El “sin techo” al que tatuaron por dinero denuncia los hechos

Ha pasado algo más de dos semanas alejado de Benidorm, en Granada, y cuando se marchó no podía suponer que la humillante broma de la que fue objeto iba a despertar tanto revuelo mediático. Es Tomek, el “sin techo” polaco de 34 años que el pasado mes de mayo sufrió el inexplicable comportamiento de un grupo de ingleses (al final no fue un grupo, sino solo una persona) y que se dejó tatuar un nombre en la frente a cambio de cien euros.

Un episodio que probablemente habría pasado desapercibido si no hubiera sido por la recogida de fondos que inició a través de las redes sociales la presidenta de la Asociación de Comerciantes Británicos, Karen Maling, para sufragar el borrado del tatuaje y que luego se viralizó.

El caso es que Tomek, del que nadie sabía nada desde hace más de dos semanas, ha aparecido y lo primero que ha hecho ha sido personarse en las dependencias de Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE) acompañado por la propia Maling para presentar una denuncia por aquellos hechos y confiando en que “se haga justicia”.

Allí ha estado por espacio de dos horas y a su salida ha atendido a algunos medios de comunicación que se habían dado cita. Ha explicado que tuvo conocimiento de que su caso se estaba dando a conocer gracias al aviso de un amigo polaco que lo vio en Facebook. Éste se puso en contacto con él “y después la bomba explotó”.

Lo cierto es que la bomba ha explotado para bien porque la iniciativa para recoger fondos para borrar el tatuaje de su frente ha logrado en apenas tres días más de 3.200 euros, según confesaba la propia Maling. Ello servirá para tratar los problemas de salud que arrastra Tomek que se centran fundamentalmente en su adicción al alcohol y a dolencias en la espalda y una pierna que le impiden caminar con normalidad.

El tatuaje, sin embargo, será removido sin coste alguno porque “varias clínicas se han ofrecido a realizar gratis el tratamiento” decía Maling. En ese sentido, se ha sabido que la Clínica Benidorm también evaluará sus problemas en pierna y espalda.

Tomek ha expresado su felicidad por la gran cantidad de personas que le han ayudado pero al mismo tiempo ha insistido en que sigue habiendo muchas personas “que viven en la calle en muy malas condiciones”. Es por lo que ha confiado en que su caso “pueda servir para ayudar a más gente y que no seamos tratados como basura”.

Así es como se sintió al día siguiente cuando se despertó y se dio cuenta de lo que había hecho. “Me sentí humillado por tener que llevar en mi cabeza el nombre de alguien para el resto de mi vida” decía. Pero justificaba su actitud porque “cuando le ofrecen cien euros a una persona que vive en la calle, que tiene hambre, que tiene que beber algo, es como si te tocase la lotería. Es mucho dinero”.

Sobre lo acontecido aquella noche de mayo, el joven polaco ha querido matizar que, al contrario de lo que se ha dicho, no fue un grupo de turistas británicos que estaban en una despedida de soltero quienes le hicieron la proposición. “Solo fue una persona y el nombre que me tatué (Jamie Blake) no es el suyo sino el de su novia, según recuerdo” aduce.

Esa persona que supuestamente le pagó a cambio del tatuaje ha manifestado a algunos diarios ingleses que él no participó en los hechos, que fue cosa de sus amigos y que él se enteró al día siguiente al ver las fotos en internet. “Es todo falso. Él también estaba bebido y fue el que me hizo las fotos mientras me estaban tatuando” sostenía Tomek, que también ha criticado la actitud del tatuador por su comportamiento porque “él sabía que yo estaba borracho y que no era consciente. No tenía que hacer accedido a hacerlo”.

El dinero que recibió ni siquiera pudo llegar a disfrutarlo en su totalidad porque una parte se la gastó en más alcohol, otra parte en algo de comida y el resto, diecisiete euros, se lo robaron en la playa, donde también le provocaron un corte en el cuello. Al parecer también le sustrajeron la documentación, por lo que la semana que viene iniciará los trámites para poner en regla sus papeles.