Loreto Serrano: “Había tantos alcaldes que no se decidía nada"
La Alcaldesa que inventó la marca ‘Peix de Santa Pola’ es una entusiasta del municipio y la primera embajadora de la fascinación que despierta esta bella localidad marinera
Santa Pola tiene la ventaja de reunir muchos encantos en un mismo término municipal. Es un destino de segundas residencias, por lo que no ha sufrido con tanta virulencia el impacto de la covid en las cifras de ocupación. Se pueden programar varias estancias para conocerla a fondo. Visitar sus playas, recorrer los parajes naturales de territorio protegido -que representan más del 80% de su extensión-, hacer rutas de senderismo, descubrir el castillo, los museos y la gastronomía local o ir a ver llegar los barcos –todo un espectáculo- y acudir a la lonja a la hora de las subastas del pescado. Todo el mundo en Santa Pola tiene vínculos con la pesca, aunque este modo de vida tan necesario para la población está cada vez más castigado por la normativa y la falta de empatía del Gobierno.
María Loreto Serrano es Alcaldesa de Santa Pola desde junio de 2019. Lleva un año de ‘apagafuegos’ de los múltiples problemas en los que el anterior cuatripartito metió al municipio. Afirma que se crece con las adversidades y se confiesa enamorada del pueblo que la vio nacer. El PP gobierna con 10 de los 21 concejales que hay en el pleno, frente a una oposición donde están PSOE (6), Cs (3), Compromís (1) y Vox (1). Aunque en su entorno familiar la llaman Mari (como su abuela), en el pueblo y en la política todo el mundo la conoce como Loreto.
Empezó en política en 1991 de la mano de Pascual Orts. Desde entonces ha dirigido casi todas las áreas de su Ayuntamiento en las distintas legislaturas donde ha formado parte del equipo de gobierno (1991-1999 y 2003-2015), por lo que conoce a la perfección el desarrollo de la gestión local. Ha sido asesora de Personal en la Diputación de Alicante entre 1999 y 2003 con el presidente Julio de España y el diputado Ginés Lifante. En 2015 se dio un descanso y volvió a la actividad empresarial privada, y en 2019 la buscaron para encabezar el proyecto del PP en las elecciones municipales.
- ¿Qué le convenció para volver a la primera fila de la política?
Lo que me hizo aceptar fue ver lo mucho que estaban sufriendo los concejales del PP con la anterior alcaldesa y su equipo. Lo mal que les estaba tratando y lo que sufrió la policía y la asociación de comerciantes y la poca gestión que había en el pueblo. En Santa Pola ha habido un parón de 4 años. Las decisiones que tomaron -que fueron mínimas- eran todas desacertadas. Dejaron el Ayuntamiento en una situación de precariedad.
A la semana de tomar posesión del cargo vino la interventora y me dijo que teníamos que hacer un plan de intervención de 3.400.000€. Después una deuda con Cruz Roja de 600.000€. Se gastaron en seis meses el dinero que teníamos para todo el año con la gente de colaboración social y tuve que despedir a muchas personas. Ese fue un momento muy duro. Y así un largo etcétera. Después vino una sentencia de siete millones y medio de Caixabank. Todo ha sido así durante un año. He estado más de apagafuegos que en crear cosas para nuestro municipio.
- Aparentemente en una legislatura donde la economía estaba bien…
Sí, pero hubo un objetivo clave en esa legislatura para el gobierno municipal, que era destrozar al Partido Popular y a toda la gente que había sido concejal con el PP. Ese fue su reto y no otros como trabajar para el pueblo. El objetivo era destruir al Partido Popular.
Soy la alcaldesa que más problemas ha tenido nunca, entre temas económicos, danas y glorias, de lo que todavía no ha llegado ninguna ayuda
-¿La alcaldía es para usted un trampolín en política?
Nunca he tenido pretensiones de alto nivel, porque siempre he tenido mucho trabajo aquí. He llevado casi todas las concejalías que puede haber en un ayuntamiento; infraestructuras, sanidad, juventud, comercio, turismo, pesca o desarrollo local, así que conozco bien el funcionamiento de la gestión local. Realmente yo soy una enamorada de Santa Pola y de los santapoleros y mi objetivo es mejorar mi pueblo fundamentalmente. No tengo grandes ambiciones personales. Para mi pueblo sí, pero para mí no he querido complicarme la vida a nivel nacional o a nivel provincial o autonómico. Quizás sí que me gustaría conocer un poco la Diputación de Alicante, pero mi objetivo ahora es mi pueblo.
Creo que soy la alcaldesa que más problemas ha tenido nunca, entre temas económicos, danas y glorias, de lo que por cierto todavía no nos han dado ninguna ayuda. Y ahora la pandemia.
-¿Qué le convence del PP de Carlos Mazón?
