El Elche despierta del sueño

Emoción, nervios y el típico cosquilleo en el estómago es lo que sentían ayer miles aficionados del Elche C.F. minutos antes de que empezara a rodar el esférico en el Martínez Valero. Se volvía a la élite del fútbol español cinco años después, y a pesar de no poder estar en el coliseo ilicitano, las ganas de que llegaran las seis y media de la tarde estaban patentes en el corazón de todo aficionado franjiverde.

Ya advertíamos en esta sección hace ahora justo una semana que lo visto sobre el césped del Camp Nou no debía llevarnos a un falso convencimiento de que lo que teníamos iba a ser suficiente para el partido frente a la Real Sociedad, un equipo que viene de hacer una de sus mejores temporadas en Primera, alcanzando la final de la Copa del Rey, clasificándose para Europa y con refuerzos de altura como el propio David Silva. Desgraciadamente, el Elche despertó ayer del sueño en el que llevaba inmerso tras el gol de Pere Milla en Montilivi, para toparse con la cruda realidad. Una realidad que ayer dejó patente que para competir en La Liga le falta mucho al conjunto de Jorge Almirón.

No obstante, desde el club se intuía lo que podía pasar, porque el propio Jesús Muñoz insistía desde la previa del partido que en mandar el mensaje de que el equipo está en construcción, mismo titular que utilizó el propio Elche C.F. en su crónica oficial del partido. La Real fue muy superior durante los noventa minutos del encuentro, y si no llega a ser por la falta de puntería de Isaak y un espectacular Edgar Badía en la primera mitad, el resultado al descanso hubiera sido ya abultado. Es cierto que los hombres de Almirón dispusieron de la ocasión más clara de los primeros cuarenta y cinco minutos, donde el guardameta donostiarra Alex Remiro sacó un pie inverosímil para impedir el uno a cero en el marcador en un remate de Josan a centro de Fidel en el 19'.

Tras la reanudación, la Real salió dispuesta a llevarse los tres puntos y encerró al Elche en su área para conseguir derribar la meta de Badía, y fue en el minuto 55, donde Portu conseguía poner por delante a los donostiarras tras un espectacular pase de Mikel Merino. Si debemos destacar al acierto de Portu, también debemos censurar la falta de actitud de Dani Calvo en la jugada, que a pesar de tener la marca de Portu, se limitó a ser un mero espectador del gol. El Elche reaccionó y sólo seis minutos después, en el 61', Pere Milla tuvo en sus botas el empate a pase de Nino, pero incomprensiblemente el catalán con toda la portería para el, lanzó el balón al cuerpo de Remiro. Y hasta ahí llegaría la pólvora de los de Almirón, que se fueron diluyendo como un azucarillo, quedando patente la falta de tiempo para realizar una pretemporada en condiciones.

Del partido, como notas positivas debemos quedarnos con el debut de Nino en Primera con el equipo de su corazón, con el descaro y las ganas de Tete Morente y las paradas y la seguridad bajo palos de Edgar Badía. En negativo, unos desentonados Mfulu y Dani Calvo, un desaparecido Raúl Guti que no demostró ser el hombre capaz de llevar la manija del centro del campo y un tardón Almirón en reaccionar al 0-2, haciendo dos cambios incomprensibles en el minuto 84', incomprensibles por el minuto en los que los realizó.

Está claro que esto acaba de empezar y queda toda la liga por delante. Estoy seguro que Bragarnik ha tomado buena nota de lo que le falta al equipo, a mi entender otro central de garantías, un lateral por cada banda,un hombre en el centro del campo y uno o dos delanteros, donde en uno de ellos habrá que "echar el resto". Visto lo visto ayer, y con mucho por hacer, también quedó patente la nefasta planificación de LaLiga con un equipo que hace un mes terminaba su competición en Segunda, que unido a las vacaciones que necesitaban los jugadores, no ha tenido ni dos semanas para hacer lo que otros han podido hacer en seis. Lo más lógico es que al Elche se le hubieran aplazado las cinco primeras jornadas de Liga, justo hasta el parón de selecciones, entonces si se le hubiera dado el mismo tiempo y trato que al resto, pero lamentablemente nuestra Liga hace tiempo que perdió el calificativo de "la mejor Liga del mundo", con un Presidente más preocupado de si mismo que de la organización que dirige.