Los Puigdemones, el Gobierno y la Literatura
¿Por qué quieren que se tenga el delito por no cometido con la amnistía? Para evitar las inhabilitaciones, volver a los puestos políticos de mandamases y liarla parda otra vez
Mi amigo Juan Carlos de Manuel -hemos tenido palabras de amor en las últimas comunicaciones, pero que no sufra Pedro Nuño, que no nos hemos pasado a la acera de enfrente. Ya le contaré al barón para que flipe- dice, Juan Carlos, que me estoy haciendo de derechas. Cierto es que si Luis Barcala arregla los jardines de los juzgados, en los que se yergue indigno y entre basura, el monumento a Miguel Hernández y si arregla la escombrera de la plaza de la División Azul, lo votaré hasta que me empadronen en el asilo de las hermanitas de los ancianos desamparados. Eso no supone que me haya pasado al partido de Aznar, Rajoy y Bárcenas, al de Mazón y su chico ultra. Sigo entusiasta de Pérez Tapias: Socialismo y república. Sigo recordando a Antonio Asunción porque, contrariamente a lo que acostumbran algunos actuales altos cargos del gobierno valenciano, no me cambio de chaqueta cada par de meses.Escribo desde mi pueblo. Estoy aquí para presentar con Pérez Tapias “De prisiones, putas y pistolas”, pero la realidad se impone y no puedo dejar de mandar mi artículo a Esdiario. Mi hermana - enfermera- y mi cuñado - médico- vienen prestos con el desfibrilador. Me acaba de dar una especie de síncope, con taquicardia y extrasístoles, al leer noticias que se repiten en un medio y otro. El gobierno ha entrado en pánico porque las encuestas hablan de que la suma de derecha más ultraderecha, mandan al paro a Ábalos a Adriana Lastra y a Simancas. Ha puesto a trabajar a sus cocineros - al mando de Tezanos- para que neutralicen las noticias y comentarios poco favorables. No van a tener éxito hasta que no reviertan mi estado de jubilación parásita e inútil y me coloquen al frente del aparato de propaganda. Vamos a ver, presidente Sánchez: Dese usted una vuelta a pie por la calle, aunque sea disfrazado para que no lo agobien, vea los locales cerrados, los letreros de “se vende” y “se alquila” que nadie atiende. Vea las colas del hambre y los titulados universitarios, capaces e inteligentes, que no pueden salir del paro. Ese es el problema de España. Cierto es que un gobierno siempre tiene que andar mirando unos kilómetros más adelante, previendo problemas e ideando soluciones, pero no se crea que con la Agenda 2050, va a remontar usted en las encuestas porque la gente quiere vivir ahora, tener posibilidades ahora y poder planificar su vida, su piso, su trabajo ahora, no cuando estemos todos rindiendo cuentas ante “Mulana”, como dicen los moros de Larache, que esa es otra: el papelón con el dictador sanguinario marroquí.
Recuperado del amago de infarto, la realidad ataca de nuevo. Esquerra, los Puigdemones, los Colaus y demás grupos de pressing me devuelven a mi juventud. Año 1993, trabajaba yo de espía en aquellos años: mes de enero, enfermería de la cárcel de Burgos - sucia, maloliente y congelada- mi interlocutor era José Antonio López Ruiz - Kubati- el asesino de Yoyes. No crean las fotos de los periódicos, esas en las que los etarras parecían todos el criminal nato de Lombroso, Kubati se presenta impecable: pulcro, educado, ilustrado y con modales casi exquisitos. No tengo el menor síndrome de Estocolmo que acabamos muy mal por una manipulación que contaré en la continuación de “De prisiones, putas y pistolas”, y él terminó escribiendo un artículo en Egin, en el que pedía despertarse un día con una buena noticia - por las mañanas tenían siempre lugar los atentados etarras y la buena noticia sería que habían conseguido darme la estopa que querían-.Dura vida y mal pagada la del espionaje. Una lástima haberse jugado el pescuezo para terminar depredado y a punto de sobrevivir de la recogida de cartones. Kubati hablaba con voz pausada y con elegancia -lo juro, no tengo síndrome, cuando él me mandó a la mierda y pidió la buena noticia mañanera no fui yo el autor de la manipulación y, ahora, todavía, me tomaría un café con él tranquilamente para hablar de su evolución y su trayectoria como subvencionado de Sortu-.
En enero de 1993 decía: No queremos seguir con las ekintzas - los atentados sangrientos- pero para acabar con ellos son necesarias tres cosas innegociables: la autodeterminación, la amnistía y la independencia. ¡La madre que me parió! Treinta años después, afortunadamente sin tiros pero con golpes de estado por medio, el señor Aragonés - qué apellido tan poco catalán- está pidiendo lo mismo. Me asombro de ver a los presos del pronunciamiento ilegal, condenados por ello, en tercer grado y predicando en mítines, encuentros y saraos de todo tipo, que reincidirán en su conducta delictiva a la vez que piden no ya el indulto - perdón del delito- sino la amnistía - tener el delito por no cometido, que se note mi formación jurídica.
Me han apuntado en la Feria del Libro de Alicante para firmar ejemplares de “En la cuerda floja. Narcotráfico en Mallorca” y “De prisiones, putas y pistolas”
¿Por qué quieren que se tenga el delito por no cometido con la amnistía? Para evitar las inhabilitaciones, volver a los puestos políticos de mandamases y liarla parda otra vez. Acojonante. Cometemos varios delitos, nos condenan, nos ponen en la calle, cumplimos de aquella manera y pedimos la amnistía para volver a hacer lo mismo. Claro está, luego predicamos que la justicia es igual para todos y la gente se parte el culo - con perdón-.Dejo la política solo a medias. Se está celebrando la Feria del libro en Alicante. Oigo mil y un comentarios negativos sobre la misma porque un partido cadáver no está como para organizar nada. No conozco al concejal de Cultura, pero… ¿no es de Ciudadanos? ¿Cómo está eso y qué capacidad tiene hoy un partido en desbandada? En fin, ciñámonos a los libros.
Me han apuntado para firmar ejemplares de “En la cuerda floja. Narcotráfico en Mallorca” y “De prisiones, putas y pistolas”. Me parece maravilloso que ningún padre reniega de sus hijos y estoy contento tanto de la novela sobre el narcotráfico en Mallorca como sobre la del desmantelamiento de ETA en la cárcel. Hoy, no obstante quiero incidir en la última. “La hija del barbero” es una novela alicantina. Continúa la que iniciamos en la Universidad de Alicante con “El barbero de Godoy” y se viven en ella los primeros años del siglo XIX en esta ciudad. Una vez más hemos superado a quienes pensaban que era imposible escribir una novela a muchas manos. Estudiantes alicantinos - muchos con la edad de jubilación sobrepasada nos hemos puesto manos a la obra para investigar primero y novelar después aquellos años oscuros en los que ilusionados y esperanzados, los españoles fueron engañados una vez más por la dinastía reinante que encabezaba el traidor Fernando VII. Un libro que nace en Alicante, versa sobre Alicante y ha sido escrito por gentes de aquí en la Sede de la Universidad de Canalejas que nos acoge en sus aulas. Mi agradecimiento a todos por su buen hacer.No les entretengo más. El día dos de junio, en esa Sede Universitaria, en su salón de actos de la calle San Fernando, les espero a las siete de la tarde. César Martínez - magistrado juez decano-, Javier Latorre - magistrado de lo Contencioso 2- y Francisco Pastor - magistrado penal 5- presentan “De prisiones, putas y pistolas”.Un honor contar con ellos para presentar una novela que no tiene ni un gramo de ficción.