ESdiario

Primer encuentro español de autores literarios

Un Concejal de Cultura, Antonio Manresa del Ayuntamiento de Alicante sí ha demostrado que le interesa la tarea de escribir y se ha sumado al encuentro

El I Encuentro de Autories Literarios de España se celebra el 29 de enero en Alicante

Publicado por

Creado:

Actualizado:

¿Qué tal, chavales? ¿Habéis sido buenos? ¿Se han portado bien los Reyes Magos? He leído un chiste en facebock que me ha hecho reír: ¿Qué te van a traer los reyes? – pregunta uno- Yo con que no se lleven nada me conformo – contesta el otro, que debe de ser republicano. Seguro.

Pasados los reyes, el último suspiro de las Navidades, volvemos al trabajo que ya está bien de hacer el vago y hay que levantar el país. Yo, jubilado inútil desde hace tiempo, tengo trabajo para dar y vender. Estamos en la recta final del I ENCUENTRO ESPAÑOL DE AUTORES LITERARIOS, la madre de todos los encuentros literarios. He puesto español a propósito porque parece que ahora a algunos les da vergüenza utilizar esa palabra. Lo organizamos españoles – yo mismo, Santiago el tesorero; Chus Sánchez, secretaria general de marketing y publicidad; Maritina Mena y Olga Luján, vicesecretarias- y tendrá lugar en España, en Alicante. Vean que no va a ser por cargos, incluida Casilda Avilés que es la presidenta, tan española como los anteriores. Todos cargos honoríficos y sin cobrar un duro. No queremos parecernos a algunos políticos y consejeros de empresones y bancazos, que solo por poner el culo en el asiento se llevan doscientos mil napos en menos de lo que el tesorero, Santiago, se limpia un pincho de tortilla en don pelmazo.

A principios de diciembre, con una navidad por delante negra como el sobaco de un grillo, insomne – los ancianos dormimos poco en previsión del sueño eterno que nos acecha a la vuelta de la esquina- viendo la guadaña de la parca tras la puerta del aseo, tuve una idea. Me dije a mí mismo: pasa del tranquimazin porque, para lo que tienes que hacer, lo mismo te da dormir durante la noche que durante el día. Las obras que vigilas van a estar ahí a la hora que vayas. Me dije a mí mismo, repito: vamos a reunir a un montón de escritores para ponerles cara. Va a venir cada uno con su libro – con varios ejemplares para que, por si alguno de los otros está interesado, lo pueda adquirir-. Nos vamos a reunir en un sitio amplio y soleado – con jardines incluso porque se puede venir con niños que no estamos en un congreso de nefrología ni de cirugía vascular-, vamos a comer de cojones y nos vamos a saludar en persona.

Aquí tienen el programa por si alguno aún no se ha enterado: A las doce de la mañana del día 29 de enero, sábado, nos recogen dos autobuses en la puerta del Hotel Meliá Alicante – el Meliá se ha tirado el rollo y ha puesto las habitaciones a un precio asequible porque sabe que los escritores no somos Amancio Ortega-. Los autobuses los pone – gratis, que también se ha tirado el rollo, Antonio Arias, el baranda de Vectalia-.

A la una del mediodía aterrizamos en la Bodega Casa Sicilia 1707 que también se ha tirado el rollo con un menú exquisito por treinta pavos, incluyendo el delicioso arroz Ad Gaude porque no se puede venir a Alicante y pedir fabada. Cada autor paga religiosamente su menú, menos yo que voy a comerme antes un bocadillo de algo porque, presentando a unos y a otros, no podré comer. Ya está avisado Antonio Arias para que me prepare un tapper de arroz, que liquidaré pacíficamente al día siguiente cuando los autores hayan hecho mutis por el foro.

Antes de comer y mientras la Bodega nos invita a un vino tinto, blanco o rosado de Casa Sicilia, escucharemos tres charlas breves que tampoco estamos para ser castigados porque las neuronas están en las últimas después de las fiestas.

Fernando J. Muñez, autor de La cocinera de Castamar y Los diez escalones no explicará las andanzas y fatigas, las broncas y los duelos que hacen falta para hacer de una novela una serie de televisión de éxito.

Ana Lena Rivera, cuyo último éxito aún tiene la tinta fresca, “Las herederas de la Singer”, aquella máquina de coser que tenían nuestras madres y que era testigo de lo que pasaba en todas las casas. Nos preguntará, como profesora de la Escuela de Escritores de Madrid : He escrito una novela ¿y ahora qué?

