M. Nombela: “Suele haber desajuste entre lo que se espera y lo que se encuentra"
'A contratiempo' habla de escenas cotidianas que todos hemos vivido o pensado alguna vez. Es la primera novela de la abogada y columnista alicantina Mónica Nombela
A contratiempo es la primera novela de Mónica Nombela. No es su primera publicación, ya que a los 18 años editó un libro de poesía y prosa –Viaje al infinito-, y lleva más de cuatrocientas columnas de opinión en medios de comunicación alicantinos. Se estrenará próximamente como columnista en ESdiario, pero antes hemos querido conocerla mejor.
Mónica es abogada por la Universidad Pontificia de Comillas, con más de veinticinco años de experiencia profesional. Consultora de empresas y mediadora. Fue directora de la Asociación de la Empresa Familiar de la Provincia de Alicante (AEFA) y actualmente preside la tertulia femenina ‘Mesa y Mantel’, de la que fue fundadora en 2015.
La escritura la ha acompañado siempre. Esta novela es el fruto de cinco años de un trabajo pausado que ha cocinado a fuego lento, para decidirse al fin compartir con los lectores. Habla de la vida, de las relaciones de uno mismo con su pasado y de lo que pudo ser y no ha sido -o quizás nunca fue-. Es una invitación a vivir experiencias y dejarse llevar por las circunstancias, y a tomar las riendas de nuestro propio destino.
Esta semana la ha presentado en sociedad en pequeños foros –adaptándose al momento-. A partir de ahora los personajes de su novela empezarán a crecer y a ganar protagonismo en la vida de cada uno de nosotros.
- ¿Qué es ‘A contratiempo’?
A contratiempo narra la historia de Silvia, una mujer de 40 años que regresa a su pasado porque se celebra una fiesta de cumpleaños de una antigua amiga. Al regresar a ese pasado se reencuentra con sus antiguos amores y tiene la oportunidad de revivir ciertas experiencias, e incluso de replantearse algunos aspectos de su vida.
- Es habitual hacer balance de lo que hemos dejado atrás…
Hay etapas en la vida en las que especialmente uno se acuerda aquellas historias del pasado, de las historias inconclusas, de algunos amores nonatos, aquellos amores que se quedaron -o no llegaron a nacer- pero que generaron grandes sentimientos y a veces con una enorme intensidad. Los amores de juventud se viven muy a flor de piel, con una potencia enorme, que luego es difícil reproducir ya de más mayor.
Silvia -la protagonista- tiene la oportunidad de regresar a ese escenario de los comienzos de su juventud y las cosas tal vez no sean tal vez como ella las recordaba.
Es imposible encontrar las cosas como se dejaron, porque para cada persona hay una diferencia entre lo que recordamos y la elaboración que hacemos de los recuerdos
- O no se encuentran como creemos que las hemos dejado…
Claro. Es imposible encontrar las cosas como se dejaron, porque para cada persona hay una percepción entre lo que recordamos y la elaboración que hacemos de los recuerdos. Porque siempre nos quedamos con algunas cosas determinadas. Y después ni nosotros somos las mismas personas que éramos de jóvenes ni tampoco la situación para las otras personas que no han vivido con nosotros ha sido la misma.
Cada uno la ha vivido a su manera, entonces volver a aquello significa también un cierto choque, porque tal vez no se corresponda con las expectativas. Ahí se produce un desajuste entre la expectativa de la persona más adulta que regresa y se reencuentra con sus viejos amigos, entre lo que espera encontrar y lo que se encuentra de verdad.
- Todo es circunstancial y depende de afrontar cada situación…
Eso decía John Lennon, que “la vida es lo que nos pasa mientras nosotros tratamos de hacer planes”. De un momento, de una circunstancia, de algo absolutamente circunstancial o de un hecho al que no le damos ninguna importancia después deriva lo que nos conduce a la situación vital de máxima importancia para nuestra vida. Y al revés, situaciones que creemos que son trascendentales luego se desinflan. Es muy curioso ver que si echamos la vista atrás vemos bastantes desajustes entre pensamientos, acciones y recuerdos.
- Es tu primera novela ¿Cómo ha sido el proceso?
La idea ha sido muy meditada y cuando llegue a la decisión de escribirla pensé que la quería terminar y que era un propósito firme para mí, lo que pasa es que después me encontré con muchas dificultades. En el día a día no tengo el tiempo seguido que requeriría para no perder el hilo. Si escribes un poco hoy, escribes medio capítulo, y ya te lo dejas unos cuantos días, cuándo vuelves has perdido esa conexión y tienes que volver para atrás para ver qué ha pasado, para volver a recuperar la historia. Especialmente por no poderle dedicar el tiempo de corrido que habría requerido ha sido un poco más complicado escribirla.
- ¿Es la novela que pensaste en el primer momento?
No, no es lo que pensé en el primer momento. Tengo que confesar que no que no es exactamente lo que yo pensé. Tiene una explicación que no puedo dar porque haría spoiler.
