Oltra no contempla el traslado de la Santa Faz: “Un milagro tendría que pasar"

La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, ha confirmado a ESdiario que este año no se contempla ningún acto asociado a la veneración de la Reliquia de la Santa Faz. Ya no solo la tradicional romería, cosa impensable dada la situación epidemiológica, sino tampoco ningún traslado de la sábana con el rostro de Jesús, custodiada en el Monasterio.Oltra ve "complicado" que se pueda celebrar la romería de la Santa Faz en Alicante el jueves 15 de abril, y ha contestado a este diario que "un milagro tendría que pasar" para poder celebrar cualquier acto público de devoción a la Santa Faz.

La síndica de Compromís ha emplazado ese “milagro” a los días previos al 12 de abril, cuando expiran las medidas actuales, y asegura que “entonces se evaluará la situación en función de la situación de la epidemia y se decidirá en ese momento”.

Vendrán otros años

Oltra ha explicado que “tampoco se han podido celebrar la Magdalena de Castellón ni las Fallas de València”. La vicepresidenta ha insistido en que "no podemos permitirnos el lujo de tirar por la borda todo el esfuerzo que estamos haciendo estas semanas".

La portavoz del Consell ha señalado que “vendrán otros años o tendremos a la población vacunada y entonces empezaremos a tener unas relaciones más como las conocíamos antes, pero en este momento no se puede”.Oltra ha añadido que “No podemos permitirnos el lujo de todo este esfuerzo que estamos haciendo durante estas semanas, con las medidas restrictivas que nos cansan a todos, de tirar todo eso por la borda”.

Segundo año sin Romería ni traslado

Con este ya son dos años consecutivos en los que no se celebra la Romería de la Santa Faz, que discurre desde la Concatedral de San Nicolás –en el centro de Alicante, hasta el Monasterio donde está custodiada la reliquia.La festividad de la Santa Faz tiene más de cinco siglos de antigüedad. Durante el recorrido de la romería se reza el viacrucis. Es tradicional que los asistentes vistan el traje típico de peregrino que está formado por un blusón negro y un pañuelo al cuello con los colores de la ciudad: blanco y azul. Además, portan cañas con romero que se reparten en la concatedral una hora antes de la salida. Todo este ritual tendrá que esperar un año más, hasta que la pandemia de la covid-19 remita y se puedan retomar este tipo de actos multitudinarios.