Un robot que ayuda a las personas con movilidad reducida

La Universidad Miguel Hernández está al frente de este proyecto europeo que se ha presentado este miércoles y que busca que personas con la capacidad motora disminuida se valgan por sí mismas.

El proyecto, según han detallado, consiste en una silla de ruedas que lleva acoplado un exoesqueleto que es capaz de movilizar el brazo del paciente. El sistema es capaz de provocar el movimiento en el brazo e incluso en los dedos de la mano, posibilitando con ello también el agarre de objetos.

Los investigadores han desarrollado un sistema compuesto por distintos módulos destinados a asistir a personas con discapacidad. Un elemento clave en este proyecto titulado 'Interfaces multimodales adaptables para ayudar a las personas con discapacidad en las actividades diarias' (en sus siglas en inglés, AIDE), es el desarrollo de una interfaz que permite al usuario controlar fácilmente y de forma autónoma toda esa tecnología.

Eduardo Fernández, coordinador del grupo de Neuroingeniería de la UMH que desde hace tres años y medio trabaja en el desarrollo del prototipo, ha destacado durante la presentación que se trata de "un sistema controlado por el usuario" dado que éste "piensa que quiere coger una cosa y con electrodos de electroencefalografía se recoge su intención" que se traduce en movimiento para el exoesqueleto enganchado al brazo y la mano de la persona.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 3,4 millones de euros, financiados por el programa 'Horizon 2020' de la Unión Europea (UE), en el que han participado nueve instituciones y empresas de Italia, Alemania, Gran Bretaña y España.

En la actualidad no se conoce la existencia de dispositivos similares y no hay ningún equipo que haga lo que hace el robot presentado en la UMH y que, además, esté controlado por el paciente.

Por ahora, no hay fecha de comercialización de un dispositivo que sigue en fase de desarrollo, si bien hay empresas y entidades interesadas en su explotación y en encontrar la manera de que sean asequibles para quien lo necesita, según ha avanzado Fernández.

Fuentes de la UMH han destacado que 80 millones de personas en la UE (una sexta parte de su población) tienen algún tipo de discapacidad. Este hecho, a menudo, implica una serie de barreras físicas, psicológicas y sociales que dificultan su participación en la vida social y económica.

Según el artículo 9 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, firmada por la Comisión Europea en 2010, la "accesibilidad" es un derecho básico para todas las personas con discapacidad. El objetivo de la accesibilidad es permitir que las personas con discapacidad vivan de forma independiente y participen en todos los aspectos de la vida.