¿Tiene que ver con los cambios que te da la vida?
Sí, tiene que ver con los cambios que te da la vida, y al final esta vida te va conduciendo a determinadas situaciones. Si el contexto cambia, la historia cambia.
¿Dónde discurre la historia?
Está ubicada en Alicante y muy de pasada por Madrid. El segundo escenario es Cercedilla, que es un pueblo de la sierra de Madrid muy bonito. de montaña. Una parte de la historia se desarrolla en una casa que existe en realidad, no es inventada. Es una casa preciosa que hay en la sierra madrileña. Estuve en una ocasión en esa casa comiendo con unos amigos, y cuando llegué me dije que ese era el escenario de mi novela.
- ¿Cómo has construido los personajes?
Tenía tres personajes muy claros; la protagonista y la amiga de la protagonista, a la que va a visitar. Esos dos estaban muy claros, y después otro de los personajes, uno de los masculinos, también lo tenía predeterminado. Los demás aparecieron por el camino por otras circunstancias que cambiaron un poco las cosas durante el proceso de escritura.
Es una novela de situación de la vida actual introspectiva. La protagonista piensa mucho, en eso sí que se parece mucho a mí
- ¿Todo es ficción en la novela?
Es un poco difícil de evitar tomar información de lo que la persona que escribe conoce. Yo observo detalles que percibo de las personas a las que conozco. Me he inspirado en algunas personas de verdad para los personajes, pero todos ellos tienen su propia voz. Los personajes tienen algo característico de ellos mismos y eso se define desde el primer momento, pero es verdad que en el reto de ponerme a escribir y hacer que hablen han ido surgiendo matices y eso me ha parecido muy divertido de desarrollar.
- ¿Hay algo de ti en cada uno de ellos?
Sí, hay algo de mí en cada uno de ellos. Sí lo hay.
- ¿Como qué?
La protagonista tiene mucho de mí, pero en la amiga de la protagonista también hay detalles míos. Realmente en todos ellos hay algo en lo que me reflejo. No es porque los considere identificados conmigo. No tanto por eso, sino porque todos ellos tienen algún punto de conexión con algo mío. Todos los personajes tienen algún matiz que conecta con algo que yo he vivido o que he visto en otros.
Es ficción, pero todos tienen un tinte de realidad que es lo que a mí me sirve para apoyar la historia y que resulte creíble. Era algo que siempre me ha preocupado, que los diálogos fueran creíbles y que la historia fuese como yo la quería ofrecer; una historia inventada que se pueda contrastar con la realidad.
- No es una novela romántica ni de acción ¿Cómo la podemos definir?
Es una novela de situación de la vida actual introspectiva. La protagonista –Silvia- piensa mucho, en eso sí que se parece mucho a mí. Tiene ciertos tintes románticos y algunos cómicos. Otros melancólicos. Yo creo que es como la vida misma, porque la vida tiene un poco de todo eso.
- ¿A quién le va a venir bien leerla?
A mucha gente le va a venir bien leer esta novela. A hombres y a mujeres. A las mujeres les van a resonar cosas de la novela que pueden haber vivido, pero yo creo que le va a venir bien a cualquier persona que esté en un momento de duda. También a muchas personas que se dan por vencidas y creen que ya no tienen nada que hacer en esta vida, que está todo hecho. Aquellas que viven en el área de confort y creen que no hay una salida o que se han quedado atrapadas por las circunstancias. Les va a venir muy bien a esas personas especialmente, pero también a otras muchas a las que esta historia les va a hacer pensar y seguro que les divierte.
- Un poco de spoiler… ¿La Silvia del principio no es la Silvia del final?
Hace un crecimiento exponencial muy importante. Silvia consigue conectar consigo misma, que yo creo que es la parte más bonita de la novela.
¿La Mónica del principio es la Mónica?
La Mónica del principio no es la Mónica del final efectivamente, en eso sí que somos la misma Silvia y yo.
- ¿Esta novela ha despertado a la escritora que llevas dentro?
Sí, y eso me encantado. Además, ahora viendo que hay muchas personas que se enganchan a leerla, y que me dicen que no pueden parar de leer y que les ha gustado mucho y me animan a seguir escribiendo, eso me anima a seguir.
No sabes lo que va a pasar, tú lanzas la novela y no sabes si la gente la va a acoger bien, si le va a gustar o no. Evidentemente no puede gustar a todo el mundo.
Para mí era una preocupación muy grande que estuviera bien escrita, y en eso coincido con nuestra amiga común Marisa Ayesta. Me dijo que la novela puede gustar o no pero tiene que estar bien escrita. Coincido con ella cien por cien. Si está bien escrita y a otros no les gusta, no importa. El problema es tanta novela que se hace de usar y tirar que no reúne la calidad suficiente. No es fácil escribir una novela, pero si se hace ha de hacerse correctamente. Yo creo que eso lo he cumplido, ahora los lectores decidirán si la historia engancha.