Datos antidemagogos: la cuenca del Segura afronta una de sus peores sequías
Actualmente los embalses de la cuenca almacenan 300 hm3, un 26% de su capacidad total, que es de 1.140 hm3 y las perspectivas son muy negativas si este otoño no viene muy lluvioso.
La Cuenca del Segura atraviesa una de las sequías más largas de los últimos años, ya que es el cuarto año de aplicación del Decreto de Sequía y los periodos de escasez anteriores se habían limitado a tres años, según fuentes del organismo de cuenca.
Aunque las lluvias de la pasada primavera mejoraron la situación que había, en verano no llueve pero la demanda para riego y abastecimiento continúa, por lo que se prevé que la situación empeore hasta finales de septiembre, que es final del año hidrológico, y cuando se espera que comience a llover, en el otoño. Por ello, el nivel podría descender y la situación empeorar como consecuencia.
Ya en la última Junta de Gobierno de la Confederación, celebrada en junio, se constató que el Índice de Estado Global de la Cuenca había mejorado en los últimos meses, de Emergencia a Prealerta. Sin embargo, esta tendencia se estaba frenando y tras la campaña de riegos de verano, se prevé que el Índice vuelva a mostrar una evolución negativa al final del año hidrológico.
Actualmente los embalses de la cuenca almacenan 300 hm3, un 26% de su capacidad total, que es de 1.140 hm3. En total, los embalses de cabecera en Albacete (Cenajo, Fuensanta, Camarillas y Talave) contienen 204 hm3 que, sumados a los 57 hm3 de La Pedrera en Alicante, hacen 261 hm3.
No se trata del peor verano de los últimos años, ya que el verano pasado había un menor nivel de reservas (por estas fechas sólo contábamos con 260 hm3) y los recursos se redujeron aún más hasta la llegada de las lluvias de primavera, pero la CHS ha insistido en que es una de las sequías más largas.
Gracias a la recuperación parcial de la cabecera del Tajo, que ha permitido que se retomen los trasvases, y las medidas puestas en marcha por el Gobierno de España, la CHS no contempla medidas de restricción para el abastecimiento y las medidas de ahorro para el regadío se han suavizado desde el inicio del año hidrológico.
En cualquier caso, advierte, "el abastecimiento es siempre prioritario y la obligación del Gobierno es garantizar el suministro a los hogares por encima del resto de usuarios".
El Real Decreto de Sequía de la cuenca del Segura permite una serie de medidas que han ayudado a paliar la situación de escasez de agua en la demarcación. Principalmente, se trata de la apertura de pozos de sequía, aumento del consumo de agua desalada y otros recursos. También se han aprobado exenciones fiscales a los agricultores.
Actualmente está tramitándose la ampliación del decreto de Sequía por si fuera necesario aplicarlo también en el año hidrológico 2018-2019 y continuar con las medidas extraordinarias que contempla, según las fuentes consultadas por Europa Press.
Falta de acción política
Mientras los datos son los que son, sigue sin haber una acción política tendente a acabar con una situación endémica que sufre Alicante, Murcia y Almería. Es más, el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, con su ministra Teresa Ribera al frente, se está dejando influir por las presiones de Castilla-La Mancha, que no quiere que ni una sola gota del trasvase se destine para la agricultura.
Desde las organizaciones y sindicatos agrarios -ya se había pedido al anterior Gobierno de Mariano Rajoy y hoy lo hacen con el de Pedro Sánchez- reclaman un acuerdo nacional sobre el agua que permita la distribución justa de los recursos hídricos en todas las regiones del país. De momento, desde los diferentes Ejecutivos, se intenta contentar a todos sin dar una solución a futuro y dejar de que el tema del agua se utilice como arma arrojadiza entre las diferentes Comunidades Autónomas.