Alicante modifica sus presupuestos y destina 5 millones a ayudas a autónomos
El equipo de gobierno -PP y Ciudadanos- ha dado luz verde a la segunda modificación de esas cuentas -la primera se tramitó directamente por la vía de la urgencia debido al estado de alarma-. Fuentes municipales han señalado que el objetivo es conceder subvenciones a los cerca de 6.000 autónomos y pequeñas y medianas empresas que se han presentado a la convocatoria extraordinaria convocada por el consistorio para combatir el perjuicio económico de la crisis sanitaria.
Las ayudas acordadas entre patronal y sindicatos se tramitarán a través de la Agencia Local de Desarrollo Económico y Social (ImpulsAlicante) e irán desde los 750 euros para los autónomos, 1.200 euros para empresas con hasta cinco trabajadores y hasta 2.000 en compañías con 10 empleados.
La concejal de Economía, Lidia López, ha recordado el compromiso del alcalde, Luis Barcala, con la sociedad. En virtud de ello, ha apuntado, se han impulsado iniciativas para adaptar las cuentas municipales y dar respuesta a la situación social y económica derivada de la pandemia.
Según las estimaciones del consistorio, se requerirán 13 millones de euros, de los que cinco, según ha matizado Lidia López, se destinarán al pago de ayudas a autónomos y pequeñas empresas. Durante el estado de alarma, el primer edil firmó el decreto de la primera modificación -por la vía urgente- por valor de siete millones de euros para atender necesidades de los colectivos más vulnerables.
La responsable del área económica ha explicado que esos cinco millones de euros se obtienen de ajustes en distintas partidas: 1 de Gastos de Personal (2.054.211,88 €), 2 de Gastos de Bienes Corrientes (1.239.792,65 €), 4 de Transferencias Corrientes (692.235 €) y 6 de Inversiones (1.013.760,47 €).
Según López, el Ayuntamiento ha pedido a todas sus concejalías una reestructuración de sus presupuestos para destinar los ahorros generados por la paralización de actividades y ajustar las previsiones de gasto hasta final de año, sin perder de vista la amenaza real del coronavirus y posibles medidas que se puedan adoptar en un futuro para garantizar la salud y la seguridad de la población.