Vendo coche y moto. Impecables. Buen precio
Solo a ese gobierno de coalición que hace aguas como el Titanic se le ocurre anunciar que van a empezar a cobrar por circular en autovía y que va a subir el diesel
La que han liado los murcianos: un jeta se vacuna antes de tiempo y organizan una moción de censura, aniquilada con tránsfugas antes de empezar. La señora Ayuso se lanza al ruedo y se organiza el dos de mayo en Madrid, nunca mejor dicho, y en el resto de España, ya verán, ya. Se han cargado a Iglesias, se han cargado a Ciudadanos, que ha terminado como partido cadáver y se han cargado hasta a Franco, ese secretario general con pinta de fraile de El nombre de la rosa, que ha sido el primer socialista en caer.
Leo una crónica –juro que ya no sé cuál porque ando todo el día entre periódicos e informativos y a punto de ser expulsado de mi casa- en la que dice textualmente: “presidenta – uno de sus fámulos dirigiéndose a Ayuso- ¿está usted segura de convocar elecciones? Eso es una locura”.
Y Ayuso – con la intrepidez de la juventud y la ignorancia – ha roto la pana y todos los esquemas. No me gusta Ayuso – porque no me gusta el PP, ni Matas, ni Zaplana, ni Rato, ni Fabra el del aeropuerto del abuelo, ni Rajoy, ni Aznar, Ni Zoido, ni Fernández, al que el ángel de la guarda le buscaba aparcamiento, ni Álvarez Cascos y no sigo por que la lista sería interminable-. No me gusta Monasterio, ni Abascal, ni Iván Espinosa de los Monteros, ni Ortega Smith. No me gusta la ultraderecha, pero los que se llamaban de izquierdas me han dado un hostión en toda la cara, como el que le han dado a Iglesias por su inconsecuencia – lean artículos anteriores donde lo predije, puesto en modo profeta- con sus políticas y su comportamiento general, que yo soy un abuelo pero no soy imbécil del todo y veo las cosas sin que haga falta explicármelas con melones.
La paliza ha sido sonada, de las que hacen época. Gabilondo es hombre serio, con una formación enciclopédica y al que han mandado al matadero porque a su edad – me pasa seis o siete años- tampoco está para ser el futuro de nada. Lo han mandado como chivo expiatorio y ahora le colgarán el sambenito de no haber sido capaz de arrastrar a las masas y ha dimitido con dignidad y sin tener nada que perder porque nunca ha sido un paniaguado de la política. Le va a dar igual. Un catedrático de metafísica, que además ha sido fraile, es capaz de soportarlo todo.
Iglesias empezará en breve el tratamiento contra la depresión porque la juventud le hace no haberse dado cuenta – y es un tipo listo- de que cuando dejas el poder, a la vez, dejas de ser referente de nada, no te llama ni Dios y puedes sentarte al lado del móvil que no suena ni el día del Corpus. En este país lo peor que se puede ser es ex algo. Supongamos que eres ex director de una delegación de hacienda. No puedes ir por allí ni a dar un recado porque siempre te mirarán con cara sospechosa. “ A qué cojones habrá venido este que ya no pinta nada” – piensan para sus adentros, y miran atravesado, los que un día fueron tus pelotas y besaban, lamiendo, el suelo por donde pisabas-. Si quiere controlar las cosas a distancia que hable con Zaplana y le explique cuando quiso controlar a Camps desde Madrid.
Iglesias ha conseguido, a pulso, hacerse odioso al personal con su demagogia y su imitación, punto por punto de La rebelión en la granja. ¿Vuelve a su programa de La Tuerca? ¿es cierto que tiene un pacto con Roures? Eso será anecdótico, lo verá su familia y algún despistado porque a todos les va a recordar que dijo que seguiría viviendo en Vallecas y tardó muy poco en agenciarse un casoplón y hacer que la guardia civil cortara la calle para que los contrarios no le molestaran. Termine de ser inconsecuente, señor Iglesias, y búsquese una puerta giratoria. No crea, porque haya estado en el poder y ahora unja a Ione Belarra, que sus programas televisivos van a tener más audiencia que el putiferio del Caribe y no crea que, de profesor asociado, va a poder mantener el casoplón de Galapagar.
