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Un acto institucional/electoral Perfecto

La semana pasada surgía la polémica por la participación del representante de los empresarios alicantinos en un acto de la plataforma electoral socialista, junto a Ximo Puig.

Un acto institucional/electoral Perfecto

Publicado por
Enrique Martín

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Tanto molestó la foto del presidente de CEV Alicante en el cartel, sobre fondo rojo, que un editorialista tuvo que esforzarse en convencernos de que fue un acto institucional, con un presidente de la Generalitat, en vez de lo que realmente fue: un acto electoral con un candidato. Excusatio non petita.

La participación, inusitada, no se le hubiera permitido a ningún presidente patronal si hubiera sido un acto del PP. Es obvio que la CEV está devolviendo el favor que le hizo el Tripartito, fulminando la patronal alicantina (tras 40 años de democracia) en una estrategia de laminación de la provincia de Alicante.

Perfecto Palacio no es socialista. Seguramente, no necesita ideología. Tampoco es un cínico, porque el cinismo es una actitud intelectual. Es un pánfilo - etimológicamente: un “amigo de todo”- porque no necesita criterio: puede comprarlo. Él sólo pone la vanidad, necesaria para una estrella que rutila en el Universo centelleante. Por ello quiso que le nombraran presidente de la autoridad

portuaria de Valencia, pero hubo alguien con más padrinos. Luego, accedió a darle la puntilla a COEPA, utilizando INECA como caballo de Troya de Salvador Navarro (INECA, con aquella sede austera de Joaquín Rocamora, que había sido un centro de depilación, carecía de glamur). Ante la resistencia, pidió la Cámara. Como no hubo consenso (y nunca ha querido mancharse de sangre), le regalaron la CEV.

Salvador Navarro ha cometido varios errores, que pagará. Uno de ellos es permitir la entrada de UEPAL: no se debe meter a una bruja en casa. Pero el más grave es haber nombrado a Perfecto. Ahora, una pancarta y un cartel unirán para siempre los destinos de ambos dirigentes patronales: serán uno, en una sola carne. SN no pudo con Rosana Perán, que representaba la dignidad alicantina, la china en el zapato de sus aspiraciones, y se contentó con Palacio, esperando que con ello llegase la domesticación definitiva de la provincia. El presidente de CEV Alicante tiene buenos asesores. Pero habrá que esperar el momento en que tenga que arriesgar su reputación, su tranquilidad, para defender la provincia de Alicante, en la que no cree. Admito que, por razones distintas, yo tampoco.