María Bestard y José Luis Acosta, de la productora Bestacosta que vienen desde Miami a nuestro encuentro nos hablarán desde su experiencia de actriz, directora y productor sobre las estrategias para llevar una novela al cine. No se pierdan su última película “La noche”, estrenada en Miami hace unos días y en la que María Bestard brilla como la estrella que es.

Para terminar el aperitivo, Manuel Desantes, catedrático insigne de Derecho Internacional Privado y ordenanza de don Biblio, nos presentará al Pontifex Maximus de la Biblioteca de los libros felices y nos dejará acariciar las “Institutiones Oratoriae” de Quintiliano, la “Divina comedia” de Dante - ambos incunables bajo la vigilancia permanente de don Biblio- y un facsímil de la Biblia de Gütemberg. ¿Hay quien dé más?

Sacaremos al escenario a la autora más joven, Lucía de Madrid, que con quince años ha escrito “Lo que las miradas esconden”

Me he reprimido. Mientras degustamos la exquisiteces de la Casa Sicilia con un vino – Ad litteram- exclusivo para la ocasión, había pensado cantar a dúo con el tesorero -ambos con tanga de lentejuelas, turbo packet special- la copla clásica “A la lima y al limón te vas a quedar soltera” por darle también su parte musical al encuentro. Mi señora me ha hecho recular: ¡Tú y tu amigo no vais a hacer el imbécil en un encuentro serio de escritores! ¡A la orden mi sargento! Ya lo saben: Roma locuta, causa finita.

Ya durante la comida, un servidor – por eso no pago cubierto, porque no me da tiempo a comer- iré llamando uno a uno a los sesenta autores que hay apuntados. Todos saldrán con su libro en la mano para que lo veamos y, alto y claro, podrán leer diez o doce líneas del mismo para que todos lo disfrutemos.

He tenido ayuda para organizar este evento. Ginés de Lorquimur y Jorge de la Fundación Talavera me han echado un cable desde el minuto uno, pero ya me lo he gastado, soy un manirroto y he comido tantas gambas y tantas cigalas estas navidades que, asombrados, me han llamado de un sindicato para hacerme delegado de zona.

Ha tenido lugar otro acontecimiento cósmico estos días. Cuando la asociación de libreros no me ha hecho ni puto caso para esto de la literatura – pasando de los autores-, un Concejal de Cultura, Antonio Manresa del Ayuntamiento de Alicante sí ha demostrado que le interesa la tarea de escribir y se ha sumado al encuentro.

Sacaremos al escenario a la autora más joven, Lucía de Madrid, que con quince años ha escrito “Lo que las miradas esconden”. A Vic Echegoyen, autora de “Resurrecta” que viene desde Budapest y a Macarena Muñoz que, con “Los extranjeros”, viene desde Franckfurt. A Begoña Valero con “La casa del compás de oro”, una médico que ha escrito un pedazo de novela sobre los inicios de la imprenta y sus luchas contra la Inquisición. María Bestard tiene el premio a la autora que viene desde más lejos, desde la América de Biden y ando en negociaciones con Josefina para darle el premio de las bodas de platino como la autora aun más abuela que yo. ¿Se creían que esto iba a ser una feria sin importancia?

Viene Javier Velasco, de la revista Todo Literatura, para mi gusto la número uno en lengua castellana sobre crítica literaria y comentarios sobre libros y ando tirándole los tejos a Gregorio Kerrigan, de Al revés, para que se deje de andar entre libros y venga a comer con nosotros.

Cumpliremos todos los protocolos del puto virus este que nos anda jodiendo la vida. Exigimos el pasaporte, guardamos la distancia, nos ponemos mascarilla – a mí me favorece mucho- y comemos ventilados para que salgan los miasmas por las ventanas, que conozco a un acelga con una magnífica cara para dar un pésame que no abre una ventana ni el día del Señor y su casa huele como una guarida de hienas en cuaresma.

No se puede pedir más, como diría Sabina, por treinta pavos. Nos vemos el día 29 de enero, sábado, en la Casa Sicilia 1707. Después de la comida, si alguien consigue “intimidar” – innovación carcelaria del lenguaje- lo tiene todo permitido, incluso la promiscuidad que ya dijo Cioran que solo surgen obras interesantes de los tiempos tormentosos.

tracking