicante y cuestiona el liderazgo de Carlos González, alcalde de Elche, la tercera ciudad en importancia de la Comunidad Valenciana.

Las rencillas y cuentas pendientes sobrevuelan a los socialistas en capítulos propios de la mejor novela negra española. Porque efectivamente también en Elche hay cisma. Alejandro Soler se ha hecho el control de la agrupación ilicitana y amenaza con unas primarias que enviarían al paro al actual alcalde, todo dependerá de los que opine su valedor, Pedro Sánchez. Ver para creer.

González ha sobrevivido como buena mente ha podido a una legislatura convulsa, iniciada junto a unos socios de gobierno incómodos y que ha sabido “conquistar” a Ciudadanos para poder llegar hasta el fin del mandato. Demasiada ingratitud entre sus “hermanos” de partido.

Pero volviendo a Alicante habría que preguntarse varias cuestiones: ¿Por qué sirve Eva Montesinos para sustituir a Echávarri o ser alcaldesa y no para ejercer de portavoz? Si no querían a Montesinos, ¿por qué no se eligió a Carlos Giménez –hombre de Franco- para intentar “convencer” a la tránsfuga Nerea Belmonte de que votase a favor de la investidura de un alcalde socialista? ¿Cómo es posible que Ximo Puig confíe en el voto de Ciudadanos para no perder la Alcaldía en Alicante? ¿Es ingenuidad política, desconexión de la realidad o que le importa un carajo que en la ciudad gobierne la izquierda? ¿Por qué el PSPV-PSOE castiga a Eva Montesinos y no al resto de socialistas que negociaron la investidura? ¿Por qué no ha dimitido el secretario local del PSOE Miguel Millana?

Y ahora un trámite fundamental. Según el Reglamento Orgánico de Pleno (ROP), todos los ediles socialistas tienen que votar el cambio de la portavocía. Un caso similar pasó en el PP de Elche, y al final el secretario del Ayuntamiento dio la razón a Mercedes Alonso para que siguiera al frente del grupo municipal al no haber firmado todos los ediles el cambio. Es un precedente pero como en este Ayuntamiento pasan fenómenos tan extraños, todo puede suceder.

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