Busot, el oculto edén alicantino
El municipio es un foco de atracción para turistas de todo el mundo
Busot es un espacio en que el viajante disfruta del mosaico paisajístico. Su nombre significa “lugar en el bosque”. Cercado por el Cabeço d’Or, este municipio alicantino se erige como heredero de una rica cultura, debido a su pasado almohade. Así lo atestigua su castillo de origen musulmán, ahora en ruinas pero visitable, que se sitúa por encima del pueblo, y cuya labor radicó en vigilar la frontera entre los antiguos reinos de Aragón y Castilla.
Al pueblo lo vigila el Monte Calvario desde las alturas, con la Ermita de San Vicent como cima. Allí se celebra el acontecimiento esencial de las Fiestas de Moros y Cristianos: la ofrenda de flores a su patrón San José. También sirve de punto de partida a la cabalgata de los Reyes Magos.
Conocedores del potencial turístico, el Ayuntamiento decidió montar el videojuego El Tesoro de Busot con el fin de preparar una yincana por los principales enclaves del municipio. Cuenta con tres categorías diferentes, esto es, se puede jugar como historiador, explorador o aventurero.
El casco urbano constituye una linde entre la montaña y el municipio. Durante el recorrido por las calles se vislumbran lugares emblemáticos como el antiguo lavadero tradicional de piedra, la iglesia parroquial, el edificio del Ayuntamiento o la Plaza de la Generalitat, que suele albergar las fiestas de Busot.
No obstante, el elemento diferencial dentro de Busot es su tesoro escondido en la montaña, las Cuevas del Canelobre, en cuyo interior conviven estalactitas, estalagmitas y columnas inmensas. Guarda semejanza con las catedrales góticas debido a su aspecto y sus dimensiones, y es la cueva visitable con la bóveda más alta de España.
Su descubrimiento se atribuye a los musulmanes que poblaban la zona en el año 740 d.C. Por otro lado, durante la guerra civil española, sirvió de refugio republicano y fábrica de aviones y polvorín. En esa época se excavó un túnel principal en la roca para el almacenamiento de materiales que sigue vigente, si bien es utilizado como entrada principal para los visitantes.
El suma, las cuevas tienen tres salas, de las cuales una es visitable y dos destinadas a la espeleología. El espacio abierto al público tiene unas dimensiones de más de 80.000 m con formaciones como la Sagrada Familia, en la que destaca una columna de más de 25 metros, o la estalagmita llamada El canelobre, de más de 100.000 años de antigüedad y que da su nombre a la cueva.