Somos mejores de lo que creíamos
Antonio Manresa es concejal de Cultura y portavoz adjunto de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante. Su formación gobierna en coalición con el PP.
En estos momentos de zozobra es cuando estamos viendo lo mejor de nosotros, asistiendo al renacer de una nación dormida y apaleada y saliendo de nuestra propia leyenda negra. Siempre hacemos referencia a la exterior, pero nosotros la hemos alimentado también desde el interior con lo que hoy se conoce popularmente las fake news o bulos de nosotros sobre nosotros mismos. A pesar de todo, está visto que, en lo vivido a cada minuto, somos mejores de lo que nosotros mismos nos creíamos.
En estos momentos es cuando debemos mirar al futuro con optimismo. Ahora mismo hay que luchar para salir de este bache que nos hemos encontrado en la carretera y que nos conduce hacia una versión mejorada de nosotros mismos. Pero el camino es largo y es ahí donde estamos viendo lo mejor de cada uno de nosotros en sectores como la sanidad. Sus profesionales se están ganando a pasos agigantados nuestra admiración y reconocimiento. Vemos su manera de trabajar con entrega absoluta, pese a todo tipo de adversidades como consecuencia de la falta de material y la saturación. Vemos en las fotos las marcas de las máscaras y gafas protectoras en sus caras que denotan turnos agotadores profesional y anímicamente. Ellos son nuestra línea Maginot y ya se ven las consecuencias: más de 12.000 sanitarios contagiados, pero siguen en la lucha. El aplauso de las 8 de la tarde es más que merecido.
Pero existen además otros sectores que también están implicados en esa lucha. Sobre algunos nunca hubiésemos pensado lo necesarios que son, de otros teníamos una visión estereotipada. Me estoy refiriendo a los trabajadores de los supermercados, a los camioneros y, cómo no, a policías y militares. Quién lo iba a decir, ahí están, esas personas que mantienen las tiendas abiertas en las que apenas reparamos, que saludamos cuando pasamos por la caja. No nos hemos fijado hasta ahora en lo necesarios que son porque, gracias a ellos, estamos abastecidos y nuestras despensas están llenas. Ese aplauso de la tarde es también por ellos.
Los camioneros son indispensables para hacernos llegar alimentos y están realizando su trabajo con dificultades añadidas en estos momentos, acrecentadas por el cierre de restaurantes y áreas de servicio donde poder descansar y adecentarse. Son profesionales que saben cuándo salen pero no cuando llegan a casa. Para ellos también va ese aplauso de las ocho.
Y cómo no, los cuerpos de seguridad. Agentes que andan patrullando para nuestra tranquilidad, a pesar de que ellos también padecen el confinamiento en sus casas y en el área que les toca realizar su trabajo. Vemos cómo cumplen su deber con algún que otro despistado y cómo también alegran la vida de algún niño o de vecinos. Esa es también parte de su labor y el aplauso también para ellos. Los militares, llegan donde no llegan otros medios y hacen lo que los civiles no pueden con desprendimiento, con absoluta obediencia y diligencia en su tarea. Para ellos también el aplauso de cada tarde.
Cuando pase todo seremos mejores. Permítanme que utilice esas palabras de Haruki Marukami: “Una vez la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, como sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa es segura. Cuando salgas de esta tormenta, no serás la misma persona que entró en ella”. De eso se trata la tormenta.
P:D: En estas líneas no encontraran una crítica política porque no toca en este momento, solo salir del bache, ya habrá tiempo para todo lo demás.