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Lo que se dijo y lo que no se dijo en la ‘cumbre’ del Renhace

Esta Vega no puede permitirse perder esta oportunidad para dotarla de las soluciones técnicas cualificadas y caer por el contrario en soluciones infundadas, populares y voluntariosas

Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana

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Juan de Oleza / Redacción Orihuela

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Terminó de hablar Antonio Alonso en el auditorio de la Lonja, que se había preocupado con esmero en llenar, y dio paso al presidente de la Generalitat. Pero quien se levantó de su asiento no fue Ximo Puig sino Emilio Bascuñana, que había tenido que hacer no pocos esfuerzos “para que la organización del acto entendiera y admitiera que Orihuela, a través de su representante institucional, el alcalde, pueda tomar la palabra en su casa, como corresponde” y pudiera darle la bienvenida al molt honorable y saludar a todos. Al final, el que suscribe salió con la impresión de que organizador y anfitrión, cada uno desde su posición, apelaron al más corto plazo para el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Y esto es lo realmente importante.

Alonso, que sabe de sobra que su función no es bien entendida por todos, ha demostrado a lo largo de este año que lleva en funcionamiento su Oficina del Plan Vega Renhace (en la práctica una delegación comarcal de Presidencia) que por él no va a quedar. Otra cosa es ver hasta donde le dejan. Pero mientras tanto, su agenda diaria está repleta de reuniones con alcaldes, concejales, representantes económicos y sociales, tirios y troyanos sin distinción. Al final del mandato, el tiempo –juez inexorable- pondrá a cada uno en su sitio.

Como cualquier hijo de vecino, el director del Plan justificó sin falsa modestia su labor en este tiempo y enumeró algunas de las actuaciones más sobresalientes (15 de las 28 contenidas en el documento aprobado en su día) que ya han sido realizadas. Pero no se olvidó de una de las reivindicaciones históricas de la comarca: la CV95. “Aunque se están haciendo mejoras con el arreglo de intersecciones, rotondas o la creación y reparación de rutas alternativas, para aliviar esta ruta con este enorme flujo de vehículos, es necesario dar una solución de una vez por todas a este problema y entre todos los colectivos afectados, municipios por los que pasa y organizaciones ecologistas despolitizar este tema y buscar una solución de una vez por todas. Parece mentira que hayan pasado décadas y nadie haya podido aclarar este tema”, afirmó textualmente.

Consideró Alonso de vital importancia para la comarca el sector del turismo y recordó la colaboración con el Consorcio para el Desarrollo Económico de la Vega Baja (CONVEGA) en el plan de dinamización y gobernanza turística, así como “el apoyo sin fisuras a la Marca Vega Baja”, para añadir que “sabiendo lo difícil que es implantar una marca en el mercado, haremos todo lo que esté en nuestra mano para que llegue a ser una marca conocida por todos en cualquier rincón”.

Bascuñana a Puig: “Por mucho que se intente intoxicar nuestra relación, conmigo siempre vas a encontrar verdadera lealtad institucional, pero con este tema todavía más”

No se olvidó el director del Plan de una de las acciones innovadoras contempladas en el Plan: el Centro de Economía Creativa y Digital en Orihuela, “con proyección en toda la comarca y que debería empezar a funcionar ya en el 2022, con resultados visibles”. Ni tampoco de la captación de fondos para el Proyecto CIAGRO y AGROTECH, destinado a la modernización de la agricultura, “que debería ser una prioridad más que urgente”, cuyos proyectos están ya redactados “y todo preparado para comenzar a trabajar”.

Concluyó el director de la Oficina Vega Renhace con una referencia al río, “ese Segura, que tanto nos une y tantos problemas nos da. Ese rio al que queremos y por qué no, a veces odiamos, pero ese rio está vivo, necesita ser cuidado, mimado y querido. Mimado y cuidado por las administraciones del que depende y querido por toda la sociedad”. Por eso pidió a sus cuidadores, “es decir a la Confederación Hidrográfica del Segura, que no lo dejen olvidado, que lo cuiden, que lo mimen, que sean generosos con la gente que históricamente conoce el rio como la palma de su mano. Porque está muy bien la parte técnica de sus estudios, pero por favor, escuchen a la parte humana, a la gente que lo vive a diario, que lo trabaja”.