A mí hay algo que me ha convencido mucho, tanto del Presidente Mazón como del Coordinador Provincial, Juanfran Pérez. Les he oído decir que “aquí no sobra nadie” y que todos tenemos un valor añadido para el Partido Popular. No hay familias. El partido es uno y el objetivo es intentar sacar nuestros proyectos adelante, y a mí eso es algo que me ha gustado mucho. Siempre hemos estado que si de una familia o que si de otra. Todos pensamos igual y queremos un objetivo común, que es sacar adelante a la provincia de Alicante y a nuestros municipios. A mí me ha gustado mucho la forma de plantearlo y la forma de reunirnos, de llevarnos y de hacer equipo. Todo eso me ha gustado.
-Ha habido momentos de soledad donde mucha gente abandonó el barco del Partido Popular…
Sí, y nos quedamos los duros. Ahora queremos que vuelva todo el mundo, porque somos un partido de centro que tenemos la capacidad de dialogar y de que, cuando hay un problema, intentar resolverlo y buscar soluciones. Cuando vienen problemas no se guardan en un cajón, se tiene que hablar, buscar informes positivos y la manera de salir adelante. Yo creo que lo que el Partido Popular está haciendo ahora es decir “vale, hubo un momento puntual que nos equivocamos y tenemos que rectificar, pero la gente tiene derecho a volver si quiere volver”.
-¿Cuál es la clave para convencer?
Yo creo que un político no puede vivir de espaldas a lo que dice la ciudadanía. Hay que parar, escuchar y reflexionar lo que nos dicen. Y si nos dicen que el proyecto que hizo la anterior corporación de cambiar todas las calles de Santa Pola no lo quieren, hay que escucharlo. Por imponer la voluntad perdieron las elecciones, porque por imponer no se consigue la satisfacción del ciudadano. Me parece muy interesante reunirnos con todas las asociaciones y con toda la gente que tiene un cierto peso en la sociedad para que nos expliquen cuál es la problemática e intentar resolverla.
Este virus ha venido para quedarse, entonces habrá que plantearse cómo atender a quien venga
-¿Cómo les ha afectado la pandemia en el turismo?
Santa Pola no está teniendo la misma repercusión negativa que ha podido tener Benidorm o lugares como Canarias o Palma de Mallorca, porque aquí tenemos clientes fieles de segunda residencia. Eso es lo que nos ha salvado. Los dos hoteles que hay están cerrados, pero en general no hemos tenido una disminución tan grande como otras zonas más hoteleras.
Hemos creado la patrulla Covid de la Policía Local y hemos ido por todos los establecimientos asesorando y aconsejando de lo que se puede o no se puede hacer. Detalles como el de tener los cubiertos puestos en la mesa. Puede haber pasado alguien alrededor y haber tosido o estornudado, por eso les decimos que no pueden dejarlos puestos. O que las mesas no se pueden limpiar con trapo, se tiene que hacer con papel y desinfectarlos, o que todo el personal lleve la mascarilla, y las medidas de limpieza que hay que aplicar tanto a los aseos como a la cocina o como al resto de estancias del restaurante. La verdad es que la gente está respondiendo bastante bien
-¿La pandemia ha cambiado el rumbo al turismo?
Hemos trabajado durante muchos años -desde que yo era concejala de Turismo- intentando desestacionalizar la actividad turística, porque en verano tenemos suficiente, pero tenemos que intentar completar el año siendo diferentes y generando eventos deportivos y actividades que haga que la gente pueda venir a Santa Pola en su tiempo libre para practicar actividades de ocio.
Este virus ha venido para quedarse y habrá que plantearse cómo atender a quien venga y en qué condiciones. Va a ser un problema principalmente para las ciudades que tienen un turismo muy variable y que fluctúa mucho.
-Ha liderado usted la promoción del comercio local
Tenemos que impulsar iniciativas nuevas y nos tenemos que diferenciar de los demás, y tenemos que dar ejemplo. Se me ocurrió la idea de implicar a todos en una campaña que hiciese pensar por qué tenemos que comprar en Santa Pola.
En estos momentos los que más puestos de trabajo dan y los que más riqueza generan son los pequeños comerciantes de nuestro municipio. Los grandes también aportan empleo y riqueza, pero sobre todo se genera en el comercio pequeño de Santa Pola, en los restaurantes, en el mercado. Se queda todo en el pueblo y eso es bueno. Hay que respaldar a la gente que está arriesgando su patrimonio. El Ayuntamiento tiene que apostar por esa forma de emprender.
Si tenemos que pagar algo que el gobierno se lo pague al español, que es el que invierte y el que paga impuestos
-¿Cómo gestiona el Gobierno Central la pandemia?
Le viene grande y opina mucha gente dentro de su propio gobierno, donde hay posturas enfrentadas entre ellos mismos. Cuando hay muchos que quieren mandar, la cosa no funciona. En la anterior legislatura aquí en Santa Pola había tantos alcaldes y tantos jefes que a la hora de la verdad no decidían nada. Pasa lo mismo a nivel nacional. Pedro Sánchez tiene la espada de Damocles en la nuca de Pablo Iglesias y de todos sus socios que le llevaron a la Moncloa. Hay muchos presidentes en España a la hora de decidir y eso no puede ser. Tenemos que cambiar el sistema. No puede ser que gane las elecciones un grupo político -sea quien sea- y que luego vengan estos pactos que no funcionan.
