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Centros de mayores y agravios comparativos

¿Por qué dos ciudadanos de la misma edad, del mismo entorno social y con los mismos años cotizados no tiene los mismos derechos de prestaciones?

Una mujer paseando a un familiar interno en una residencia de ancianos / Carlos Castro / Europa Press

Publicado por
Paco B.

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Todos, absolutamente todos estamos inmersos en una situación de caos emocional, e incertidumbre debido a los acontecimientos ocurridos en el mundo desde hace ya más de un año y medio.

Muchas han sido las teorías, muchas las hipótesis, muchos se han llenado la boca de grandes voluntades. Triste verdad es objetivar el engaño, y la venta barata a través de la palabrería.

Cuando eres conocedor de algo a través de la experiencia te das cuenta, cuanto peso tiene el mercantilismo y la manipulación mediática y política, cuando se quiere aparentar y llegar a las emociones de las gentes a través del discurso del buenismo.

Ser mayor en estos días es complicado, y estar institucionalizado aún más, pero ojo, no centremos el mal únicamente en el mayor (más tarde retomamos esta parte), las familias están en una situación de vulnerabilidad importante debido a las situaciones vividas durante la pandemia.

Políticamente es un buen filón tratar este tema y poner a nuestras personas mayores como grandes victimas vulnerables.

El político (y en esto no hay colores, todos lo hacen con la misma intención), es un gran acaparador de votos llevando el problema a lo más emocional y emocionante del panorama cinematográfico del momento. Que bonitas quedan las palabras, y no hablemos de las fotos.

De justicia es reconocer también aquellas cosas positivas que se han hecho que evidentemente las hay, y para eso se les vota, para que las proyecten y las realicen, y se les paga a final de mes como a cualquier hijo de vecino. En mi opinión personal, y lo repito, totalmente personal, no ha existido en esta comunidad en todos los años conocidos de democracia, mejor consellera de políticas sociales que la Sra. Oltra, con sus defectos, y con sus virtudes, pero nunca en esta comunidad, han relucido tanto los servicios destinados a los más vulnerables.

Una herida de una persona mayor tiene más posibilidades terapéuticas siendo tratada en su domicilio que en un centro de mayores

Toda esta parrafada, ¿para qué?, pues bien habría mucho de qué hablar del sistema establecido de atención a la dependencia y los mayores. Mucha palabrería barata aprovechando la pandemia y la cantidad de mayores que han fallecido.

Nos preocupamos de los “números” de personas afectadas y sus circunstancias, pero yo digo ¿nos hemos preocupado de cómo han vivido y las necesidades que han tenido hasta que ha llegado el amigo COVID?

La respuesta es: POCO, MUY POCO.

Existen infinidad de indicios de que esto ha sido así. Como ejemplo:

¿Por qué dos ciudadanos de la misma edad, del mismo entorno social y con los mismos años cotizados en los programas de la seguridad social, y residentes uno en una residencia pública y otro con plaza pública en una residencia concertada o privada, no tiene los mismos derechos de prestaciones?

¿Por qué uno de ellos obtiene medicamentos y materiales a coste cero, y el otro tiene que seguir costeándoselos estando en la misma situación?

Este agravio comparativo, o desigualdad, o discriminación, llámenlo como ustedes quieran está ocurriendo desde hace décadas en la atención a nuestros mayores, avalada claro está por las políticas y los políticos, porque eso sí, tenemos que ser más papistas que el papa, para con algunas cosas como la igualdad de género, pero no lo somos con la igualdad de trato.

Los centros sanitarios de la Comunidad Valenciana obtienen sus recursos materiales a través de una central de compras, donde están incluidos todos aquellos materiales necesarios para la atención sanitaria de los usuarios del sistema.

Los centros de mayores no entran dentro de esta posibilidad, se les oferta un petitorio de 18 productos únicamente, sin posibilidad de brindar a los mayores la amplia gama de recursos terapéuticos existentes en el sistema nacional de salud.

Es decir que una herida de una persona mayor tiene más posibilidades terapéuticas siendo tratada en su domicilio que en un centro de mayores.

Si volvemos a los dos individuos de antes, podemos decir que el de la residencia pública obtendría todos los fármacos y productos que necesite (dentro del corto petitorio existente), a coste cero, mientras que el otro con el mismo recurso de plaza pública, pero estando en una residencia privada o concertada, tendrá que pagar aquellas cremas que necesite, enemas, micralax, y una variedad de productos que puedan ser necesarios.

¿Por qué nunca nadie se ha preocupado de este tipo de igualdad? ¿Vende menos que la de género? ¿O que la de identidad sexual? No seamos zafios, ni generemos un paternalismo injustificado que no lleva a acciones, si no únicamente a repercusiones electoralistas.

Creo que la escena de trabajo no es nada complicada, es llana y fácil de caminar, pero hay una cosa necesaria, unas buenas zapatillas de la marca lealtad o voluntad.

Hasta que la política de este país no reflexione, tengamos políticos de altura, y calado, que actualmente no los hay; y no deje de centrarse en, “yo soy más heavy que tu diciendo barbaridades”,” yo te hundo con mis comentarios”, “yo saco mierda para que caigas en desgracia”,” yo te vilipendio todo lo que puedo”, y se centre en una realidad política de hechos, y una oposición basada en hechos políticos, y no en el ataque, y centrada en trabajar para y por el pueblo, reajustando este tipo de desigualdades (y muchas otras seguro hay),…………. no avanzaremos.

Otro día hablaremos de como de la misma manera, está organizado el personal y las diferencias/desigualdades existentes entre sectores laborales.

Paco B.

Enfermero especialista en Geriatría.