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Ciudadanos Benidorm: Límite 48 horas

La formación de Rivera anunciará el miércoles su decisión sobre la moción de censura auspiciada por el PSOE. Mañana martes, una reunión con la dirección del partido despejará la incógnita.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Benidorm, Rubén Martínez

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Julio Marín

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Como si se tratase de la legendaria película protagonizada por Nick Nolte y Eddie Murphy, “Límite 48 horas”, el grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Benidorm se ha dado ese plazo para hacer pública su postura frente a la moción de censura que promueve el grupo socialista capitaneado por el portavoz Rubén Martínez.

De hecho, EsdiarioCV ha podido saber que la formación naranja ha reservado ya la sala de prensa a las diez de la mañana del miércoles para hacer oficial lo que todavía es un secreto. Pero una cosa es cierta, lo que hace unos días parecía una opción remota e inviable, hoy pinta de otro color y ya no es tan descabellado pensar que la maniobra socialista termine dado frutos.

Hay disparidad de opiniones entre los concejales de C’s, entre la ejecutiva local y entre las esferas superiores del partido. Una incógnita que deberá quedar despejada mañana martes y que será hecha pública a primera hora del día siguiente después de la reunión que los concejales mantendrán con miembros de la dirección del partido.

Hace ya un par de semanas que el portavoz socialista Rubén Martínez anunció que su grupo iniciaría contactos para tratar de llevar adelante una moción de censura contra el actual gobierno. Los motivos esgrimidos por Martínez se basaban en la supuesta vinculación del Ayuntamiento de Benidorm con un acto del PP celebrado en el año 2008 que, según la sentencia de la trama Gurtel, fue financiado con dinero de la caja B del partido.

Cierto es que ni el actual alcalde, Toni Pérez, ni el que lo era entonces, Manuel Pérez Fenoll, han sido investigados en la causa y ni siquiera fueron a declarar como testigos. De hecho, los jueces nunca han reclamado ninguna documentación al Ayuntamiento sobre aquel acto. Sea como fuere, con unos motivos o con otros, a los proponentes de la moción no les hace falta tenerlos. Con disponer de trece votos es más que suficiente para descabalgar al PP de la Alcaldía.

Y para que ello suceda son imprescindibles los tres votos de los concejales de Ciudadanos. El PSOE, que tiene siete concejales, ya cuenta con el voto favorable de las dos ediles liberales -Gema Amor y Ángela Berna- y del concejal de Compromís Josep Bigorra. En total diez votos, de los trece que son necesarios para la mayoría absoluta. Otras fuentes municipales han indicado que el concejal no adscrito Juan García también se sumaría a la moción, aunque en este caso su voto no es fundamental.

Fuentes de la formación de Albert Rivera han detallado que mañana tendrá lugar una reunión con la dirección del partido de la que saldrá la postura que finalmente adoptarán. Pese a que pudiera haber discrepancias entre lo que piensan unos y lo que opinan otros, se da como seguro que aquello que “aconseje” el partido tendrá mucho peso en la decisión final.

O dicho de otra forma, si la dirección de C’s decidiera que hay que apoyar la moción, pero dejara en manos de los concejales la decisión, éstos se verán “obligados” a seguir las instrucciones marcadas si no quieren verse “sacrificados” cuando llegue el momento de la confección de listas y candidaturas dentro de unos meses.

Fuera de las filas de C’s, las cosas están bastante claras. El PSOE ya sabe que las dos concejales liberales no entrarán a formar parte de un hipotético gobierno post-moción, así que no se reeditará el pacto que alcanzaron en 2013 siendo Agustín Navarro alcalde. Darán su apoyo, pero no gobernarán. Y lo mismo ocurre con Compromís Los Verdes. Su concejal Josep Bigorra tampoco será parte de ese gobierno. Quien sí podría hacerlo es Juan García, no adscrito, y que según algunas fuentes, no tendría inconveniente en sumarse a esa causa.

Según esas cuentas, Benidorm pasaría de tener un gobierno actual formado por diez concejales (ocho del PP y dos de CBM) a otro compuesto por los siete regidores socialistas. ¿Siete? No, en realidad serían seis. Para que C’s firmase la censura hay un concejal socialista que tendría que dar un paso al lado. Se trata de Agustín Navarro, el exalcalde que se encuentra investigado en dos causas (las contrataciones irregulares en su mandato y la adjudicación de los opinómetros). En ambas se le acusa de prevaricación administrativa y en la primera, además, de tráfico de influencias. Un compañero de viaje que los de Rivera no quieren y que es condición “sine qua non”.

Tanto el propio Navarro como el líder socialista Rubén Martínez han dicho que eso “no será un impedimento”. La solución, en principio, sería que el exalcalde no ostente ninguna competencia en ese futuro gobierno. Entonces todas las áreas municipales tendrían que repartirse entre solo seis personas. Eso sí, a la hora de votar cualquier propuesta o moción serían siete votos socialistas. Una “pequeña trampa”.

La otra opción, mucho menos viable por no decir imposible, es la renuncia de Agustín Navarro a su acta de concejal y, por tanto, de diputado provincial. Y, además, renunciar a lo que ello conlleva: varios miles de euros mensuales. Eso dejaría el camino expedito a C’s puesto que no traspasaría ninguna de sus líneas rojas, pero es algo que no contemplan los socialistas. Y mucho menos Navarro.

La solución, si todo sigue el calendario previsto, el miércoles.

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