El movimiento de graneles en el Puerto ya no se hará al aire libre

El Consejo de Administración ha adjudicado, tras constatar que se cumplía "sobradamente con los requisitos", el concurso para la construcción y explotación de las naves cerradas para la carga y descarga de graneles pulvurulentos a la empresa Eiffage, según ha detallado el presidente de la entidad, Juan Antonio Gisbert, que ha explicado que la compañía deberá invertir cerca de 8 millones de euros para levantar unas naves de 22.000 m2 que abarcarán 50 metros de anchura, 17 de altura y 362 metros de longitud.

Gisbert ha destacado que la "única posibilidad" de que existan esas naves es con fondos privados, dado que los puertos, por legislación europea, no pueden recibir subvenciones, ya que se considerarían ayudas de estado prohibidas.

En ese sentido, ha subrayado que la multinacional Eiffage deberá instalar dos cintas cerradas para la carga y descarga de buques, lo que permitirá que se puedan mover un "mínimo" de cerca de 1,5 millones de toneladas de graneles, "estamos hablando del 40% del total que movió el puerto en 2017".

El presidente del Puerto ha estimado que si los plazos van como se ha establecido el cronograma las naves estarían construidas y en funcionamiento para finales de 2019.

"Vamos a ir a toda la velocidad posible", ha asegurado Gisbert que ha desgranado que la semana que viene se iniciará la exposición pública del proyecto durante un mes, para a principios de septiembre contestar a las alegaciones que se presenten.

A partir de ahí, a finales de septiembre se otorgaría la concesión por 30 años y empezarían a contar los cuatro meses que Eiffage tendrá para presentar el proyecto de ejecución. En paralelo se tendrán que reclamar las licencias al Ayuntamiento y a Medio Ambiente, de modo que para marzo Autoridad Portuaria podría aprobar el proyecto.

A finales de septiembre se otorgará la concesión por 30 años y empezarán a contar los cuatro meses que Eiffage tendrá para presentar el proyecto de ejecución

En abril se espera poder realizar el acto de entrega y replanteo y a finales de ese mes, iniciar las obras, que deberán ejecutarse en menos de 12 meses. Según el cronograma de Autoridad Portuaria, la nave estaría lista en diciembre de 2019.

Juan Antonio Gisbert ha explicado que la terminal de naves cerradas sería pública con explotación privada y cualquier empresa que quiera importar o exportar pulvurulentos deberá pasar por la nueva terminal.

Vecinos y ecologistas

Esta es una buena noticia tanto para los vecinos como para los ecologistas. De hecho, según denuncia Ecologistas en Acción en su página web. "la descarga de graneles en el Puerto de Alicante ha sido una actividad histórica con emisiones importantes de material particulado. Las principales mercancías que se trasiegan están relacionadas con la industria del cemento y de la construcción: coque de petróleo, clínker y cemento, yeso, grava y piedras machacadas, arcillas, y con la de fertilizantes (abonos minerales y químicos)...".

Según este colectivo, "la situación de la calidad del aire en Alicante ya en 2015 superó los valores guía recomendados por la Organización Mundial de la Salud para las partículas en suspensión (20 microgramos/m3), puesta de manifiesto en el Informe sobre Calidad del Aire en España elaborado por Ecologistas en Acción. La estación de Rabassa superó durante 2016 el Valor Límite Diario en 8 días, y la estación de El Pla lo rebasó en 3 días, con una media anual de 21 µg/m3, por encima de los valores guía de la OMS. La estación más próxima al Puerto, Florida Babel, no mide PM10. Existe un Plan de Mejora de la Calidad del Aire en la comarca de l’Alacantí de obligado cumplimiento, dado que en años pasados se superaron los valores normativos de la contaminación.

Plan estratégico

Además, el Consejo de Administración ha aprobado este viernes el Plan de Explotación para el período 2018-2022, que contempla, entre como factores clave el crecimiento, la eficiencia económica, social y medioambiental y el desarrollo de instrumentos de convivencia para "crear un mayor valor compartido con la ciudad". Para ese último aspecto, el presidente ha anunciado que se trabajará en abrir "nuevos espacios" de acceso libre a la ciudadanía, en el entorno de la Volvo y de la Terminal de Cruceros, que acogerán una oferta de servicios.

Gibert se ha referido así a "consolidar y potenciar" los tráficos de referencia del Puerto como la conexión con Canarias y los graneles, pero también a amplicar la línea de atraque de la terminal de contenedores.

Girbert anuncia que se trabajará en abrir "nuevos espacios" de acceso libre a la ciudadanía, en el entorno de la Volvo y de la Terminal de Cruceros, que acogerán una oferta de servicios

Asimimo, el Plan apuesta por permitir convoyes ferroviarios de hasta 750 metros para mejorar la competitividad con el centro de la Península. Todo para lograr que el Puerto de Alicante alcance un volumen de tráfico de 4 millones de toneladas al año, los 200.000 teus al año y los 350.000 cruceristas en 2022.

Gisbert ha indicado que el puerto debe lograr enlaces hacia Marruecos, ya que solo mantiene conexiones con el norte de Africa a través de Argelia.

Finalmente, Juan Antonio Gisbert ha subrayado que la rentabilidad del Puerto está lejos de los 2,5% que marca la ley, ya que se sitúa por debajo del 1%.

Por último, uno de los proyectos novedosos será la conexión de las dos dársenas interiores deportivas del puerto para la creación de un circuito peatonal.

Panoramis

En otro ámbito de cosas, y preguntado por la situación del centro comercial y de ocio de Panoramis, Gisbert ha dicho que confía en que la semana que viene abonen las deudas que arrastra la anterior concesionaria y que asciende a 1,5 millones de euros, de los que 1,1 ya están avalados.

"Si paga tendrá todo el incentivo del mundo para hacer lo antes posible todo lo que tenga que hacer para ganar dinero, tiene incentivos para empezar lo antes", ha asegurado el presidente del Puerto sobre un concesión que caduca en 2028, aunque se está tramitando la ampliación por 12 años más, "estamos hablando del año 2040".

Asimismo, preguntado por el futuro del barrio Heliodoro Madrona, antiguas viviendas de trabajadores del Puerto, Juan Antonio Gisbert, ha recordado que no vive nadie porque la ley prohíbe que haya viviendas en los espacios portuarios. "¿Qué hacer exactamente? Dependerá de la iniciativa privada, puede ser desde rehabilitarlo para usos distintos a viviendas o derribarlo, aunque no está previsto; lo que está previsto es rehabilitarlo".