¿Qué pasa en Podemos en Alicante? Precariedad, dimisiones y mucha tensión

Quién lo iba a decir, precisamente en Unidas Podemos. La tormenta ha estallado estos días tras la dimisión de uno de sus asesores. El periodista Alejandro J. Fuentes se ha ido sin hacer ruido, como un caballero y dando muestras de su templanza y gran profesionalidad. El único reproche al partido al que ha estado prestando servicio casi un año y medio -en un escrito enviado al alcalde para exponer su retirada- es que “el funcionamiento interno del grupo no es coherente con el discurso defendido públicamente”.

Jornada completa con el 25% de salario

Tras esa ‘punta del iceberg’ en ESdiario hemos indagado para averiguar qué pasa en el fuero interno de la formación, y lo que hemos averiguado ha sobrepasado todas las sospechas que se planteaban en la hipótesis inicial. La situación ha llegado a descalificaciones personales y faltas de respeto. Precariedad laboral, caciquismo y mucha tensión interna que sorprende, al tratarse de un partido cuya declaración de principios es la reivindicación de los derechos laborales, la igualdad de clases y el diálogo en la toma de decisiones.

Una intervención del portavoz Xavi López en el pleno de enero

Nada más lejos de la realidad. La convivencia en el grupo municipal se hace insostenible. Los concejales Xavi López y Vanessa Romero exigen a sus asesores que trabajen para el partido fuera de su horario laboral, y que dediquen su jornada completa –o más- a cambio de un 25% de salario, un 25% de cotización a la Seguridad Social y un 25% en la acumulación de derechos laborales. Es lo más parecido a una situación de explotación laboral y acoso en el trabajo. El periodista del grupo ya tomó una baja laboral por depresión en julio, estresado por la situación, y ahora ha dejado su trabajo para preservar su salud.

La oferta inicial era por media jornada, pero al creer López y Romero que necesitaban más personas para trabajar, en vez de crear otro puesto de trabajo o contratar profesionales desde el partido, los concejales de Podemos decidieron incorporar a otro trabajador dividiendo ese cincuenta por ciento entre dos, es decir una cuarta parte de la jornada para cada uno.

Denunciaban que eran prácticas de la derecha

En el grupo municipal hay una dedicación exclusiva, que el grupo dividió por la mitad para satisfacer las expectativas de cada socio -50% para EU y 50% para Podemos-. En la parte de Esquerra Unida trabaja Lucía Ibáñez, que cobra el 50% del sueldo y dedica la mitad de la jornada a su trabajo en el Ayuntamiento. A ella no le afecta esta situación porque está protegida por su partido. Los dos ediles son de la formación Podemos, a los que ella dedica su trabajo, pero sin la presión que tienen quienes pertenecen a la designación del partido morado.

A Alejandro Fuentes y a Tomás Muñoz se les asignó el 25% del sueldo a cada uno -600€-, pese a trabajar al 100% en sus ocupaciones.

La dirección de EU ya determinó en 2018 que estas prácticas eran inasumibles en el grupo municipal Guanyar Alacant, que entonces estaba formado por esta coalición junto a la vertiente de Podemos en la capital. Entonces el concejal Víctor Domínguez pretendió tener a tres trabajadores con el sueldo de dos, y obligarles a trabajar el cien por cien de la jornada, lo que despertó el rechazo de quienes se abanderan como defensores de los derechos laborales. La resolución en aquél momento determinó que “fraccionar dos contratos y convertirlos en tres es suficientemente grave como para exigir responsabilidades, pero exigir a los trabajadores y trabajadoras que cumplan una jornada al 100% a pesar de estar contratados por menos, es ilegal y una inmoralidad que no podemos permitir. Hoy se repite la historia.