Rubén Bueno: "La sensación era que si tenías el Covid-19 de allí no salías"
Mari Carmen Teruel y Rubén Bueno, miembros de AFA DomusVi, relatan las incoherencias de un proceso "doloroso" marcado por la mala gestión, el abandono, la opacidad y la desinformación.
Mari Carmen Teruel y Rubén Bueno, familiares de la Asociación Familiares Afectados DomusVi Alcoy-Cocentaina, denuncian el abandono que han sufrido tanto los mayores que se encontraban en el geriátrico como los propios familiares, por parte de la empresa, el gobierno y el alcalde de Alcoy. Piden que se investigue la manera de proceder y que se asuman las responsabilidades ante la catástrofe que se ha vivido en la residencia de Alcoy ocasionando 73 fallecimientos y el contagio de prácticamente la totalidad de sus pacientes.
Según explican Mari Carmen Teruel y Rubén Bueno, las actuaciones incoherentes se dieron desde el primer momento; prohibieron las visitas a los familiares internos pero el tránsito del centro de día permaneció activo una semana más, no permitieron a los familiares trasladar a sus mayores enfermos al Hospital de Alcoy teniendo en cuenta que dicho hospital no estaba saturado, el Gobierno valenciano intervino la gestión del centro y, sin embargo, mantuvo al mismo médico que no pudo contener el virus como responsable, y, a pesar de la intervención del geriátrico, el número de fallecidos no mermó.
"Había gente que movió cielo y tierra para intentar sacar a su madre y no pudo. Y no daban ninguna explicación de porque no le dejaban. La sensación era que si tenías el Covid-19 de allí no salías. Ellos decían que la atención de la UHD en la residencia era la misma que iban a recibir en un hospital, por lo tanto, no había falta. Pero esto no es cierto, en el sentido profesional sí puede serlo, pero a nivel de material no porque no les hacían placas porque no tenían el material. Ellos decían que solo con auscultarlos era suficiente. Se ha visto que no", explica Rubén Bueno.
Unas actuaciones que conforman una larga lista de "cosas que se han hecho, pero se han hecho mal" y que han dejado a familiares y allegados con la sensación de que nadie se quiere hacer responsable de lo ocurrido y con el "triste" pensamiento de que "la vida de los mayores vale menos".
"Había mucha opacidad y no estaba nada claro. Todavía siguen saliendo datos a la luz y las familias quieren que salga toda la información; información que en algunos casos se les ha negado a los abogados. Se van excusando y pensándose la pelota", concreta Mari Carmen.
Además, ante la reciente decisión por parte de la Conselleria de Sanidad de revertir la gerencia del geriátrico de Alcoy, pasando así a manos de la administración pública, los familiares no se muestran muy esperanzados, pues tras lo sucedido han comprobado que "no ha habido un punto de inflexión siendo público".
Estamos en la edad de la información y no la tenemos. Se oculta por intereses y por motivaciones varias, o por miedo a verse implicado.
"Estamos en la edad de la información y no la tenemos. Se oculta por intereses y por motivaciones varias, o por miedo a verse implicado", reflexiona Rubén Bueno.
Comunicación poco transparente y falta de respuestas
Según cuentan los familiares uno de los principales problemas fue la falta de comunicación por parte de la gerencia del geriátrico, que desde el primer momento ocultó a los familiares a la gravedad de la situación que se vivía tras las puertas del centro. Tampoco pudieron mantener contacto con sus familiares por llamadas o videoconferencia durante semanas y, en palabras de Rubén, no les quedaba otra que creerse lo que les decían. "Siempre nos decían que estaba todo controlado y que estaban siguiendo el protocolo establecido por Sanidad y que no había problema. Nos decían que si tu familiar empeoraba o se ponía mal te llamarían y que si no te llamaban es porque tu familiar estaba bien. Y eso no nos tranquilizaba. En ese momento estabas pensando; mejor que no me llamen porque si me llaman es por algo malo".
Una escasa comunicación a la que se sumó la falta de respuesta; el desvío al contestador y, en algunos momentos, el colapso de las líneas telefónicas provocó la imposibilidad de contacto de los familiares con el centro. De esta manera, los familiares desconocían la situación general de la residencia, el estado concreto de sus familiares, las medidas que se estaban tomando... Unos datos que fueron saliendo a la luz a medida que pasaban los días, sin embargo, el centro nunca fue la fuente directa. "Hubo días que no sabíamos nada. Pasaban los días y por el grupo de WhatsApp te enterabas de las cosas. Cada día era un goteo de gente que había fallecido. Y pensabas ‘a ver cuándo me toca a mi’. Echamos en falta transparencia y, en consecuencia, credibilidad, por su parte. Ha sido un proceso muy largo con goteo de información y con informaciones contradictorias. Eso ha sido doloroso", cuenta Rubén Bueno.
