López Miras ‘esconde’ a la guardia pretoriana que lo aupó al poder
El presidente del PP murciano, apadrinado por los malogrados Teodoro García Egea, Pedro Antonio Sánchez o Vicente Martínez-Pujalte, ordena criticar a los líderes históricos del PP.
El cada vez más cuestionado aparato del PP en la Región de Murcia, comandado por Fernando López Miras, se afana desde hace varias semanas en minusvalorar y despreciar los supuestos apoyos con los que contaría una candidatura alternativa que diera el paso para liderar el PP regional en un próximo congreso regional.
Al mismo tiempo, Miras ha decidido ‘esconder’ a su guardia pretoriana; aquella que lo aupó a dedo a la presidencia del partido. Unos malogrados padrinos cuyo legado nada tiene que ver con el que dejaron los líderes históricos a los que ahora quiere arrinconar. Basta con repasar el equipo de Miras; Pedro Antonio Sánchez (PAS). El hombre que perdió la mayoría absoluta del PP en Murcia, el hombre que se vio asediado por múltiples denuncias por presuntos casos de corrupción, alguno de los cuales será juzgado en breve. Un efímero presidente que, a causa de lo anterior, se marchó del país a Miami y cuyos ingresos laborales son una incógnita.
Teodoro García Egea, el dirigente que acaba de provocar la mayor hecatombe conocida en los 33 años de historia del Partido Popular después de actuar despóticamente contra la organización. Vicente Martínez-Pujalte, el exdiputado que borró su rastro de la esfera política nacional y regional, pero que mantiene tareas de asesoría para empresas amigas vinculadas al poder y a grupos de comunicación. José Miguel Luengo, secretario general del partido y alcalde de San Javier, cuyo principal mérito es haber heredado la vocación política de su padre y una escasa actividad profesional en una empresa con gran arraigo en la ‘familia popular’ de su municipio.
Ante este cuestionable equipo, a los que hay que sumar nombres como Francisco Abril o Ramón Andrés, los militantes del PP, “renovadores, que no críticos” que aspiran a un cambio, a una regeneración real, recuerdan que este partido de Miras no representa a la formación popular que durante décadas revalidó el gobierno con mayorías absolutas.
Al otro lado de la balanza
Estos populares que esperan nuevos aires en el PP de Murcia no se dan por aludidos cuando se les llama ‘vieja guardia’ de manera despectiva. Es más, contraponen el exiguo currículo del equipo de Miras al de los históricos. Recuerdan, por ejemplo, a Ramón Luis Valcárcel, expresidente autonómico (1995-2015) y sobre el que los ‘fontaneros’ de López Miras han puesto ahora el foco de sus críticas. Valcárcel “logró concitar la credibilidad del electorado de centro-derecha en la Región de Murcia durante casi 20 años, llegando a conseguir hasta 33 diputados (de 45) en el parlamento autonómico”. Puso en marcha, añaden, “proyectos como el Aeropuerto Internacional Región de Murcia o la creación de la cuarta universidad politécnica del país en Cartagena, entre otros logros”. Valcárcel, que también fue vicepresidente del Parlamento Europeo desde 2014 a 2019, entre otros cargos, “supo conformar gobiernos con personas experimentadas y acreditadas en el ámbito profesional como Juan Bernal, José Pablo Ruiz Abellán o Cristina Gutiérrez-Cortines”.
El reproche de Miras y sus terminales a todo lo anterior a su llegada al poder en 2015, no ha gustado nada a los militantes y afiliados del PP de Murcia que se niegan a “renunciar a un pasado exitoso a cambio de un presente liderado por una generación bajo sospecha y sin resultados acreditados, puesto que aún no han conseguido ninguna victoria sólida en las urnas, ni siquiera en las encuestas”.