Mueren 26 ancianos en el pueblo donde se vacunaron el alcalde y su esposa
Una semana antes del inicio del proceso de vacunación se detectaron 104 contagiados entre los 107 residentes, por lo que no se pudo inmunizar a los internos del geriátrico de El Verger
Ayuntamiento de El Verger
La tercera ola de contagios ha sido devastadora en el pueblo donde se vacunó irregularmente el alcalde y su esposa, Ximo Coll y Carolina Vives, también alcaldesa pero del pueblo vecino. Han fallecido 26 personas en la residencia de ancianos de El Verger, donde se contagiaron estas navidades 104 de los 107 residentes y también 38 trabajadores del centro.
La Consellería de Sanidad ha tenido intervenido el centro durante todo ese tiempo, hasta el día 20 de enero, para tomar las riendas de la situación. Se ha conseguido frenar el brote tan dimensionado y se ha reconducido la situación, pero no se ha podido evitar el fallecimiento de los 26 residentes.
El alcalde no dimite
La tragedia añade un motivo más para la dimisión del alcalde socialista de El Verger, Ximo Coll, que declinó dimitir este martes en el pleno extraordinario donde PP y Compromís le pedían el acta. Se vacunó hace unas semanas junto a su esposa, la alcaldesa de Els Poblets, pueblo vecino. Dice que lo hizo “para no desperdiciar vacunas”.
No hay una relación de causalidad entre la vacunación del alcalde y la muerte de todas estas personas, pero el feo comportamiento del primer edil y su esposa debería hacerles reflexionar. Ellos se aferran al relato de que “las iban a tirar” para limpiar sus conciencias, pero lo cierto es que cada vez es más difícil de justificar su acción, especialmente cuando compañeros suyos de partido en el PSPV ya han dejado el cargo en otros municipios cercanos, como Dénia.
Una tragedia de la que no se habla
Fuentes consultadas por ESdiario han confirmado que el gran brote de contagios se dio la semana antes del inicio de las vacunaciones. Por eso los ancianos de la residencia no pudieron recibir la dosis de la vacuna. Los vecinos reprochan que el foco mediático estuviera puesto en la vacunación del alcalde. Muchos reprueban esa actitud, pero remarcan que la auténtica tragedia está en la residencia de ancianos.
Nadie sabe cómo ha podido llegar el virus ni cómo se ha podido propagar tan rápidamente. Afirman que esta residencia “es muy familiar”, como un hogar para los internos. Defienden que están muy bien cuidados y que se cumplen todos los protocolos, pero el virus llegó de una manera muy virulenta y ha atacado a los más débiles.