El PSOE contraataca a la Ordenanza de mendicidad de Barcala
El Grupo Socialista ha presentado una enmienda a la totalidad de la ordenanza de prostitución y mendicidad del bipartito y ha redactado una ordenanza alternativa de Convivencia Cívica
El Grupo Municipal Socialista (GMS) ha redactado en tiempo récord una contrapropuesta a la Ordenanza de Convivencia Cívica del bipartito en el Ayuntamiento de Alicante. En solo seis días han articulado un texto alternativo para abordar la problemática de la mendicidad, la prostitución, el vandalismo callejero y las molestias a los transeúntes. Los socialistas consideran necesario que se prioricen programas e iniciativas sociales enfocadas a los colectivos más vulnerables.
El portavoz del grupo municipal, Paco Sanguino, propone “un Plan de Convivencia Municipal que debe ir de la mano de un Plan de Inclusión Social”, e insiste en que “no se puede aplicar sin la puesta en marcha de toda una suerte de medidas de acompañamiento a los colectivos más vulnerables”.
Sanguino ha manifestado que “el PSOE no tiene como objetivo sancionar a los más indefensos”. El portavoz socialista añade que "a diferencia del bipartito, en nuestra ordenanza se contempla expresamente que las personas en prostitución y en situación de mendicidad no se pueden sancionar y, en lugar de multarlas, hay que establecer itinerarios sociales para ellas, dentro de un Plan de Inclusión Social".
Contra los derechos fundamentales de los más desvalidos
El portavoz destaca que la nueva ordenanza redactada por el GMS es una alternativa clara a la realizada por el gobierno de Luis Barcala “que parece un calco de la que aprobó Sonia Castedo y que fue derogada por el anterior gobierno de izquierdas” –el extinto tripartito-. A su juicio, la ordenanza que el equipo de gobierno pretende aprobar este jueves “va en contra de los derechos fundamentales de los más desvalidos”.
"La que presentamos nosotros no solo se ocupa de la mendicidad y la prostitución, como la normativa que pretende aprobar Barcala, sino que regula la organización de actos públicos, degradación visual del entorno urbano, grafitis, pancartas, folletos, apuestas callejeras, uso inadecuado del espacio público para juegos, normas de instalaciones deportivas de uso libre, limpieza del espacio público, consumo de bebidas alcohólicas en la calle... No castiga la mendicidad, no sanciona a los más vulnerables, pero persigue a los consumidores de prostitución, proxenetas e intermediarios y, por su puesto, en ningún caso se persigue a la mujer que está siendo prostituida", concluye Sanguino.