Lo que yo le diga, búsquese una puerta giratoria, un consejo de administración de algo, que la vida es muy larga y la gente tiene la memoria corta. La vida es larga y muy corta para los jubilados a los que ni siquiera nos llaman para vacunarnos, que a ver el desastre que tienen con la horquilla de 60 a 70 años, estamos en el limbo y yo creo que quieren liquidarnos para aligerar la hucha de las pensiones. Yo fui ayer al centro de salud y les pregunté si creían que me siguen valiendo las vacunas de la mili. Paciencia fue lo que me recomendaron.
¿Este gobierno de izquierdas se preocupa de la igualdad? Los impuestos que se aplican a todos por igual son la injusticia más flagrante de cualquier estado de derecho
Sánchez y Ábalos intentan vender la especie de que la catástrofe ocurrida solo afecta a Madrid y no tiene nada que ver con el resto de España. No se lo creen ni ellos. Ya pueden ir cambiando de asesores áulicos, empezando por Iván Redondo y Tezanos. ¿Han visto el título del artículo? Vendo coche y moto. Impecables. Buen precio. Por no hacer el título interminable no he podido añadir: gran oportunidad, acepto revisión en taller, siempre en garaje y ningún accidente. Liquidando el patrimonio ruinoso que me queda.
Solo a un gobierno con nulo sentido común y político. Con la pandemia aún sin controlar, con cuatro millones de parados y un millón en Erte, con la deuda pública disparada y con la debacle madrileña. Solo a ese gobierno de coalición que hace aguas como el Titanic y da palos de ciego buscando una ola a la que subirse, se le ocurre anunciar que van a empezar a cobrar por circular en autovía y que va a subir el diesel. Si tienes un utilitario pagas impuesto al comprarlo, la gasolina tiene un sesenta por ciento de impuestos en su precio, te cobran anualmente el impuesto de circulación, la ITV cada dos años y... La vaca no da para que la ordeñen tanto, creo.
Dicen también que van a eliminar las bonificaciones fiscales de los planes de pensiones. ¡Ole sus huevos! Los planes de pensiones – a mi modesto entender- son la estafa del siglo. Yo he sido una víctima de ello. Metes – mientras estás en activo- mil euros al año, por ejemplo. Desgravas un quince por ciento. No ganan un puñetero euro, al menos yo no lo he ganado y, cuando pretendes recuperarlo – una cantidad ínfima, sin beneficio, como si la hubiese tenido guarda en el colchón- cuando ya eres pensionista, recuperas lo que es tuyo y tienes que pagar impuestos como si fuese un ingreso que has añadido a tu jubilación. Un pufo para engañar a memos.
¿Estoy equivocado? Corríjanme por favor. ¿Este gobierno de izquierdas se preocupa de la igualdad? Claro por autovía solo circulan los ricos y, si un rico tiene quinientos mil pavos en su plan de pensiones, es igual que quien ha conseguido “acumular” siete mil. Los impuestos que se aplican a todos por igual – un jubilado paga por un litro de gasolina lo mismo que un gran capitalista- son la injusticia más flagrante de cualquier estado de derecho. No se llamen de izquierdas, por favor.
No sigo porque me cabreo. Acabo de llegar de Zaragoza donde he presentado De prisiones, putas y pistolas en la Cámara de Comercio. ¡Qué gente tan encantadora, Manuel y Teresa! – Ya les he dicho que tienen un buen arroz pagado cuando vengan por Alicante-. Mi amigo Juan Alberto Belloch y Paco Picazo, los dos magistrados en la Audiencia, encontraron un hueco para leer el libro y explicar, incluso con algunos toques de humor, sus intríngulis. Amigos como ellos hacen que la vida merezca la pena.