La dirección del PP de Alicante sólo "se moviliza" para recibir a Soraya

El PP no está acostumbrado a las primarias, y menos aún, a sus consecuencias. A nivel de la provincia de Alicante no han salido demasiado bien parados aquellos que han perdido la “guerra” por el poder. Un ejemplo son los populares de Elche, divididos desde que Pablo Ruz se hizo con la presidencia local en detrimento de Mercedes Alonso. Por allí ya no crece la hierba.

Y es que habitualmente al PP no le sienta bien abrirse en canal. Más bien, el partido ha estado acostumbrado al ordeno y mando. Por eso, la ausencia de Mariano Rajoy, que ha compensado su falta de carisma con una gran autoridad, es tan sentida. No hay líder y al que se le presumía, Alberto Núñez Feijóo, no ha querido entrar “en conflicto” con las “dos damas de hierro”. ¿Se imaginan el espectáculo?

Porque el PP no se puede mirar en su contrincante natural, el PSOE. Los socialistas se afilian con el cuchillo en la boca y no sienten ningún rubor ni pudor "en pasar por la piedra" a aquel compañero que le puede hacer sombra. Ejemplos en la provincia lo tenemos. A Ángel Franco, el jefe en la sombra del PSPV-PSOE de Alicante, sí le valía Eva Montesinos como alcaldesa pero se la intentó cargar, políticamente hablando, cuando ésta se quedó sin el preciado botín. Porque una cosa sí tienen los “sociatas”, en cuanto huelen poder se unen de forma natural. Y es que no hay mejor pegamento que gobernar una conselleria o un ayuntamiento.

Por ese motivo, que el PP muestre ahora sus miserias públicamente es todo un contraste, por la falta de costumbre. Cuando se mataban solían hacerlo por la espalda a través de alguna denuncia filtrada al medio de comunicación de turno; que se lo digan a Cristina Cifuentes. Pero las primarias están ya en marcha con tres favoritos por encima del resto: Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal y Pablo Casado. Luego, muy detrás, está el resto, entre los que destaca por su conocimiento y parlamento Manuel García Margallo, muy activo estos días por la tierra que le ha hecho diputado nacional: Alicante.

En el PP alicantino y valenciano en general se empiezan a posicionar a medida que se acerca el día de la elección. El primer paso, quizás el más valiente, por aquello de ser el primero, ha sido el dado por el presidente de la Diputación Provincial de Alicante, César Sánchez, que ha puesto todos los huevos en una misma cesta, en este caso, en la cesta de Dolores de Cospedal. Arriesgada jugada aunque como él mismo declaró, esta mujer “es la esencia del PP”. Si le sale bien su futuro en el organigrama popular va a subir como la espuma. Con ella está el ex ministro Rafael Catalá, que tendrá este viernes un encuentro con militantes para hacer campaña.

César Sánchez ha sido el más valiente al poner todos los huevos en una misma cesta, en este caso, en la cesta de Dolores de Cospedal

También se están produciendo durante esta semana grandes movimientos en el partido a nivel provincial para arropar el día 30 de junio a Soraya Saénz de Santamaría, en un acto que tendrá lugar en el restaurante El Sorell de Alicante. Detrás está José Císcar, el presidente provincial del PP, que aunque no lo dice, parece haber apostado por la ex vicepresidenta que tantos “enemigos” tiene dentro de la formación. Presiones de la dirección provincial se están produciendo para que el acto sea un éxito, un hecho que está causando malestar entre cargos del partido, según varios cargos consultados.

A Santamaría le han acusado de preocuparse más por el Gobierno que de su propio partido, que al fin y al cabo es quien la colocó en ese puesto, mirando siempre los casos de corrupción por encima del hombro, como si el asunto no afectara a toda la organización.

José Císcar, aunque no lo dice, parece haber apostado por la ex vicepresidenta, convocando a la militancia a un acto este sábado en Alicante con Soraya Sáenz de Santamaría

Y si seguimos con los posicionamientos tenemos a Isabel Bonig, la presidenta regional del PPCV, que en un principio parecía neutral, pero que ahora apuesta también por Santamaría, aunque no lo diga en público. Ella, que está donde está porque Mariano Rajoy no creía que era una candidata ganadora para la Generalitat Valenciana -para qué quemar otras naves futuras-, se posiciona del lado de la ex vicepresidenta. Lo curioso fue oír a Pablo Casado defendiéndola en Alicante, en plenas Hogueras. ¿Al final harán la pinza a Dolores de Cospedal? Cualquier cosa puede pasar. Hasta que gane Margallo… no, eso es imposible.

Por último está Pablo Casado. En Hogueras demostró que tiene el apoyo de Nuevas Generaciones y un gran poder de movilización. A la juventud se le presupone la virtud de renovarse, lo malo, al menos en política, es que nada de lo nuevo que ha venido mejora a la vieja guardia, la de la España de la Transición. Si, la época que quiere emborronar Pablo Iglesias. A Casado le acompañaba el alcalde Luis Barcala -que también hizo lo mismo con Cospedal-, y Pablo Ruz, el candidato de Elche que bendijo Mariano Rajoy, que ahora anda por Santa Pola registrando propiedades. Sin duda es un buen candidato si nos atenemos a la gran expectación que despertó, sobre todo en los medios de comunicación. Algunos pensarán:¡Qué pena lo del máster! Y sobre todo, Cospedal, que sin duda se acuerda de Cifuentes.