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Un palacio para el Centro Mediterráneo del Patrimonio Inteligente

El desarrollo de un Turismo Inteligente Cultural e Histórico es también esencial a la hora de difundir y resaltar el incalculable valor de los recursos patrimoniales del territorio

Palacio del Marqués de Rafal de Orihuela

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Juan de Oleza / Redacción Orihuela

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La noticia adelantada hace días por Ximo Puig sobre la adquisición del Palacio del Marqués de Rafal en Orihuela ha dado lugar a múltiples comentarios sobre la utilidad de un inmueble de tan amplias dimensiones. El anuncio de que en el mismo se ubicaría la Oficina del Plan Vega Renhace, llamada en el futuro a ser una especie de delegación comarcal de Presidencia de la Generalitat, no ha sido entendido en su justa medida por todos. Y ya se debate sobre posibles usos de cierto fuste, con independencia de la Oficina que dirige Toño Alonso quien, por cierto, es el primer defensor de la búsqueda de otras opciones. Estas líneas quieren servir de aportación útil y con recorrido al asunto que comentamos. Porque, más de dos años después de la DANA del 2019, hay que dejar de lamerse las heridas y pensar en actuaciones concretas de recuperación social y económica de la comarca.

La actuación número 20 del Plan Vega Baja Renhace se denomina “Gestión inteligente del patrimonio cultural” y añade en la explicación: “El proyecto pretende posicionar a Orihuela como referente en la gestión inteligente del patrimonio cultural de la Comunitat Valenciana. Ello ha de conllevar también la consolidación de la ciudad como destino turístico inteligente, mediante la aplicación de tecnologías smart con actuaciones en materia de conservación preventiva de los bienes patrimoniales y de la cultura subyacente (bienes inmateriales); la difusión de la riqueza patrimonial -material e inmaterial-, así como de toda información de utilidad para el turista y ciudadano; y la conversión en conocimiento de los datos generados por los bienes culturales y su entorno, para lograr una mejor gestión de los mismos. La iniciativa se basa el sistema en el uso de las TIC y el conocimiento experto de diferentes campos pata mejorar la gestión del patrimonio a escala urbana, adaptando la fase de monitorización y pasando de un edificio a un conjunto urbano. Ello posibilita la gestión eficaz del inmueble histórico, a través de una red de sensores inalámbricos (ambientales, estructurales y lumínicos) que registran y transmiten a un centro de control múltiples factores que afectan a la preservación de los lugares históricos y de los bienes que éstos albergan”.

La investigación y la innovación pueden hallar nuevas formas de preservar el patrimonio cultural y de hacer un uso inteligente de este patrimonio

Hasta aquí lo que dice el documento debidamente consensuado y aprobado en su día como conclusiones del Renhace. Pero, ¿en qué consiste realmente la propuesta que se formula? La gestión del Patrimonio Histórico y Cultural, por ser un legado de incalculable valor, constituye un pilar fundamental en el planeamiento territorial y urbano sostenible. Su puesta en valor juega un papel esencial en el propio desarrollo económico y social de los municipios, fortaleciendo su identidad cultural e histórica y dinamizando sectores como el comercio del arte o el turismo.

La combinación de las TIC al cuidado y gestión del patrimonio histórico y cultural ha dado lugar al surgimiento del nuevo paradigma de Smart Heritage. La aplicación de la Inteligencia Artificial ha generado un nuevo modelo de Gestión Inteligente del Patrimonio, que pone al servicio de ciudadanos y expertos un extenso conjunto de soluciones innovadoras que cumplen una función vital en los procesos de preservación y restauración de los entornos patrimoniales, garantizando el máximo respeto por la identidad y la integridad de los bienes culturales e históricos.

Los ejes fundamentales en los que se asienta este nuevo concepto son:

  • Adopción de un modelo de protección y conservación preventiva del patrimonio, con el fin de optimizar su estado y de disminuir costes.
  • Gestión de uso para generar un desarrollo sostenible en los territorios y proporcionar nuevas oportunidades de futuro a sus habitantes.
  • Implementación de procesos de eficiencia energética en los conjuntos culturales e históricos sin alterar su valor patrimonial.
  • Seguridad y vigilancia, mejorando factores como la accesibilidad de los visitantes y garantizando la integridad de los bienes patrimoniales.
  • Difusión y exposición, reforzando el vínculo histórico y cultural que hay entre la sociedad civil y su patrimonio. Todas estas operaciones requieren la intervención y cooperación de los actores involucrados en la protección y defensa del patrimonio cultural e histórico, desde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), hasta instituciones estatales, administraciones locales, fundaciones sin ánimo de lucro y, por supuesto, todas las personas que formamos parte de este objetivo común.

