El caos de las vacunas: “Antes jardineros y administrativos que en residencias”

La falta de un protocolo riguroso en la organización de las vacunas, y la ausencia de control en su reparto, ha provocado que en cada centro a donde han llegado las dosis se hayan tomado decisiones en función del criterio de los dirigentes del lugar. ¿Qué hacer con los excendentes, o si sobra alguna dosis porque a alguien no se le ha podido poner? ¿Se deben identificar las personas que van a recibir la vacuna y se lleva un listado de comprobación? Imaginemos que algo así pasase con las elecciones, y el día de la votación acudiese gente de otros pueblos a votar, o menores de edad, o que vayan seis veces, porque sobran papeletas ¿Nadie lo controla?La vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra (Compromís), ha lamentado este martes que se haya vacunado un jardinero o el personal administrativo de un hospital "mientras todavía no estaban -vacunadas- todas las residencias".

Oltra afirma que desde su departamento están en contacto con la Consellería de Sanidad, dirigida por Ana Barceló (PSOE), todos los días "porque los primeros que estaban en lista eran las personas que están internas en centros sociosanitarios, tanto de residencias de mayores como de diversidad funcional, y ha pasado algo y se ha vacunado el jardinero o el personal administrativo de un hospital mientras todavía no estaban todas las residencias".

No hay vacunas para las residencias

La síndica de Compromís ha confirmado que "esta es una cuestión que habrá que esclarecer, porque la bajada en la llegada de vacunas hace que tengamos muchas personas de residencias sin vacunar".

Aunque la vicepresidenta parece haberse enterado ahora del desastre en el proceso de vacunación, esto no es nada nuevo. El primer síntoma fue cuando se descubrieron las vacunaciones de alcaldes, concejales y personal de centros que no están dentro del protocolo, como familiares de trabajadores o funcionarios de ayuntamientos.

Cuando ESdiario desveló -a mitad de enero- la vacunación del comisionado del Hospital de Torrevieja –ya dimitido- , José Antonio García Gómez, ya informábamos de este desbarajuste . García Gómez relató a este diario cómo delante de él en la cola de vacunación había administrativos, personal de mostrador y dos electricistas, por lo que la Consellería de Sanidad era conocedora de esa cuestión, ya que su persona de confianza en ese departamento lo relataba con toda naturalidad.

La disminición de dosis y ralentización en su llegada a la Comunitat está provocando que se alargue la agonía a las personas de primera línea en el protocolo -residencias, centros de dependientes y personal cuidados- mientras en algunos departamentos de salud ya se ha vacunado a contables, telefonistas, personal de mantenimiento y demás trabajadores que no están expuestos a la primera línea de riesgo.