Filàes de cuatro y mascarillas; los Moros y Cristianos contra las imposiciones
Los representantes de las entidades festeras de la provincia de Alicante rechazan estas medidas porque “desnaturalizan la fiesta” y elimina la esencia de este encuentro de confraternización
Moros y Cristianos en Alcoy / Foto de Elias Seguí
Mascarilla obligatoria incluso en exteriores, distancia entre festeros, por lo que solo podrá haber cuatro o cinco en una filà, y dos metros entre músico y músico. Estas son algunas de las propuestas que hace la Consellería de Sanidad para permitir que se vuelvan a celebrar las fiestas de Moros y Cristianos, las fiestas más populares en la provincia de Alicante. De momento las entidades de la cruz y la media luna se oponen a este agravio y deslucimiento que supondrían aplicar esas indicaciones.
Defienden que hay medidas efectivas que se podrían llevar a cabo, como hacer pruebas PCR o de antígenos a los miembros de las filás, que les permitiera desfilar con normalidad, ya que lo que propone la Consellería, afirman, dista mucho de la esencia de unas fiestas que en algunos barrios de la capital cuentan con más de 80 años de antigüedad, y centenarias en ciudades como Alcoy, Villena o Petrer .
La Unión Nacional de Entidades Festeras, UNDEF, urgía a sanitat a implementar medidas sanitarias que permitieran la reactivación de las fiestas de Moros y Cristianos, pero la respuesta no ha sido del agrado de nadie. La presidenta de la UNDEF, Pepa Prats, la presidenta de San Blas, Mar Marín, y el presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Alicante, Juan de Dios Berbedez, han mostrado su rechazo a estas medidas en una entrevista en el programa ‘Más de uno’ de Onda Cero Alicante, con Luz Sigüenza.
Normas para los Moros y Cristianos
La Conselleria de Sanidad ha dado a conocer las normas y recomendaciones para los actos de Moros y Cristianos, que no gustan a los colectivos festeros porque, aseguran, “desnaturaliza la fiesta”.
Se delimita considerablemente el espacio y se acotan zonas exclusivas para festeros. Se aparta al público de las grandes citas y se eliminan los encuentros populares (en cada municipio hay una cita ‘extrafestera’ que congrega a multitud de personas). Los festeros reprochan que estas medidas eliminan todo el sentido a la fiesta, porque “no se trata de un desfile de modelos por las calles, sino de una cita de encuentro, convivencia y momentos para compartir”, han asegurado.