‘La plaza de los besos’ de El Campello, elegía a los besos y abrazos perdidos
La concejalía de Infraestructuras lleva a cabo el proyecto ‘Transitarte’ de recuperación de los espacios públicos a través del arte, con obras elaboradas por Krisztina Molnar y Roberto Baeza
La concejalía de Infraestructuras de El Campello ha recuperado un espacio deteriorado de la vía pública a través de su proyecto Transitarte. Se trata del parque infantil y la infraestructura aledaña situadas en lo que la concejalía ha dado en denominar «La plaza de los besos».
Esta plaza, aún sin bautizar, pero que a la concejalía le gusta referirse como “La de los besos”, está situada junto a la Avenida de Alcoy, y se erige en la segunda parada obligada en el camino de los “Cuentos callejeros”, que arrancan en la Plaza del Carmen. Sus muros son el soporte de la creación de los artistas Krisztina Molnar y Roberto Baeza, que han sabido plasmar, con brillante perfección, el sentimiento de pérdida de muchas personas a esas manifestaciones de cariño, tan nuestras, que ha venido aparejado a la pandemia. Ellos han sabido amortiguarlo a través de su arte.
Para el primer teniente de alcalde, Julio Oca (Cs), “esta segunda parada en la recuperación de los espacios públicos a través del arte, es sólo una más de un largo recorrido”. De hecho, en la actualidad, la concejalía, además de los trabajos de recuperación del área infantil del Parque Central y de los llevados a cabo en Cala Baeza, trabaja en la elaboración de un censo de parques y espacios públicos deteriorados para continuar con su plan de rehabilitación.
Grafitis por besos
Los trabajos de recuperación de esta área lúdica, que comenzaron el pasado 19 de noviembre, han supuesto la inversión de unos 10.000€ entre las tareas llevadas a cabo por la concejalía de Mantenimiento, consistentes en el acondicionamiento de las paredes que delimitan la zona infantil, que estaban colmadas de grafitis; el lijado, pintado y reparación de los juegos infantiles y bancos, y el posterior acabado de la obra de Krisztina Molnar.
Para la artista, reflejar el sentimiento de pérdida en el terreno de las emociones desde que comenzara la pandemia, ha sido el eje de toda du obra. “Si te preguntan, qué es lo que más echas de menos desde el comienzo de la pandemia, seguramente muchos de nosotros responderíamos los besos, los abrazos, chocar los cinco, los bizcochos de la abuela… sentirnos queridos”, manifiesta Krisztina Molnar.
Y es justamente esto, lo que los autores han deseado reflejar, en ausencia de contacto físico; poder llegar al corazón con las palabras y los dibujos, “como nuestro regalo no sólo para estas festividades navideñas, sino para cada día”. Por este motivo, el nuevo mural contiene las 5 moléculas básicas de la felicidad: Endorfinas, para el placer; Adrenalina, el antídoto ante el aburrimiento y malestar; Serotonina, que fortalece nuestra confianza; Oxitocina, para la afectividad y, dopamina, para cuando te digan “no puedes”, contestes “mira cómo lo hago”.