Así están los toros bravos en la Comunitat: sacrificados y desnutridos

La crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha tenido una gran incidencia en los sectores agroganaderos. Especialmente uno de los más afectado tras el inicio del estado de alarma ha sido el referente al ganado vacuno bravo. Este tipo de ganadería se ha quedado sin ingresos tras la suspensión de los festejos taurinos y hasta momento no se han beneficiado de ninguna ayuda pública a pesar del reclamo de sus ganaderos. Ante la situación reclaman a la Generalitat algún tipo de “apoyo”, antes de que sea tarde y muchas ganaderías desaparezcan.

Se trata de una situación que se ha agravado con el tiempo puesto que gran parte de los festejos de “bous al carrer” terminan en septiembre y a partir de ahí los ingresos son “escasos” o “prácticamente nulos” y los ganaderos acostumbran a mantener a sus reses con los ahorros que han generado hasta la temporada siguiente, según explica el ganadero Vicente Benavent Prats. De esta manera, cuando llegó el mes de marzo y el inicio de la pandemia la liquidez de las ganaderías era escasa y ahora, 6 meses después, la situación ha llegado “al límite”.

Los ganaderos de este sector se ven obligados a continuar con una actividad mínima; con gastos diarios de la alimentación de los animales, a los que se suman otros como el uso de camiones, el pago de seguros e impuestos... Y la única manera de afrontar esta crisis esa sacrificando animales para poder alimentar a los restantes, según explican desde el sector. En el caso de Benavent dueño de una ganadería, ha sacrificado alrededor de 200 reses. Así se presenta el futuro del toro bravo.

“Estamos muy mal a nivel económico, a nivel sanitario, a nivel emocional y a todos los niveles. A los animales no se les está cuidando como toca, no se les está dando toda la alimentación necesaria y se están desnutriendo por falta de liquidez. Esto sin ingresos no se puede mantener, por mucho que nos empeñemos. Es prácticamente imposible”, cuenta Vicente Benavent Prats.

"Yo puedo entender que haya gente a la que no le gusten los toros y que haya gente que esté en contra, pero no es justo aprovechar una pandemia para quitar un sector que no te gusta y del que vive mucha gente”, apunta Vicente Benavent.

El sector bravo se siente abandonado por la Generalitat. Tras enviar peticiones de ayuda y no tener ningún tipo de propuesta sobre la mesa. A estas peticiones se suman las manifestaciones realizadas el 4 y el 6 de agosto delante de las Cortes Valencianas; en la segunda ocasión consiguieron que el presidente de la Generalitat les recibiera, sin embargo, según explican, las palabras y las promesas fueron “muy buenas” pero no han tenido su continuidad en el futuro; prácticamente finalizado el mes de septiembre, todavía no hay “ninguna propuesta sobre la mesa e intenciones parece que tampoco hay”.

Además, las explotaciones ganaderas de toros bravos critican la exclusión que ha sufrido este colectivo debido a la decisión por parte de la Conselleria de Agricultura y Ganadería de la Comunidad Valenciana de apartar a este sector de las ayudas aprobadas para paliar la crisis del coronavirus, alegando que el ganado bravo se rige por la Conselleria de Cultura. Una decisión que el colectivo no está de acuerdo y califica de “injusta”.

El centenar de ganaderías de la Comunitat ve urgente la necesidad de un apoyo “real” con la publicación de unas ayudas “inmediatas”. “Y no la necesitamos para mañana, la necesitamos para ayer; no podemos esperar más”, recalca Vicente Benavent. Desde el colectivo hacen un llamamiento a la Administración para que apoyen los gastos que supone mantener a estos animales, especialmente en estos momentos difíciles de crisis, para así evitar la quiebra de muchas explotaciones y la destrucción de empleos.

En esta línea, también exigen que se deje de lado “la ideología política y el fundamentalismo animalista”. “Dinero hay, lo que no hay es voluntad política para ayudarnos y esto es de muy cobardes porque en una pandemia se tiene que ayudar a todo el mundo. Después si quieren quitar los toros por otras razones, que los quiten, pero aprovechar una pandemia parar cargarse el sector… Yo puedo entender que haya gente a la que no le gusten los toros y que haya gente que esté en contra, pero no es justo aprovechar una pandemia para quitar un sector que no te gusta y del que vive mucha gente”, alega el ganadero.

"Aguantaremos sin ingresos, malviviendo y pasándolo muy mal los animales, los ganaderos y las familias de los ganaderos", resalta Benavent.

En este mismo contexto se encuentra gran parte de las ganaderías de reses bravas de España; en otras autonomías tampoco se han destinado ayudas a este fin, aunque en algunas, como Madrid, han prometido dedicar dinero a este motivo.

Ante la situación “desesperada”, miembros del sector han asegurado que saldrán a la calle a manifestarse y movilizarse. Además, adelantan que tienen en mente utilizar en estos encuentros camiones, e incluso llevar a la ciudad algún ejemplar animal. “De perdidos al río, si nos vamos a morir nos vamos a morir dando guerra. Porque nos vemos a morir. 6 meses más no aguanta ni el 20% de las ganaderías”, ha afirmado.

“Yo empecé con 17 años de ganadero y ahora tengo 55. Aguantaré hasta el último segundo, aunque no sepa cómo. Aguantaremos sin ingresos, malviviendo y pasándolo muy mal los animales, los ganaderos y las familias de los ganaderos. Y como yo se encuentran la mayoría de los ganaderos”, concluye Vicente Benavent Prats, quien se niega a rendirse.