Yo hubiese reunido a todo el sector sanitario importante y les hubiese instado a buscar soluciones para España. Hubiera contado con empresas que se ha transformado para hacer mascarillas homologadas, ropa y productos sanitarios. ¿Por qué nos tenemos que ir fuera de España a que nos engañen? Si tenemos que pagar algo que el gobierno se lo pague al español, que es el que invierte y el que paga impuestos. Han ido a salto de mata y han tomado decisiones que después han rectificado.
-¿Teme un nuevo confinamiento?
Si tiene que haber confinamiento que sea en función del número de contagiados y por zonas, pero con los mismos criterios en todas las comunidades autónomas. No puede ser que en cada sitio se tomen unos baremos diferentes. Hay que establecer unos criterios fijos y un mando único que plantee cómo se tiene que hacer, con criterios comunes. No me parece mal cerrar donde haya más contagios, porque no se puede cerrar otra vez el país entero. La economía se iría a pique.
-¿Qué necesita Santa Pola del Gobierno?
Necesitamos infraestructuras en las playas de Santiago Bernabéu. Un paseo nuevo, generar sinergias para que la gente venga, disfrute y lo pase bien. Estamos pidiendo a la dirección de Costas que nos permita convertir las naves abandonadas de Vatasa en un Centro de Alto Rendimiento deportivo náutico, con algún restaurante y comercio.
Que ayuden a los hoteles para renovar las estructuras, porque algunos están un poco obsoletos. Que no destruyan el sector pesquero, tan necesario para el turismo y la restauración, es fundamental.
Hay más de 300 familias que directa o indirectamente todavía vivimos del sector pesquero
-La marca ‘Peix de Santa Pola’ se le ocurrió visitando un centro comercial...
Cuando trabajaba en la Diputación de Alicante a veces iba al Corte Inglés, y allí veía que ofrecían pescado ‘recién traído de la bahía de Santa Pola’. Pensé que si lo venden como algo exclusivo había que generar la marca, para que la gente empezase a demandarlo. Como siempre que he impulsado alguna iniciativa innovadora, o distinta a lo que había hasta ese momento, tuve muchas mentes reacias con el tema. Sin embargo, ahora es un referente importante tanto turístico como gastronómico.
-¿Cómo está el sector pesquero?
Hay mucha incertidumbre, porque en la nueva normativa para los barcos de arrastre no se ha tenido en cuenta todo el esfuerzo pesquero que hemos hecho eliminando embarcaciones. Había más de ochenta y hemos pasado a algo más de treinta. Ahora lo que están haciendo es disminuir los días de pesca, y eso no se va a poder mantener. Tampoco se ha considerado que aquí hacemos un mes de paro biológico y que además paramos en las fiestas patronales, cuando en otros países de Europa todo eso no se está haciendo.
El Gobierno no cuida al sector pesquero. Yo soy partidaria de controlar al sector, de que se respeten las normas y de que lo hagan bien. Lo que no estoy de acuerdo es en eliminarlo, porque Santa Pola es una ciudad eminentemente pesquera. Todos tenemos algo que ver con el mar, con abuelos, tíos, hermanos o sobrinos. Sabemos que es un trabajo duro y que la recompensa económica tampoco es excesiva. Pero hay más de 300 familias que directa o indirectamente todavía vivimos del sector pesquero. Ahora con los nuevos planes del Estado se les genera un problema importante.
El patrón mayor me transmite sus dudas y, francamente, estoy preocupada. Quieren hacer un plan de protección de la costa mediterránea y a Santa Pola le afecta en primera línea. Si se plantea eso podríamos perder todas las barcas de artes menores que tenemos. Estamos muy preocupados porque es una caza y captura contra sector pesquero que no entiendo por qué.
-¿Y la vuelta al cole?
Estoy muy preocupada. Los niños no pueden estar sin colegio, pero creo que deberíamos hacer las cosas por grupos muy limitados. Deberían relacionarse los niños solo por clases, porque así en el momento que salga un positivo estará todo muy controlado.
-¿Le parece que la Consellería lo tiene controlado?
A los colegios de Santa Pola no se les ha cubierto todavía las necesidades que se plantean del Covid. Además, aquí tengo un problema importantísimo en el Colegio Vicenta Ruso, en Gran Alacant. Tendría que haberse empezado ya el segundo colegio de esa zona y a fecha de hoy no nos contestan a los escritos que les mandamos a Consellería para saber en qué situación se encuentra.
Tenía que haber salido en junio y tenemos un colegio de 400 niños dónde acuden casi 1.000. Para mí eso sí que es un problema importantísimo, y más ahora que hay que guardar distancia social.
Gracias alcaldesa
La alcaldesa se despide de mí con un encargo; que visite El mirador del Faro de Santa Pola, uno de los rincones más bonitos de la Comunitat Valenciana para dar un paseo, desconectar -con las olas del mar como testigo-, o ver un amanecer o un atardecer. Me dice que desde allí hay unas vistas increíbles de la isla de Tabarca en días despejados, de los Arenales del Sol y la bahía de Alicante. Así que tengo que volver a Santa Pola, a subir al mirador y a volver a respirar su ambiente pesquero… y disfrutar de su gastronomía.