"Nos han tratado como exagerados y solo queríamos saber la verdad. Siempre me decían que mi madre estaba estable. Y estuvo estable hasta que se murió. Tal vez creían que nos tranquilizaban diciendo eso, pero no eran honestos y nosotros queríamos la verdad. Con muy poco se puede dar esa información que los familiares demandábamos. Solo pedíamos información. Los medios estaban, porque no me pueden decir que no hay móviles o que no pueden conseguirlos, pero faltaba la voluntad. Hubo muchos días en los que no pudimos hacer videollamada con nuestros familiares", explica Mari Carmen.
Además, los familiares no solo reclaman la falta de explicaciones por parte de la dirección de DomusVi sino también la actitud y la forma de proceder ante los fallecimientos. Según cuenta este familiar, cuando su madre falleció la directora la llamó afirmando que lo habían hecho todo "fenomenal" y repitiendo "un discurso que parecía aprendido para dejar bien su imagen" y que recurría a la defensa de que se trataba de "una situación que ha pasado en toda España". Sin embargo, los afectados, no conformes con estas declaraciones han pedido que se abra una investigación y se asuman las responsabilidades pertinentes ante la magnitud del brote y el "descontrol" de la gerencia.
"Estamos en la edad de la información y no la tenemos. Se oculta por intereses y por motivaciones varias, o por miedo a verse implicado", reflexiona Rubén Bueno.
... errores que han costado muchas vidas y mucho sufrimiento, y que están teniendo graves consecuencias en los supervivientes del brote porque padecen graves secuelas.
Búsqueda de responsables
En todo momento sus quejas y sus intentos de reclamo se vieron desatendidos tanto por la dirección de la residencia como por el propio alcalde de Alcoy, quien en ningún momento medió ante la situación y "no mostró interés" por lo que estaba ocurriendo. Estos familiares se refieren al tema alegando que "como responsable político elegido por el pueblo debería haberse implicado mucho más. Ahora sí que quiere desprivatizar la residencia, pero ahora a nosotros no nos sirve. Sí, servirá a los que siguen allí, pero ¿qué pasa con lo que ha ocurrido?".
Los familiares tienen la sensación de que cada uno "quiere exculparse y que no le salpique nada". Pero ellos mismo entienden que la responsabilidad no recae en una sola persona ya que son muchos los actores que han intervenido en este proceso y, por ello, instan a que tanto la Conselleria, a la empresa, al facultativo responsable de la gestión y al alcalde de Alcoy a que asuman las responsabilidades pertinentes de errores que han costado muchas vidas y mucho sufrimiento, y que están teniendo graves consecuencias en los supervivientes del brote porque padecen graves secuelas.
Tanto Mari Carmen como Rubén quieren recalcar que "no se trata de una cuestión de política". Ambos agradecen el movimiento y el interés que han mostrado los distintos partidos políticos, especialmente los de la opinión, pero repiten que no se trata de quién lo hubiese hecho mejor o peor, "porque eso no se sabe", solo buscan respuestas ante la tragedia ocurrida y que se preste la atención y los medios necesarios que los mayores necesitan.
Por otra parte, afirman haber echado en falta el apoyo por parte de los trabajadores en una situación en la que su testimonio es crucial, aunque comprenden la dificultad de su posición. También estos familiares son conocedores de que los propios trabajadores están "deseando" que el centro vuelva a manos públicas.
"Este caso no solo es lo que es el DomusVi, si tiras del hilo se expande y abarca mucho más. El proceso va a ser largo, pero no queremos criminalizar a nadie, solo queremos explicaciones y que esto no vuelva a pasar", han argumentado.
Reiteradas quejas
La falta de personal, los escasos medios y el descontrol de la gerencia es un estado que por lo visto ha caracterizado al centro desde tiempo atrás, sin embargo, con la llevada de la pandemia del coronavirus ha sido cuando esta situación ha tomado más gravedad y se ha desbordado. Mari Carmen explica que desde el mes de noviembre de 2019 los familiares se quejaban de que no se cumplían los ratios. Dichas quejas eran contestadas por la dirección afirmando que los ratios se cumplían, no obstante, ahora se ha descubierto que no era cierto.
"Nunca ha habido plantilla suficiente. Como empresa privada buscaban maximizar el beneficio, pero ¿a qué precio?", recriminan los familiares.
Por este motivo surge AFA DomusVi, la asociación que agrupa a los familiares que se han visto afectados. "Cuando se constituyó la plataforma era porque ya estábamos detectando que las deficiencias eran ya muy graves", cuenta Mari Carmen Teruel.
"A nivel de dudas el centro no nos ha resulto ninguna, todo ha sido gracias a la plataforma y de José Luís García, presidente de la entidad, que se ha implicado muchísimo. Ante la falta de información él ha tenido que mover hilos y hacer llamadas para buscar las respuestas que nadie nos las daba. Si no hubiese sido por esta plataforma familiar a día de hoy no se donde estaríamos. No hubiéramos sabido nada".