Como se pone de manifiesto en la Guía del proyecto Comunidad Rural Digital (CRD) -una colaboración entre Administraciones Públicas de Portugal y España, aprobado en el marco del Programa de Cooperación Transfronteriza Interreg V-A España/Portugal 2014-2020 (POCTEP), cofinanciado a través de fondos FEDER-, el desarrollo de un Turismo Inteligente Cultural e Histórico es también esencial a la hora de difundir y resaltar el incalculable valor de los recursos patrimoniales presentes en el territorio. Dentro del paradigma Smart Tourism y de los Smart Destinations, el gran atractivo de los bienes muebles, inmuebles e inmateriales que hay en España ha propiciado el surgimiento de los llamados destinos turísticos patrimoniales o Smart Heritage Cities. La incorporación a través de las TIC de nuevos instrumentos de gestión al servicio de instituciones, agencias y visitantes tiene un efecto altamente beneficioso para ejercer una adecuada conservación preventiva del patrimonio existente en los mismos y promueve además un nuevo modelo de turismo inteligente, sostenible y responsable, que contribuye al crecimiento económico de los territorios y al fortalecimiento de la identidad cultural de sus habitantes.

La primera medida a considerar a la hora de aplicar una adecuada gestión sobre el patrimonio a través de las TIC debe ser establecer una operativa para su recogida, preservación, exploración y difusión

Esta guía, dirigida a los técnicos municipales encargados de la gestión patrimonial en cualquiera de sus múltiples ámbitos, está especialmente pensada para ayudar a promocionar y mantener el patrimonio histórico y cultural del territorio transfronterizo entre España y Portugal, teniendo en cuenta las experiencias de los usuarios. Recientes estudios, como el realizado por la empresa especializada en inteligencia turística online, Vivential Value, señalan un claro aumento del interés por el turismo cultural dentro de nuestras fronteras, por encima incluso del turismo de gastronomía, ocio o compras. En este exhaustivo análisis, se compara el posicionamiento de más de cincuenta destinos urbanos de toda España, concluyendo que casi cuatro de cada diez recomendaciones de turistas en internet hacen referencia al marcado atractivo cultural que tienen estos destinos en nuestro país.

La investigación y la innovación pueden hallar nuevas formas de preservar el patrimonio cultural y de hacer un uso inteligente de este patrimonio con la vista puesta en su importante valor económico y social: Visualizando e interpretando el patrimonio de nuevas maneras; fomentando un turismo sostenible; contribuyendo a la aparición de nuevos sectores creativos y culturales.

Como se indica en la Guía anteriormente citada, las herramientas ofrecidas por las TIC abren la puerta a un nuevo modelo de gestión inteligente del patrimonio basado en el uso intenso de la tecnología, para obtener información precisa de las condiciones en las que se encuentran los conjuntos históricos y culturales, y en la comunicación como principal elemento para su puesta en valor y necesaria representación. Así, la primera medida a considerar a la hora de aplicar una adecuada gestión sobre el patrimonio a través de las TIC debe ser establecer una adecuada operativa para su recogida, preservación, exploración y difusión a partir de la digitalización de todos sus bienes. Estas tareas tienen un papel esencial en la transmisión y puesta en valor de los recursos patrimoniales, mantienen la integridad de sus obras de cara a posibles labores de recuperación y facilitan su accesibilidad.

Consciente de la importancia de lo que comentamos, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, anunciaba en Mérida el pasado mes de marzo que el Gobierno invertirá 500 millones en el mantenimiento y la rehabilitación de inmuebles del Patrimonio Histórico y 200 en los destinos turísticos inteligentes, dentro de los 3.400 millones de euros con los que contará el Plan de Modernización y Competitividad Turística.

Es por ello que, entre los posibles usos a los que el inmueble del Palacio Marqués de Rafal en Orihuela podría destinarse, se encuentra ampliamente justificada la propuesta que consideramos como idónea para el ámbito cultural y de la economía creativa, tanto por su proyección como por la previsible repercusión en el empleo de la zona: creación del Centro Mediterráneo del Patrimonio Cultural Inteligente. Sería la primera iniciativa multidisciplinar conocida que desarrollaría tres líneas de actividad: investigación, formación y fomento del emprendimiento en este ámbito. Y con ella, en definitiva, se estaría dando cumplimiento al compromiso adquirido en el Plan Vega Renhace (Eje 3, Actuación 20, anteriormente citada).

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