Esto va de humanidad

Buenos días. Feliz fin de semana. Se nos "precipitó" la vida, los relojes corrieron más de la cuenta, los días se han sucedido sin que hayamos podido darnos un respiro y, nuevamente, estamos en el "finde". Pero éste es especial, éste nos aboca a la plena Navidad. Créanme que me da un vuelco el corazón cuando llegan estos días.

Vamos a dejarnos las otras " actualidades" a un lado y vamos a dedicarnos a su actualidad, a la de usted, y a la mía y a la de los que nos rodean que, en estos días, no viven ajenos a todo lo que tiene que ver con la celebración del Nacimiento del Hijo de Dios, que es eso lo que celebramos los Cristianos y los no Cristianos. Porque usted puede ser comunista, está en todo su derecho y yo le aplaudo, pero aquí el arbolito, el Nacimiento, las luces, los regalos y los dulces, tienen un origen muy claro y no es que Carlos Marx dijo: "Y los días 24 de diciembre, deberíamos tener la fiesta de invierno". No señores, esta fiesta no viene en la "Biblia de los comunistas", esta fiesta viene en la Biblia de los Cristianos desde hace dos mil años.

Sé que ya algunos estarán pensando que " la Derecha" quiere apoderarse de la Navidad, que es el argumento que se utiliza últimamente, para cualquier cosa, de las que molesta.

La Navidad va de "Humanidad". Sí, de eso va, nos volvemos más sensibles a las necesidades de los demás, nos volvemos más " solidarios", hace años decíamos más " caritativos", porque es lo mismo, visto desde dos puntos de vista diferentes, uno más laico, la "solidaridad" y el otro más cristiano, la "caridad", pero al final es preocuparse por los demás, por los necesitados, preparar caminos para la ayuda. Pues eso, que dejamos ver las necesidades de los que en estos días estarán solos, o no tendrán sus necesidades principales cubiertas, pasarán hambre y frío, si no hacemos algo.

Las empresas deberían aprovechar estos momentos para generar ayudas, donaciones, en las que implicar a su personal. Cruz Roja y Cáritas están abiertas a recibir alimentos y otros elementos de consumo que ayudan a las familias a pasar mejor estos días y, si nos acostumbramos a ayudar periódicamente, todo el año.

Cuando uno ve la realidad que le rodea, se da cuenta de que hay que ser más humano en cada gesto del día

Es una buena forma para que el personal de las empresas se una para un buen fin y participen en la entrega. Cuando uno ve la realidad que le rodea, se da cuenta de que hay que ser más humano en cada gesto del día, porque esto va de "Humanidad".

Hace unos días veía un reportaje en el que, unas personas, contaban que sus antepasados (abuelos y bisabuelos) tenían una cocina común en la que cocinaban todas las familias que componían el "barrio", porque así veían quién no tenía para cocinar y todos se volcaban con ése, para que no le faltara nada, y el que relataba los hechos, decía: "Sobre todo, que había que cuidar a los niños, no podía haber un niño que no comiera". Como soy mayor, me emocioné, no tanto por el precioso ejemplo que acababa de oír, como por la tristeza que me da que perdamos esa preocupación por los demás. Hoy vivo en un edificio de ciento cuatro familias, igual alguien está necesitado y yo no lo sé. ¿Y ustedes, saben si hay alguien a su alrededor que pasa necesidad?

Saben ustedes cómo nos curamos de cuidar a los demás hoy, domiciliando un recibo de alguna ONG en el banco y ya se encargan ellos. Mójense. En cualquier momento del año hay oportunidades para llegar a los más necesitados. Verán que no es lo mismo escoger productos en cualquier supermercado y meterlos en el coche y llevarlos a quien los necesita, porque todo les parecerá poco, que domiciliar un recibo. Si les sobra ropa no la vendan en esas aplicaciones que tenemos en el móvil, prepárenla con todo el cariño y llévenla personalmente a los lugares donde van las personas que no tienen para comer ni vestirse, siempre hay quien las recoge, organiza y después ayuda a que los necesitados puedan ir vestidos y abrigados. Se darán cuenta de que compartir les hace a ustedes más "humanos", porque de eso va la vida... de "Humanidad".

Disfruten de la Navidad, coman, beban, pero sobre todo emociónense, sientan, amen y no tengan miedo a confesar, a los que forman su familia y a los amigos, que los necesitan.

Suyo, afectísimo y seguro servidor... Sergio Morales