Por su parte, Emilio Bascuñana sorprendió con esta entrada dirigida al presidente de la Generalitat: “Quiero decirte que por mucho que se intente intoxicar nuestra relación institucional, conmigo siempre vas a encontrar verdadera lealtad institucional, pero con este tema todavía más. Hace dos años y tres meses que sufrimos la DANA y vivimos juntos trágicos días, de esas situaciones que marcan y unen. Empezamos a hablar sobre la necesidad de un Plan Marshall para recuperar la comarca y se creó este Plan Vega Renhace”. Y se sintió a gusto recreándose en la suerte: “Presidente, que no te quepa ninguna duda que vas a tener todo mi apoyo y colaboración absoluta para conseguir que este Plan sea una realidad, para que a través de este Plan se atiendan todas las necesidades que tiene este municipio y esta comarca, y para que cumpla todas las expectativas que sobre él se han generado en cuanto a progreso y desarrollo. Sinceramente, me encantaría que fuera un éxito total, que cumpliera tus deseos y los míos, los de todos nosotros; ojalá sea así”.

El alcalde de Orihuela fue aún más lejos: “Quiero reiterar claramente mi sintonía con la voluntad política del plan y agradecer el esfuerzo realizado, a todas las administraciones y a todos aquellos que conforman esos Grupos de Trabajo o Consejo del Plan. Me transmiten que las mesas de trabajo durante esta mañana, han generado debates interesantes en positivo y es de agradecer a todos los participantes”.

Dicho todo lo cual, Bascuñana añadió que no cumpliría con su responsabilidad y obligación como representante del municipio de Orihuela, “y lo que éste representa en la Vega Baja, si no dijera que necesitamos más. Se puede, se debe y es necesario mejorar en el fondo, en los tiempos y en las formas. Falta recoger actuaciones no contempladas, falta agilizar los plazos de decisión, de proyección, de colaboraciones interadministrativas, de financiación, así como finalmente de ejecución”. Consideró el alcalde que la participación para este plan, “especialmente en el aspecto informativo, es clave, tanto como la cualificación tiene que serlo a la hora de la decisión” ya que “Precisamos las mejores soluciones técnicas, profesionales, cualificadas, y para ello hay que admitir la participación de los profesionales y técnicos municipales, que son los que mejor conocen las problemáticas de nuestra tierra y las soluciones”.

Tras realizar un llamamiento para que “todas las administraciones, incluidos los ayuntamientos, vayamos unidos, de la mano, al margen de colores políticos o cualquier otro interés”, Bascuñana afirmó rotundamente: “Resiliencia, sí; resignación, no. Esta Vega no puede permitirse perder esta oportunidad para dotarla de las soluciones técnicas cualificadas, sustentadas en el conocimiento contrastado con objetivad y efectivas, y caer por el contrario en soluciones infundadas, populares, voluntariosas, atendiendo posiblemente más a modas e inercias mediáticas que a realidades científicas contrastadas”.

Reconoció asimismo el alcalde de Orihuela que “todos los aquí presentes coincidimos en la voluntad y deseamos lo mismo”, pero le dijo a Ximo Puig que, dos años, tres meses y un día después de aquel fatídico 12 de septiembre 2019, no quería ser injusto sino agradecer lo que se ha hecho y lo que se vaya a hacer, pero afirmó a continuación que no era momento de ser autocomplacientes: “Necesitamos menos palabras y más realidades, y las necesitamos ya”. Porque –concluyó- “si no lo materializamos ya, esto no pasará de ser más que un plan, y eso sería lamentable”.

Cerró el acto –como ya se informó ayer- el presidente de la Generalitat. Hilvanó un discurso en el que subrayó los logros alcanzados hasta el momento y las previsiones a medio y corto plazo, además de anunciar que la compra del Palacio Marqués de Rafal ya estaba cerrada por la Generalitat. Como a más de uno nos parece que el inmueble es mucho edificio para dedicarlo a Oficina del Plan Renhace, habrá que empezar a pensar –y ojalá se acierte- qué otras funciones puede albergar el Palacio. Y otra cosa: esta vez Ximo Puig no estuvo ágil (o no quiso estarlo) cuando Bascuñana le brindó la mano. Habría quedado mejor si, en un gesto institucional, hubiera recogido el guante. Pero prefirió no darse por aludido. Quizá porque ya se vislumbran en el horizonte –largo me lo fiáis- unos lagos meses preelectorales.

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